Ayer, hablé un poco acerca de la manera en que el pueblo Maya conocía, y después corrompió el evangelio de Jesucristo. Hoy, hablaré un poco de cómo esto sucedió. Es una historia de un registro sagrado que comienza en Jerusalén.
Lehi fue un profeta que vivía en Jerusalén 600 años antes de Cristo. Era un tiempo de iniquidad para estas personas; los profetas que los instaban a arrepentirse y a volver a una vida justa eran echados fuera o muertos.
Después de hacer su mejor esfuerzo por llamar a las personas al arrepentimiento el Señor le advirtió del peligro en un sueño. Se le dijo que llevara a su familia y saliera de Jerusalén antes de que aquellos que querían quitarle la vida pudieran llevar a cabo su plan. Obedeció y puso su vida en las manos del Señor sin saber cuál sería su camino. Empacaron las cosas que iban a necesitar, dejaron atrás todos los bienes que no eran esenciales y viajaron al desierto.
No pasó mucho tiempo sin que el Señor le recordara a Lehi que había olvidado algo importante. Había olvidado llevar la genealogía de su familia y su registro del evangelio.Sus hijos fueron enviados de vuelta a obtenerlos. Aunque no fue una tarea fácil, fue necesaria porque el Señor tenía planes para la familia de Lehi. Necesitarían un registro sagrado para guiarlos ahora y en generaciones futuras. Estos registros fueron llevados a través del océano por Lehi y su familia a una tierra nueva y prometida. Nefi y los profetas después de él siguieron agregando al registro del pueblo. Otros llegaron al continente americano que llevaban sus propios registros sagrados y los registros de las obras de Dios entre sus pueblos.
Estos registros son los que eventualmente llegaron a ser conocidos como el Libro de Mormón en estos últimos días. Eran mientras tanto, una guía para que cada generación guardara los mandamientos de Dios, tal como los judíos habían hecho del otro lado del mundo. Después de que Cristo vino entre su pueblo, las escrituras cambiaron para representar la ley más alta que Jesucristo enseñó. Si tuvieron estas enseñanzas, ¿cómo es posible que sus creencias llegaran a ser tan confusas? Como todas las personas, tuvieron períodos de rectitud y de maldad, pero no cayeron por completo hasta que perdieron sus escrituras y ya no tenían el sacerdocio entre ellos.
Cuando las planchas llegaron a Moroni para su protección, el tuvo una tarea difícil. Estaba solo, y era el último de su pueblo y era perseguido por sus enemigos por sus creencias. Anduvo errante de esta manera por muchos años hasta que llegó al lugar donde el Señor lo había dirigido: un diminuto cerro que se llama Cumorah, en el estado de Nueva York, donde el escondería las planchas y algún día se las daría a José Smith con el mandamiento de llevar el verdadero evangelio de Jesucristo al mundo otra vez. Si se hubiera quedado, o si hubiera sido encontrado, o muerto por sus enemigos este registro se hubiera perdido o destruido. Si lo hubiera escondido en un lugar que él conocía, hubiera sido encontrado por sus enemigos o los españoles que destruyeron los registros religiosos de los mayas para imponer sus propias creencias del evangelio sin interferencias de las antiguas creencias mayas.
Un registro sagrado fue preservado desde 600 años antes de Cristo hasta que fue revelado en 1827 para ser traducido por el poder de Dios y enviado entre su pueblo otra vez. Nuestras vidas habían sido obscuras sin un registro puro de Su evangelio. Una nueva época de rectitud estaba a punto de comenzar, debido a que se agregó el Libro de Mormón a la palabra de Dios que se encuentra en la Biblia. Ahora tenemos los registros que necesitamos para vivir como Él quiere que vivamos.
Por Alison Palmer el 29 de marzo de 2008.