Hace pocos días, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días compartió una significativa actualización en las canciones que se entonarán en los próximos años.
Hermosa fue la sorpresa al descubrir que “Getsemaní” es uno de esos 13 nuevos himnos, ya que este himno tiene una forma tierna y reverente de conectar la expiación de Jesucristo y nuestra relación con el Salvador.
“Él me ama a mí”
Uno de los mensajes más importantes de esta canción es que resalta el sacrificio de Jesucristo como un acto de amor por cada uno de nosotros.
La máxima prueba de la preocupación de Jesucristo por nuestros pesares individuales reside en Su expiación, al pensar en la inconmensurable agonía que soportó en Getsemaní y en la cruz.
Gracias a eso podemos llegar a entender que Él llevó voluntariamente no solo nuestros pecados, sino también nuestros dolores, pesares y aflicciones.
Su sacrificio fue profundamente personal, asegurándose de que ninguna prueba o tribulación pasará desapercibida o sin ser sanada por Su infinito amor.