Con frecuencia, Sherilyn Clarke Stinson, la primera mujer comisionada de Servicios para la Familia de la Iglesia, comparte algo con sus clientes sobre el matrimonio.
“En el mundo preterrenal, estábamos solteros. Nos volvimos muy, muy buenos estando solteros.
El matrimonio y hacer todo lo que aprendemos con una pareja es una experiencia nueva para nosotros, y se siente incómodo y difícil. Sin embargo, existe una razón por la que esto sucede.
Debemos recordar que lo mencionado forma parte de nuestra pasantía, por así decirlo, tanto para el matrimonio como para el momento en el que nos convirtamos en padres.
Somos pasantes en este proceso, requerirá mucho trabajo y cometeremos muchos errores. Pienso que es importante recordar eso”, dijo Stinson en una reciente entrevista de podcast.
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Mientras hablaba con los anfitriones del podcast, Stinson hizo referencia a un artículo del Dr. Bill Doherty. En el artículo se explica un desafío que el mundo enfrenta hoy en día en el matrimonio, se llama la mentalidad del “consumidor”.
Esto significa que las personas pueden tener la actitud de ver cómo se desarrollará un matrimonio en lugar de comprometerse con él.
No obstante, el matrimonio es eterno, dijo Stinson, por lo que hay mucho tiempo para resolver las cosas, y no seremos celestiales al final de esta vida.
Stinson dijo que debemos darnos cuenta de que existen diferentes etapas en el desarrollo del matrimonio y no debemos rendirnos al primer inconveniente. Desde comenzar como pareja hasta una posible crisis de la mediana edad y envejecer juntos.
Mientras una pareja atraviesa un viaje juntos, habrá obstáculos en el camino. Asimismo, existe la realidad de que cada cónyuge esté atravesando un viaje individual.
“Creo que a veces nos enfocamos demasiado en este pensamiento:
‘Si soy digno y me caso con una persona digna o con alguien de quien estoy enamorado, habremos llegado al destino’, en lugar de reconocer que, está bien, ahora estás listo para participar en este curso.
Sin embargo, solo has elegido a alguien con quien tomar este curso y aquí es cuando comienza el trabajo”, dijo.
Cuando Stinson y su esposo se comprometieron, tuvieron una experiencia difícil al aprender a trabajar juntos. No obstante, eso no significó que su compromiso fuera un error.
Superar esos desafíos les permitió tener un maravilloso primer año de matrimonio. Ahora, después de 46 años, apenas están empezando a entender cómo funcionan las cosas.
Stinson recomendó tener una estrategia en el matrimonio para cuando surjan los problemas, desde presupuestar recursos hasta ser intencional en la crianza de los hijos.
Identificar los principios rectores también puede ayudarte a ser coherente en tu matrimonio y familia.
“Una de las cosas que he observado que es probablemente una de las más importantes es que, con frecuencia, las parejas no logran abordar los problemas del matrimonio y la familia con un plan estratégico.
A mí me llama mucho la atención que cualquier otra corporación o empresa emergente tenga un plan estratégico y muy pocas parejas tengan un plan con el que abordar asuntos sobre su matrimonio y familia.
Creo que muchas veces eso es algo muy importante porque entonces tu plan estratégico te guía a través de decisiones importantes en lugar de ‘Mis deseos, sus deseos’”.
Stinson reconoció que no todas las personas tendrán la oportunidad de casarse o tener hijos en esta vida y señaló que no debemos sentirnos mal por ello.
Stinson tuvo una experiencia personal con la infertilidad. Sin embargo, la adopción le dio la oportunidad de convertirse en madre de tiempo completo.
“Permite que las cosas sucedan, permite que el Señor te bendiga según la variedad de opciones que tiene en mente para ti”.
Fuente: LDS Living