“Me siento profundamente agradecido por los jóvenes de la Iglesia. Hay muchísima maldad en todas partes. La tentación, con sus provocativas influencias, nos rodea por todos lados. Lamentablemente, perdemos a algunos de ellos ante esas fuerzas destructoras. Sentimos gran dolor por cada uno que se pierde. Les tendemos la mano para ayudarlos, para salvarlos, pero en demasiados casos hacen oídos sordos a nuestras súplicas. Trágico es el camino que han tomado, puesto que es el que conduce a la destrucción.
Pero hay muchos, muchos cientos de miles de nuestros jóvenes que son leales y fieles, rectos como una flecha y fuertes como una gigantesca ola del océano al seguir el camino que se han trazado, el cual es el de la rectitud y la virtud, el de la realización y el éxito; esos jóvenes están sacando provecho de sus vidas y el mundo será muchísimo mejor gracias a ellos” (Presidente Gordon B. Hinckley, 15º Profeta y Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).
El Presidente Hinckley quería a la juventud de la Iglesia y ellos lo querían igual.
No lo digo tanto como debería, pero me siento orgullosa de nuestra juventud mormona. Son unas personas jóvenes maravillosas. Sus muchos ejemplos de fe son increíbles, y el mundo en verdad es mucho mejor debido a ellos. No son perfectos, claro, pero ¿quién lo es? Son adolescentes típicos en muchas maneras, pero a su vez son muy atípicos. ¿En qué otro lugar se puede encontrar adolescentes que se levantan a las 5:30 cada mañana para asistir seminario y estudiar las enseñanzas y vida de Jesucristo?
La semana pasada, cuando falleció el Presidente Hinckley, la juventud mormona se hizo cargo de esparcir la palabra y organizar su propio tributo. De hecho, nosotros supimos del fallecimiento del Presidente Hinckley a través del “express adolescente.” Un amigo de nuestro hijo adolescente que vive en Utah (nosotros en Pennsylvania) envió un mensaje de texto a nuestro hijo segundos después de escuchar las noticias del Presidente Hinckley.
Durante los servicios funerarios del Presidente Hinckley este sábado pasado, el Obispo H. David Burton (Obispo Presidente de la Iglesia) hizo mención especial de la juventud especial de la Iglesia. Notó que las noticias del fallecimiento del Presidente Hinckley corrieron rápidamente por el mundo porque la juventud tomó la iniciativa de compartir las noticias por mensajes de texto. También les agradeció por honrar al Presidente Hinckley con sus ejemplos.
La juventud de la Iglesia no solo envió mensajes de las noticias del fallecimiento del Presidente Hinckley. Utilizando mensajes de texto, organizaron su propio tributo para su amado profeta. El siguiente lunes, los jóvenes llegaron a sus respectivas escuelas por todo el país vestidos con su mejor ropa de domingo.
Otros jóvenes encontraron otras maneras de rendir tributo al Presidente Hinckley. Algunos compartieron sus testimonios en la Iglesia, con compañeros de estudio, y en YouTube. Aquí hay un video de unos jóvenes rindiendo tributo al Presidente Hinckley.
Estos últimos días, vi otra vez valor y fe tremenda en los jóvenes. Son una fuerza poderosa del bien, defendiendo lo bueno y compartiendo sus testimonios con el mundo. Un himno conocido que cantamos en la Iglesia habla de la fe de esta juventud mormona:
¿Fallará en la defensa de Sión la juventud?
Al llegar el enemigo, ¿huiremos sin luchar?
¡No! Firmes creced en la fe que guardamos;
Por la verdad y justicia luchamos.
A Dios honrad, por Él luchad,
Y por Su causa siempre velad.
Por Moira Tyrell el 4 de febrero de 2008.