12 de Marzo de 2014 por Krystal Wilkerson
Archivado bajo: Krystal Wilkerson – Mi joven familia mormona
Cierren los ojos e imaginen playas de arena blanca, mar azul pistacho, y plantas y aves tropicales… suena muy relajante, ¿no es así? ¡Eso sin mencionar la calidez del clima comparado con esta helada! No sienta envidia, pero nuestra familia acaba de volver de unas vacaciones ¡en el hermoso país de Costa Rica! Mi padre nació y se crio en Costa Rica, ¡y proviene de una familia de 9 hijos! He conocido tal vez a la mitad de sus hermanos, (algunos viven en los Estados Unidos, o han venido de visita) pero aún tengo que conocer a los demás que nunca han venido, y además a los que nunca he ido. No he visto a mi abuela desde que tenía probablemente unos 10 años, que fue la última vez que ella me visitó.
Sé lo que están pensando… un viaje a Costa Rica… No es justo, ¿verdad? Bueno, para ser honesta, sí, yo estaba emocionada de ver el país, las hermosas playas y la selva tropical, pero en realidad, lo que más me entusiasmaba era ver a la familia. Desde que tengo memoria siempre me he sentido atraída por el hecho de que tengo raíces allí. Quiero saber de dónde vengo, de donde viene mi familia y quiénes son. Antes de este viaje, pensaba en Costa Rica como un lugar del que era mi padre y un lugar donde sabía que tenía familia. Pero no fue hasta realmente llegué allí, conocí a mi familia, y vi a la gente y cómo viven, que fui capaz de comprender lo que significa tener descendencia de Costa Rica. Supongo que se puede decir que me conecté con mis raíces. Este viaje fue tan importante para mí también, no sólo por conocer acerca del país y su gente, sino por mi familia y mis antepasados. En mi tiempo libre, me gusta hacer mi historia familiar. Parte de comprender quiénes somos y de dónde venimos, viene de aprender acerca de nuestros ancestros. La historia familiar también tiene un significado especial al ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, porque creemos que el matrimonio y las familias pueden continuar después de esta vida. Esto puede suceder cuando las familias son selladas juntas en uno de los numerosos templos SUD en todo el mundo y son unidas para la eternidad. Es una gran bendición saber que puedo estar con mi familia para siempre.
La historia familiar enriquece mi vida
La historia familiar tiene un lugar especial en mi corazón. Mi madre siempre me enseñó acerca de nuestros ancestros por su lado de la familia, así que siempre me he sentido conectada a mi herencia mexicana, pero no se sabe mucho acerca del lado de mi padre. Él sabe un poco acerca de la familia de su madre, pero nunca habló de ello en realidad. ¡Ha sido un gran misterio! Entonces, he decidido, por mi cuenta, averiguar más acerca de mi familia y mi linaje. Empecé a hacer mi historia familiar cuando era adolescente y con mucha oración y paciencia he descubierto algunas cosas sorprendentes acerca de mis antepasados. Ha sido un viaje bastante extenso, y para ser honesta, en los años que me he dedicado a ello, no he tenido mucho éxito, pero las veces que sí, me han traído muchísimo gozo.
La semana pasada en Costa Rica tuve una experiencia asombrosa. En mis años de hacer investigación, he conocido los nombres de los padres de mi abuela, mis tatarabuelos. De hecho, mientras buscaba en www.familysearch.org (página en inglés) , pude retroceder hasta 15 generaciones de su familia, todos mayormente de Costa Rica, y después de España. ¡15 generaciones! Como dije antes, requiere de mucha paciencia y yo misma me he frustrado a veces, y casi hasta las lágrimas cuando he llegado a un “callejón sin salida”. He contemplado los nombres de mis tatarabuelos durante años sin nada que los ligara a ellos. Sin fotos, sin fechas, sólo nombres.
Viajes de genealogía a la casa de los ancestros
La semana pasada visitamos a los viejos vecinos de mi papá, de dónde él creció. Vi a dónde iba a la escuela, dónde pasó la mayor parte de su niñez jugando fútbol en las calles, e incluso conocí a algunos tíos abuelos y primos del lado familiar de mi abuela. En un punto, nos dirigimos a una pequeña y humilde casa azul. Había un pórtico azul en ella con las iniciales RB en la puerta frontal. Mi padre entonces reveló que la pequeña casa azul era donde vivieron mis bisabuelos. Las iniciales RB me llamaron la atención. Eran las iniciales de mi tatarabuelo. Estaba abrumada por la emoción cuando pensaba en los años en que había estado contemplando esos nombres sin saber nada acerca de ellos, y aquí, estaba parada donde ellos estuvieron por mucho tiempo. Fue una sensación impresionante. La siguiente puerta era la casa de la tía y el tío, y pudimos ir a visitarlos. Nos dieron un pequeño recorrido por su casa y en el ático vi una vieja pintura empolvada. Pregunté quién era, y me enteré de que eran mis tatarabuelos, los mismos dueños de la pequeña casa azul. Durante mucho tiempo estuve en un callejón sin salida con sólo 2 nombres, y ahora había visto su casa, estuve donde ellos estuvieron, vi sus iniciales en algunos lados de sus cuadros genealógicos, y ahora había visto sus caras. Parecían tan normales, tan felices, y tan familiares, como si siempre los hubiera conocido.
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También me quedé impresionada por el hecho de que mi hija también estuviera corriendo y jugando en el jardín donde mis bisabuelos vivieron. La detuve un momento para explicarle dónde estábamos y aunque ella sólo tiene 2 años, y no entiende todo en realidad, algún día lo hará. El asunto más importante es que debido a mi investigación sobre historia familiar, ella puede sentirse conectada y saber de dónde viene. Puedo mostrarle fotos de ella parada donde vivían sus tatarabuelos, y puedo mostrarle fotos de sus tíos y tías. Conocer un poco más acerca de mi herencia me abrió los ojos para ver el tipo de madre que quiero ser. Quiero llevar esas tradiciones y enseñar a mi hija acerca de su herencia para que ella pueda estar más segura de quién es. Ella tiene mucho que aprender. Son mitad mexicana y mitad costarricense, y nos gusta bromear que mi esposo es todo lo demás, así que ella es una pequeña gran mezcla de todo. Estoy aprendiendo de que cada parte, sin importar cuán pequeña, juega un papel muy importante en quiénes somos y en quiénes nos convertimos. Para que seamos mejores madres, debemos llegar a conocer todos los aspectos de quiénes somos y poder entender mejor nuestros papeles en el hogar, y comprendernos más a nosotras mismas y a nuestros hijos.
Si desean aprender más acerca de la historia familiar y cómo empezar, revisen el blog de mi colega Christine Bell (página en inglés). Ella escribe sobre genealogía cada semana y ¡realmente me ha ayudado a progresar en mi historia familia! He obtenido un gran testimonio de la historia familiar y las familias eternas de esta aventura. Ahora que tengo nombres con rostros, espero el día en que pueda ver nuevamente a mis bisabuelos. Sé exactamente quiénes son y que un día estaremos reunidos. Veo a mi hija y pienso sobre esa bebé y la forma en que estamos sellados (unidos por Dios) para toda la eternidad. Sé que nunca nos perderemos realmente porque estaremos juntos para siempre. Estoy muy agradecida por la bendición de estar con mi familia para siempre ¡y todo lo que me enseñan, tanto los jóvenes como los ancianos! Espero que por medio de mí, mis hijos puedan aprender acerca de mis ancestros, y que pueda convertirme en la madre y persona que un día los hijos de mis hijos también busquen y quieran conocer. Todos tenemos una historia… ¿cuál es la suya?
Resumen
Nombre del Artículo:
Historia familiar y maternidad
Autor:
Krystal Wilkerson
Descripción:
Una visita al hogar ancestral de Krystal la ayudó a conectarse con su pasado y a ver cómo las generaciones están enlazadas por el amor. Cómo la historia familiar afecta a la maternidad.
Etiquetas: historia familiar, Genealogía, inspiración para las madres, Krystal Wilkerson, familias SUD, familias mormonas, blogs de mamá mormona, maternidad