¿Por qué los domingos es el día de reposo y no los sábados? A continuación una breve argumentación.La palabra shabbat proviene de la palabra hebrea que significa reposo. Antes de la resurrección de Jesucristo, el día de reposo conmemoraba el día en que Dios descansó después de haber terminado la Creación. Era una señal del convenio entre Dios y Su pueblo. En el libro de Génesis leemos que Dios creó los cielos y la tierra en seis períodos a los cuales llamó días: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y reposó el día séptimo de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó” (Génesis 2:2–3).
Ahora el día de reposo también conmemora la resurrección de Jesucristo.
El día de reposo es cada séptimo día y es un día santo en el cual Dios nos ha mandado que descansemos de nuestras labores cotidianas y lo adoremos.
En los primeros días de la tierra, Dios consagró el día séptimo como el día de reposo ( Génesis 2:2–3). Desde los primeros tiempos, la tradición de consagrar el día séptimo se ha preservado entre los diferentes pueblos de la tierra. Dios renovó entre los israelitas el mandamiento con respecto a ese día cuando les dijo: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8). El que santificaran el día de reposo era también una señal de que los israelitas eran Su pueblo del convenio
“Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones como convenio perpetuo.” ( Éxodo 31:12–13, 16).
¿Por qué se cambió el día de reposo del séptimo día al primero?
Hasta Su Resurrección, Jesucristo y Sus discípulos honraron el séptimo día como el día de reposo. Después de que el Señor resucitara, se consagró el domingo como el día del Señor en memoria de Su resurrección en ese día.
“Y el primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.” ( Hechos 20:7). Desde esa época, Sus discípulos observaron el primer día de la semana como el día de reposo; en ambos casos, eran seis días de labor y uno de descanso y devoción.
El Señor nos ha dado un mandamiento directo y claro en estos días de que también nosotros debemos honrar el domingo, el día del Señor, como nuestro día de reposo
“ 9 Y para que más íntegramente te conserves sin mancha del mundo, irás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi día santo;
10 porque, en verdad, este es un día que se te ha señalado para descansar de tus obras y rendir tus devociones al Altísimo;
11 sin embargo, tus votos se ofrecerán en rectitud todos los días y a todo tiempo;
12 pero recuerda que en este, el día del Señor, ofrecerás tus ofrendas y tus sacramentos al Altísimo, confesando tus pecados a tus hermanos, y ante el Señor.”
( D. y C. 59:9-12).
Principios del Evangelio, (2011), 138–43