Tevan Randall Tobler tenía 16 años, era el tipo de hijo que enorgullecería a su familia.
Era un estudiante de honor, ex presidente de la Sociedad Nacional de Honor Juvenil, campeón de lucha de su escuela secundaria y era un miembro activo en su barrio local de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Le encantaba el aire libre y se enorgullecía de sus “habilidades de supervivencia”, relató su madre, Tawra Tobler. Tevan incluso había hecho planes para ir a una aventura mochilera de 50 millas en un futuro cercano.
Por eso, cuando Tevan se quitó la vida el 18 de setiembre de 2017, sus padres se quedaron atónitos.
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“Todos se sorprendieron cuando escucharon la noticia porque [Tevan] era un alumno de honor, era un luchador invencible, estaba en el equipo de carreras de su escuela. Había planeado años de su futuro, tenía planes universitarios y planes de servicio”, contó la madre de Tevan.
Randy y Tawra Tobler contaron que, al principio, cuando la policía llegó a su casa esa noche, pensó que se trataba de otro suicidio trágico de un adolescente, posiblemente influenciado por las drogas, la baja autoestima o un hogar destruido.
“No es posible. Él era un fanático de la salud”, dijo Tawra Tobler cuando le preguntaron si Tevan usaba drogas. “[La policía] pensaba que éramos unos padres descuidados. Y dijimos: ‘Lo conocemos mejor que eso. Este no es un caso normal. Algo está pasando’”.
Mientras el detective del alguacil del condado de Davis, John Pierce, se hacía cargo del caso, descubriría y documentaría:
“Tevan fue alguien que no tenía un historial de salud mental ni abuso de sustancias y tampoco tenía una ideología suicida. No se conocieron eventos traumáticos que indicaran algún motivo para su suicidio.
Tenía buenas calificaciones en la escuela, estaba involucrado en el atletismo y tenía muchos amigos. El informe toxicológico final arrojó negativo para todas las sustancias. Tenía una buena vida en el hogar y una familia maravillosa.”
Varias semanas después de su muerte, mientras los padres de Tevan seguían luchando contra las preguntas sin respuesta, Randy Tobler revisó los registros del celular de su hijo. De inmediato, se dio cuenta de que un número de teléfono desconocido le había enviado a Tevan más de 1,000 mensajes de texto. A veces, cada 30 segundos.
La oficina del alguacil procesó el teléfono de Tevan que se encontraba en el Laboratorio de Crímenes del Estado de Utah y descubrió a medida que profundizaba en el caso, que Tevan había descargado una aplicación en su celular.
Una mujer o alguien que se hizo pasar por una mujer al otro lado de esa aplicación incitó a Tevan a enviar un video explícito de sí mismo.
Esa persona, que ahora se cree que se encuentra en Costa de Marfil, usó ese video en contra de Tevan y le exigió dinero, o se arriesgaría a que se compartiera ese video y se dañara a su familia.
“Tan pronto como esta persona de Costa de Marfil supo que [Tevan] la estaba pasando muy mal, comenzó a atacarlo”, dijo su madre.
Incluso después de que el adolescente enviara todo el dinero que tenía a la persona que lo extorsionaba, las amenazas continuaron. Pero, esta vez [el extorsionador] le dijo a Tevan que debía suicidarse, según Peirce.
“La persona que se acercó a él, le estaba diciendo qué hacer… ‘Debes acabar con tu vida. Arruinaste tu vida. Si no es así, arruinaré tu vida. Debes acabar con tu vida”, dijo Tawra Tobler.
“Tevan cometió un error que no supo cómo solucionar. Temía perder todo por lo que se esforzó toda su vida”, dijeron sus padres.
Ahora, Randy y Tawra Tobler desean que otros padres sepan que los casos de “extorsión sexual” le pueden ocurrir a cualquier menor, independientemente de dónde viva, cuál sea su raza, su religión, su condición socioeconómica o su posición en la escuela.
“Controlar la actividad en las redes sociales de tu hijo es importante. Pero, no es suficiente. Los padres necesitan hablar específicamente con sus hijos sobre no caer en los intentos de extorsión. Los hijos necesitan saber que por más vergonzoso que sea, es mejor hablar con alguien en lugar de intentar solucionar el problema por sí mismos”, dijeron los Tobler.
“Quiero decirles a todos los padres que no importa lo cerca que crean que están [de sus hijos]. Nunca están tan cerca [de ellos] como lo imaginan porque yo imaginé que Tevan me lo diría, pero no lo hizo”, dijo la madre de Tevan.
“Eres un joven de 16 años. No vas a ir a la cárcel por mostrar tus abdominales o por cualquier otra cosa, en este momento, no es un delito grave”, continuó. “Somos una familia religiosa, es fácil sentir vergüenza, y esas personas te hacen sentir eso porque saben que pueden vencerte. Es importante que nuestros hijos no lo hagan. Podemos ayudarlos a no sentirse de esa manera”.
Tobler dijo que eso no significa que los padres tengan que ablandar las reglas del hogar o disminuir sus expectativas sobre el comportamiento de sus hijos. Significa que debemos ayudarlos a comprender que aún pueden pedir ayuda, incluso si cometen un error.
“Un gran problema”
Es poco lo que sorprende a Michelle Upwall después de haber trabajado en el Cuerpo Especial de Delitos Cibernéticos contra Menores (ICAC, por sus siglas en inglés) de Utah.
Sin embargo, cuando una mujer la llamó preocupada por las actividades en línea de su hija (9 años), que había estado conversando y enviando fotos pornográficas de sí misma a cinco hombres adultos, incluso Upwall se sorprendió.
En 2017, Deseret News habló con la policía y las autoridades escolares sobre los peligros del sexting, algo que se ha vuelto común en las escuelas de Utah. Algunos estudiantes argumentarán que solo es parte de lo que hace su generación y muchos dirán que es una diversión inofensiva.
“No creo que piensen que es un gran problema. O, piensan: ‘Solo es para la persona a la que se lo enviaré’. Pero, nunca es así. Y, si los padres no creen que es un gran problema, esa es la parte difícil. Desafortunadamente, muchas veces, los padres ni siquiera saben lo que está pasando hasta que [el problema] se vuelve enorme”, dijo Upwall.
“Los padres dirán: ‘Bueno, hicimos cosas cuando éramos jóvenes. Eso es lo que están haciendo ahora, sexting’. Yo pienso: ‘¿Qué? No. ¿Así que están de acuerdo con que envíen imágenes y videos explícitos de sí mismos?’ Solo lo están justificando. Los padres no creen que sea un gran problema. Por eso, es un gran problema, no solo se trata del extorsionador sexual sino del sexting entre los adolescentes”.
Hoy en día, no hay escasez de casos que estén siendo investigados por agentes de la ley en Utah, que involucran a adolescentes e incluso preadolescentes en actividades sexuales en línea, así como los extorsionadores sexuales que se aprovechan de estos menores.
En el caso de la niña de 9 años, el contacto inicial sucedió mientras estaba en un chat de juegos en línea.
“Los chats de juegos en línea son un lugar enorme para los extorsionadores sexuales”, dijo Upwall.
Desde ahí, alguien, que presuntamente fue un hombre adulto, ganó la confianza de la niña de 9 años para llevar su conversación a Kik, una aplicación que Upwall cree que puede ser particularmente peligrosa.
“Kik es una aplicación muy peligrosa porque, antes que nada, es anónima y es fácil conectarse con extraños”, dijo y explicó que no cuenta con una configuración de seguridad ni verificación de edad como otras aplicaciones. “Así que es fácil que los menores hablen con extraños de todas las edades en grupos públicos… Tenemos muchos consejos cibernéticos con respecto a Kik porque muchos extorsionadores sexuales usan esta aplicación para captar a los menores”.
La cantidad de casos de extorsión sexual va en aumento. Además, la edad de los jóvenes y niños que son atraídos hacia un comportamiento explícito en las aplicaciones de redes sociales es cada vez menor.
Una muestra de otras investigaciones recientes recopiladas en documentos judiciales por Deseret News durante los últimos cuatro meses incluye:
- En diciembre, en Sandy, EE.UU., la policía comenzó a investigar un caso perturbador relacionado con la aplicación HOLLA. Tres adolescentes entre 12 y 13 años, que asisten a la misma escuela, enviaron fotos y videos comprometedores a hombres que tenían supuestamente entre 20 y 30 años.
- En Logan, EE.UU., la policía descubrió a un hombre adulto que le ofreció dinero a una adolescente de 14 años a cambio de fotos pornográficas. “La adolescente le envió varias fotos y videos de sí misma a través de Instagram y mensajes de texto”, informó la policía. Sin embargo, cuando la adolescente cortó la comunicación con el hombre, él se enojó y le exigió que le pagara aproximadamente $ 2,000 o subiría a Internet las imágenes que le envió además de enviárselas a sus amigos.
- En diciembre, una alumna de 18 años de la Universidad del Estado de Utah denunció que la contactó un desconocido, que adquirió unas fotos privadas de ella de cuando tenía 16-17 años.
“Tengo muchas más fotos y videos parecidos, accedí a la información de tu celular”, le dijo el desconocido a la alumna. “Si quieres que los elimine, tendrás que hacer algo por mí… Si intentas ignorar [las fotos y los videos], eliminar tu cuenta, bloquearme o contarle a alguien sobre esto, se los enviaré a tu familia, amigos y todos en el campus”.
Cuando la estudiante intentó bloquear al sujeto en Instagram, recibió otro mensaje que decía: “Si intentas bloquearme otra vez… Tengo todas las redes sociales de tu familia y amigos. No estoy jugando contigo. Si no me respondes, los enviaré”.
Muchas aplicaciones
Upwall dijo que cuando las adolescentes envían fotos explícitas, “buscan la atención de los hombres mayores, creen que eso es genial”.
Algunas chicas que buscan atención tienen problemas de imagen. Otras, son presionadas por sus novios u hombres mayores, que ganan su confianza para que les envíen fotos y videos explícitos.
Las edades de las adolescentes que envían estas fotos siguen disminuyendo. Parte de ese problema se debe a que muchos preadolescentes de la escuela primaria ahora tienen teléfonos inteligentes.
“El problema es que los padres no conversan con sus hijos. Con mucha frecuencia, los padres no saben cómo funcionan estas aplicaciones o estos teléfonos. Snapchat es una de esas aplicaciones que todavía consideramos como un problema porque los menores piensan que una imagen o foto desaparece. Sabemos que no es así”, dijo Upwall.
“Simplemente, [sus padres] les entregan estos teléfonos y [los menores] entran al mundo. Aprenden de sus amigos o sus extorsionadores sexuales debido a que los extorsionadores están más que dispuestos a responder estas preguntas y prestarles atención”.
Otro problema es que los jóvenes no configuran sus cuentas para que estén en “privado” y permiten que sus publicaciones estén disponibles para cualquiera.
“La mayoría de jóvenes mantienen sus cuentas públicas porque valoran su estado de popularidad sobre cuántos me gusta, seguidores y amigos tienen. Eso es lo aterrador”, dijo Upwall.
De hecho, Upwall revisó al azar las cuentas de Instagram de los jóvenes al inicio de cada trimestre escolar para saber cuántos compartían públicamente sus horarios. Y, cerca del 95% lo hace, informó.
“Eso les da información a los extorsionadores sexuales”.
En la actualidad, existen aplicaciones que son creadas por extorsionadores sexuales para extorsionadores sexuales. A veces, pueden aparecer 10 aplicaciones nuevas al día.
Las aplicaciones más peligrosas son las que tienen capacidad de transmisión en vivo. Esos videos son casi imposibles de recuperar.
“Esas son aplicaciones a las que no queremos que entren nuestros hijos porque les pedirán que hagan diferentes cosas, cosas explícitas y no sabemos quién está al otro extremo. Cualquier persona puede estar al otro lado diciéndoles a nuestros hijos qué hacer”, dijo Upwall.
Una herramienta que puede ayudar a los padres a aprender sobre las diferentes aplicaciones y lo peligrosas que son, es commonsensemedia.org. Sin embargo, debido a que existen muchas aplicaciones lo mejor que pueden hacer los padres es comunicarse e informar a sus hijos.
El sexting es un gran problema en Utah y, con frecuencia, no se denuncia. Muchos adolescentes no ven un problema en esto.
“Solo piensan en el momento. No piensan en el futuro” dijo Upwall.
Sin embargo, el sexting puede convertirse rápidamente en acoso escolar o extorsión sexual. Eso pude llevar a la tragedia.
“Los menores sienten que no tienen salida. Entonces, se suicidan”.
Acoso implacable
Con la excepción de “Survivor”, Tevan no veía mucha televisión y no jugaba muchos videojuegos.
“No estaba en las redes sociales. Ni siquiera tenemos videojuegos en casa”, dijo Tawra Tobler.
En retrospectiva, los Tobler dijeron que si bien [Tevan] no estaba en las redes sociales ni le interesaban las aplicaciones de teléfono, eso también hizo que Tevan fuera más ingenuo con respecto a los extorsionadores sexuales.
El contacto entre Tevan y su extorsionador, que causó su suicidio, ocurrió en menos de dos semanas.
La policía le dijo a la familia que la habilidad del acosador para “llegar a” Tevan se encuentra entre una de las más manipuladoras que hayan visto.
“El sospechosos exigía que Tevan le enviara dinero por Western Union. Tevan le envió el dinero y le suplicó al sospechoso que eliminara el video”, dijo Peirce.
Incluso después de recolectar todo el dinero que había ahorrado desde su infancia y enviárselo al extorsionador sexual, el hostigamiento continuó. Si Tevan bloqueaba un número de teléfono, el sospechoso encontraría otra forma de contactarse con él.
Los investigadores cumplieron con las órdenes de registro en Yahoo, Snapchat y Western Union para intentar encontrar a la persona que hizo esto.
“La investigación los llevó a África. La oficina del alguacil del condado de Davis comenzó a trabajar con Homeland Security Investigations. La embajada de la región nos estaba apoyando y los abogados del condado querían procesar el caso de una manera drástica”, dijo el detective.
A medida que avanzaba la investigación, Peirce y otras personas descubrieron que el mismo sujeto es responsable de un segundo suicidio en Francia por extorsión sexual.
“La investigación concluyó cuando se determinó que el sospechoso reside en un área que es principalmente pobre, con alto índice de delincuencia, poco acceso a la electricidad y casas con estilo de choza. Los investigadores no pudieron proporcionar la identificación del sospechoso ni aislar la ubicación que utiliza sin una dirección IP. Asimismo, se determinó que no extraditarían al sospechoso incluso si fuera ubicado”, dijo.
En otras palabras, el caso llegó a un callejón sin salida. A nadie se le interpondría una acción judicial por la muerte de Tevan.
Peirce dijo que los investigadores estaban “comprometidos emocionalmente” con este caso y admite que fue muy frustrante no terminar este caso para la familia.
“Muy bueno, muy malo”
Los Tobler pensaron en las señales de alerta que pudieron haber pasado por alto. Sin embargo, Tevan ni siquiera les contó a sus amigos más cercanos lo que estaba sucediendo.
“Tevan no se atrevió. Estaba muy asustado y preocupado, no se atrevió a contárselo a nadie. Tenía algunos amigos muy cercanos. No les contó nada. No nos contó nada. Todo parecía estar normal. Conozco a Tevan y no sé cómo escondió eso tan bien porque no ocultó otras cosas de esa manera. Era muy cariñoso. Le encantaba recostarse en nuestra cama y conversar con nosotros. Sabes, sentimos que éramos muy sinceros”, dijo Tawra Tobler.
La noche de su suicidio, los Tobler tuvieron que hacer varias cosas y no tuvieron una cena familiar como de costumbre, sino que ordenaron una pizza. Tevan parecía consternado, pero sus padres supusieron que se debía a una reciente cirugía de cadera de la que todavía se estaba recuperando y que le estaba causando frustración por el dolor y el hecho de que lo tenía alejado de los deportes que tanto le gustaban.
Después de la cena, Tevan fue a su habitación para hacer la tarea y sus padres fueron al supermercado. Un poco más tarde, Tevan salió de su habitación y le preguntó a su hermano menor si quería ir con él a una reunión con sus amigos esa semana.
Era un tipo de oferta que Tevan nunca antes hizo debido a la diferencia de edad. Tawra Tobler cree que esa conversación fue “tal vez un último esfuerzo para intentar que algo no sucediera”.
En la actualidad, los Tobler revisan los teléfonos de sus hijos con más frecuencia y han instalado aplicaciones que les permiten leer los mensajes de texto de sus hijos, incluso si los eliminan.
“Mis hijos lo saben. Decidí que les haría saber de antemano que estoy viendo todo porque todavía quiero que confíen en mí. Quiero que confiemos el uno en el otro. No quiero que vivan con la idea de que debido a esto, ahora deban vivir bajo llave. Existe este equilibrio delicado de confianza y conversación”, dijo.
Los Tobler también reconocen que prohibir todas las redes sociales en su casa no es práctico.
“Se pueden hacer cosas muy buenas y muy malas en Internet. Es importante que la comunidad se informe sobre lo que sucede realmente en Internet”, dijo Peirce.
A los Tobler les gustaría que se enseñe más sobre los peligros de las aplicaciones de teléfono y las redes sociales en las escuelas porque muchas personas no tienen ni idea de que existe este tipo de extorsionadores sexuales.
Incluso, los Tobler señalan una historia del año pasado en la que la policía de West Walley detuvo a un joven de 22 años debido a una infracción de tránsito y terminó descubriendo que el joven estaba en camino a transferir dinero a alguien que lo estaban amenazando con publicar un video explícito de él en Internet.
Es por eso que la familia Tobler quiere que los padres les digan a sus hijos que pueden hablar con ellos o con un adulto de confianza sobre cualquier tema.
“Solo elige a un adulto en el que puedas confiar lo suficiente para contarle”, dijo Tawra Tobler. “Me sorprendí mucho de que Tevan no se acercara a nosotros porque ese era un asunto muy importante. Le dio a esa persona casi todo lo que tenía”.
Randy Tobler dijo que los menores deben saber que si son víctimas de un intento de extorsión sexual, no son los que estarán en problemas.
Los delincuentes de internet no atacan exclusivamente a un grupo de edad o tipo de persona, dijo Peirce. Por eso, los padres deben hablar con sus hijos sobre los delincuentes de Internet.
“Creo que es fácil pensar: ‘Eso le sucede al niño al que no le va bien en la escuela o al que sufre de acoso escolar, o no tiene amigos. Y, creo que es casi lo contrario. Es más fácil llegar a los menores que sienten que tienen mucho que perder”, dijo Tawra Tobler.
Este artículo fue escrito originalmente por Pat Reavy de Deseret News y fue compartido en ldsliving.com con el título “Latter-day Saint Family Speaks Out About Son’s Suicide to Protect Other Children from Sextortion”.