Hace aproximadamente 93 años, la Primera Presidencia de la Iglesia, tuvo una constante preocupación por la degeneración de las familias alrededor del mundo. Así que, en una carta formal a la Iglesia, instituyeron la Noche de Hogar Familiar. (FHE, por sus siglas en inglés)
“Aconsejamos e instamos la instauración de una “Noche de Hogar” en toda la Iglesia, este debe ser un momento en el cual los padres y las madres puedan reunirse con sus hijos e hijas para enseñarles en el hogar la palabra del Señor… En la “Noche de Hogar” se debe orar, cantar himnos, canciones, música instrumental, leer las escrituras, abordar asuntos familiares e impartir instrucción específica sobre los principios del evangelio y sobre los problemas éticos de la vida, así como, los deberes y obligaciones de los hijos hacia con los padres, el hogar, la Iglesia, la sociedad y la nación. Para los niños más pequeños se puede introducir recitar pasajes, canciones, historias y juegos apropiados. Se puede servir refrigerios ligeros que se puedan preparar mayormente en casa.
Si los Santos obedecen este consejo, les prometemos que recibirán grandes bendiciones como resultado. El amor en el hogar y la obediencia a los padres se incrementará. La fe se desarrollará en los corazones de los jóvenes de Israel y obtendrán el poder para combatir las malas influencias y tentaciones que les asedian” (Carta de la Primera Presidencia, el 27 de abril de 1925 – José F. Smith, Anthon H. Lund, Charles W. Penrose)
Al crecer, siempre supe que los domingos significaban asistir a la Iglesia, y la noche del lunes significaba Noche de Hogar Familiar. Al llegar las 6:00 p.m. el lunes por la noche era oficialmente la hora familiar. Mi papá siempre presidía y dirigía la Noche de Hogar Familiar. Nosotros nos alternábamos para elegir las canciones de apertura y final. Todo el tiempo, mi papá elegía a alguien para orar, y luego se le daba el tiempo a la persona que le tocaba dar la clase de aquella semana. Después, en algunas ocasiones teníamos una actividad y casi siempre comíamos un postre (frecuentemente palomitas de maíz hechas en casa).
Cuando miro al pasado, estoy muy agradecida por la institución de la noche de hogar familiar. Aprendí mucho gracias a estas lecciones semanales, pero aún más, puedo ver cuán fuerte es mi familia debido al tiempo que pasamos juntos. Sé que esto es algo que continuaré algún día con mi esposo y con mis hijos. Deseo que mi futura familia sea fuerte y unida.
¿Qué tal si empezamos ahora? He notado que bastante a menudo, los Adultos Solteros aparentemente se encuentran entre dos mundos. Nosotros ya no somos más niños pequeños o jóvenes a los que controlan y cuidan nuestros padres. Generalmente, ya ni siquiera vivimos bajo el techo de nuestros padres. E inclusive, no nos hemos casado ni empezado nuestra propia familia. ¿Dónde encaja en nosotros la noche de hogar familiar?
Existen dos discursos realmente buenos que recomiendo leer sobre este tema. El primero fue escrito por una adulta soltera y el segundo por una viuda que vive sola. Ambos discursos de Ensign (Revista en inglés) muestran cómo se puede realizar la Noche de Hogar Familiar si usted se encuentra solo.
Family Home Evening for One – Judyth F. Barton
Noche de Hogar Familiar para Uno – Judyth F. Barton (en inglés)
Family Home Evening for One – Bette J. Theriot
Noche de Hogar Familiar para Uno – Bette J. Theriot (en inglés)
En este momento, debido a mi llamamiento actual, tengo el privilegio de ser un miembro del Comité de Noche de Hogar Familiar del Barrio de Solteros. Ya que algunos de los solteros en nuestro barrio viven en sus hogares y tienen la Noche de Hogar con sus familias, y algunos eligen tener una FHE con sus compañeros de habitación, el número de personas que asisten al barrio de FHE varía de una semana a otra. Tenemos un promedio de 7 a 25 personas asistiendo. Incluso, si sólo tuviéramos tres o cinco personas asistiendo,aún valdría la pena. No es el número de personas que asista, la perfección de la clase o inclusive la grandeza de las actividades lo que importa. Lo que importa es que lo hagamos. Que nos reunamos a los ojos de Dios para enseñar, aprender, disfrutar y estar más acerca a los demás y a nuestro Señor.
He visto ganar en mi Barrio de Solteros las mismas bendiciones, que recibí en mi familia, gracias a la participación en una Noche de Hogar Familiar semanalmente. Esto se debe a que las bendiciones prometidas de Dios son reales y se encuentran disponibles para todos nosotros sin importar nuestras circunstancias mientras seamos obedientes a la ley sobre la cual se base la bendición (D. y C. 130:20-21).
“La noche de hogar familiar es para todos. Es para familias con padres e hijos, para familias con solo un padre, y para padres que no tienen hijos en el hogar. Es para grupos de adultos solteros que realizan una noche de hogar y para aquellos que viven solos o con compañeros de habitación… La participación regular en la noche de hogar familiar desarrollará un mayor crecimiento personal, unidad familiar, amor por nuestros compatriotas, y confianza en nuestro Padre en los cielos” (Family Home Evening, Noche de Hogar Familiar, 1976 – Spencer W. Kimball, N. Eldon Tanner y Marion G. Romney).
Por Julia Goff el 12 de febrero de 2008.