Compartir el evangelio en facebook
Escrito en inglés por Marian Spencer para lds.net y traducido por Mariela Viernes.
¿Metiste la pata en Facebook? ¿Otra vez? No te preocupes, todos hemos pasado por eso. Facebook puede ser maravilloso, especialmente cuando se utiliza como una herramienta para compartir el Evangelio, pero no se puede negar que ha creado un nuevo tipo de violación de los medios sociales, que, si usted es nuevo en Facebook o no, puede ser difícil de navegar.
La clave es la etiqueta de los medios sociales. Para aquellas personas que buscan compartir el Evangelio en línea, hemos creado una lista de 6 cosas que se deben y no se deben hacer en Facebook, esperamos que esta lista te convierta en un mejor “Misionero en Facebook” y en un usuario social más amable y considerado.
1. No se debe: Involucrarse en discusiones
Estás navegando por Facebook cuando de repente lo ves: un intenso debate en el perfil de alguien. Parece que una persona tiene cosas que arreglar con la Iglesia, y no puede callar sus puntos de vista opuestos.
Se nos ha enseñado a ser tolerante y respetuoso con las creencias de otras personas. Por otro lado, también se nos han enseñado a “ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar”, (véase Mosíah 18: 9). ¿Es este el lugar para aplicar este último principio?
La respuesta es casi siempre un rotundo “no”. No importa cuáles sean tus intenciones, las discusiones en Facebook casi siempre se vuelven personales. Si alguien que conoces tiene un punto de vista diferente, atacarlo personalmente, incluso si es con la verdad en un comentario termina poniéndose a la defensiva. Recuerda que, como Misioneros de Facebook, estamos defendiendo el evangelio, no ofendiendo con el Evangelio.
2. Se debe: Empezar conversaciones
Dicho esto, no tengas miedo de escribir sobre las cosas en las que crees. Una publicación bien redactada, con un significado pacífico sobre algo, o alguien que te ha inspirado probablemente que va a inspirar a otra persona también.
Por ejemplo, puedes publicar una foto de tu familia y añadir un comentario sobre su agradecimiento por las familias eternas. Podrías compartir un discurso de la Conferencia General y mencionar brevemente por qué te ha levantado espiritualmente.
Al compartir el Evangelio en línea, nuestro objetivo debe ser inspirar y elevar. Si te encuentras con una discusión sobre un tema muy conocido, y deseas expresar tu opinión, hazlo en tu propio espacio (como en tu página de perfil) y de una manera que promueva preguntas y una conversación amistosa.
3. No se debe: Hablar mal de las cosas con las que no estás de acuerdo.
No hay nada más desagradable que una persona que habla mal de una creencia— como ese chico (o chica) que nunca establece claramente en lo que cree, porque siempre está hablando de lo definitivamente no cree.
3 Nefi 11:29 nos dice, “que aquel que tiene el espíritu de contención no es mío, sino es del diablo, que es el padre de la contención, y él irrita los corazones de los hombres, para que contiendan con ira unos con otros”. Acuérdate de esta escritura al decidir qué compartir y qué no compartir.
Si sientes que estás en riesgo con algo que te gustaría publicar, te recomendamos que leas el discurso del Élder Dallin H. Oaks, titulado “El equilibrio entre la verdad y la tolerancia”, y que después, por supuesto, lo compartas en línea.
4. Se debe: Publica sinceramente
El Internet está lleno de las distintas “personalidades” en los medios sociales. Tenemos al acosador de perfil, la abuela orgullosa, el viajero del mundo, el polemista en línea. También tenemos aquel que nunca está en línea, o esa chica que está demasiado en línea.
¿Tienes una personalidad en los medios sociales? Si es así, ¿cuál es? Y, ¿está dañando tu credibilidad como fuente de la verdad y la luz?
Asegúrate que estás publicando cosas por las razones correctas, especialmente cosas que están relacionadas con el Evangelio. Si has tenido una experiencia maravillosa y deseas compartirla, está bien, pero asegúrate de que publiques cosas con la intención de elevar a las personas. Nadie confía en las personas que solo quieren llamar la atención.
5. No se debe: Exagerar
Como muchos de ustedes probablemente han aprendido por sí mismos, es definitivamente posible publicar demasiado. Aunque es fácil de creer que más publicaciones significa más seguidores, la mayoría de las veces, acaparando las notificaciones simplemente disuade a la gente de seguir tus mensajes. Y como Misionero de Facebook, eso no es lo que quieres.
Intenta publicar las cosas que realmente vale la pena. Claro, ese sándwich que comiste en el almuerzo puede haber sido delicioso, pero ¿es realmente lo más importante que te ha pasado hoy? ¿Esta semana? Mientras más estricto seas en la calidad (y cantidad) de tus publicaciones, más oportunidades de atraer a la gente.
6. Se debe: Orar por Inspiración
¿Orar sobre qué publicar en Facebook? ¿De verdad?
Sí. Hay una razón por la que los líderes de la Iglesia nos animan a compartir el Evangelio a través de los medios sociales, la gente tiene muchas preguntas y los medios sociales pueden ser un buen lugar para encontrarlas.
Al orar en busca de inspiración, estás accediendo a una fuente poderosa, que es la guía de nuestro Padre Celestial, la cual puede ayudarte a saber lo que la gente necesita escuchar. Digamos que has encontrado algunas ideas espirituales, es probable que haya alguien más que necesita escuchar de ellas, y el Señor te dirá quiénes son esas personas si tú buscas su ayuda.