La historia de Daniel en el foso de los leones es una de mis favoritas. El reyDarío es engañado por sus siervos para aprobar una ley que hace ilegal el orar a nuestro Padre Celestial. Ellos hicieron esto por envidia y odio hacia Daniel, un siervo hebreo del rey que tenía un talento especial para la interpretación de los sueños. Su plan era encontrar a Daniel orando y entregarlo al rey. Su destino sería definitivo, sería echado en el foso de los leones para que fuera devorado por las bestias feroces. Pero Daniel no tuvo miedo. Sabía que el Padre celestial lo protegería con un milagro. Cuando los leones rugían y gruñían, Daniel oraba. Cada vez que lo hacía, los leones cerraban el hocico. Esto duró toda la noche. A la mañana siguiente, el rey estaba tan agradecido de encontrar a Daniel todavía con vida, que comenzó a adorar a nuestro Padre Celestial.
Normalmente se trata de una historia que enseña a los niños a tener fe, a orar y que sus oraciones serán contestadas. Pero como adulta, puedo volver a la guarida de los leones, explorar las grietas que puedo haber obviado cuando era niña, y encontrar un significado más profundo para mi vida hoy.
Daniel no tuvo miedo.
Cualquier persona tendría miedo de ser arrojado en el foso de los leones hambrientos. Daniel no lo tenía. Éltenía una relación con su Padre en el Cielo. Sabía que era un hijo de Dios. Sabíaquesu vida tenía un significado y un propósito. Élsabía que sin importar lo que pasara con él, viviría con su Padre en el cielo de nuevo, porque él era fiel en guardar todos los mandamientos de Dios, que incluye el arrepentimiento. Danieltenía un testimonio del amor de Dios por él. Mantuvo ese testimonio a la vanguardia de su existencia, lo que lo convirtió en el blanco de los siervos malvados.
Nuestra comprensión de quiénes somos en relación con el plan de Dios nos pone en la misma posición que Daniel. Tenemos una paz sobre nosotros mismos, debido a este conocimiento. La gente mala hará todo lo posible para alejar esta verdad de nosotros, para condenarnos a causa de ella, y para evitar que le contemos a otras personas las buenas nuevas. Nosotros no debemos de tener miedo cuando estamos rodeados de leones espirituales listos para destruir nuestro testimonio.
Cuando los leones gruñían, Daniel oraba.
Daniel no gruñía también como respuesta. Él no trató de luchar contra los leones con sus propias manos. No tratóde huir ni de ser más astuto que ellos. Éloró. Élvolvió su corazón a Dios. Esto puede haberlo hecho sentirse vulnerable al principio. Pero mantuvo su mente y su corazón únicamente en la gloria de Dios. Cuando estamos rodeados por los gruñidos de los leones espirituales que se burlan de nosotros por nuestro testimonio, que nos tientan a rebajar nuestras normas, o que intentan extinguir nuestra existencia, podemos dirigirnos a nuestro Padre Celestial. A veces esto significa hacer una oración silenciosa. Otras veces puede significar mantener a Dios a la vanguardia de nuestra mente, y recordar quiénes somos en relación con Él, caminando así en silenciosa confianza lejos de las fauces abiertas que nos rodean.
Los leones cerraban sus bocas.
Muchas veces me he enfrentado a los leones espirituales que trataban de derribar mi testimonio. He hecho silenciosas oraciones para protegerme.He guardado mis estándares, compartido mi testimonio cuando era necesario, y permanecido como una hija al lado de mi Padre Celestial. He sido testigo muchas veces de los milagros de la mano de Dios haciendo guardar silencio a las personas que han intentado derribarme. Pero también ha habido momentos en que los gruñidos parecían no tener fin, a pesar de las oraciones. ¿Podría ser que el Padre Celestialmehabía abandonado? No dejó a Daniel, ¿por qué me abandonaría a mí?
Devocional de la Mañana
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Cuando me temo que el rugido está aumentando más rápido de lo que parecen venir los milagros, me dirijo a la expiación. Por el hecho de que Jesús tomó los pecados y aflicciones de todo el mundo, se hizo posible para mí estar limpia y digna de vivir en el cielo de nuevo. Su expiación actúa casi como un escudo espiritual entre mí y los leones voraces de la vida. Mientras que sus gruñidos pueden parecer ensordecedores e interminables, la expiación de Cristo me dice que hay un final para ellos, y que termina bien. La persecución que me rodea ahora será silenciada para siempre.
Aunque las Escrituras nos enseñan las historias, no siguen la misma línea de tiempo que tienen nuestras propias vidas. Enla historia, Daniel oró toda la noche. A la mañana siguiente salió del foso de los leones, y encontró a su rey con brazos amorosos. Nuestro paso por la vida puede tener leones espirituales escondidos en las sombras. Las personas que tratan de silenciar nuestro testimonio pueden intentarlo por el resto de nuestras vidas. Pero en la otra vida vamos a salir de este foso cruel y estaremos en los brazos de un rey, nuestro Rey Celestial amoroso. La promesa de esta bendición hace que nuestra devoción sea dulce, nuestras oraciones más significativas, y la conexión con nuestro Padre Celestial más sagrada y real.
Nanette ONeal – ha escrito 7 Artículos en este sitio.
Nanette O’Neal ha sido una miembro activo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde su conversión en 1989. Ella vive en New Jersey como esposa y madre, autora y músico.
