Por autor invitado Major Cohen
Yo estaba en mi misión cuando el presidente Monson hizo el anuncio del cambio de la edad para los jóvenes misioneros. A lo largo de toda la iglesia, todos nos dimos cuenta de inmediato que este cambio sería algo grande, y así fue, sin duda, pero hay algunas otras diferencias que están ocurriendo ahora que tal vez no hemos tomado en cuenta aún.
Completé mi misión a Albania el 20 de marzo de 2013 y recibí el mismo consejo de mi presidente de misión y presidente de estaca que todos los misioneros y misioneras reciben al regresar: salir y encontrar a una compañera o compañero por medio de citas y comenzar una familia eterna. Bueno, en ese momento yo no había entendido realmente cómo el cambio de edad era una gran llamada de atención para muchas mujeres jóvenes que habían pensado en salir de misión, pero tenía la esperanza de encontrar muy probablemente un compañero eterno antes de los 21.
El cambio hizo posible que estas jóvenes iniciaran su obra misional casi después de salir de la escuela, sin tomar demasiado en serio las citas o asistir a más de un par de semestres de la universidad primero. La única chica elegible hasta la fecha en mi barrio de origen salió a su misión una semana después de que yo regresé a casa. ¿Cómo puede ser esto? Pues bien, cuando estas hermanas maravillosamente maduras y espirituales regresen de sus misiones, podremos salir con las versiones mejoradas de ellas que jamás hayamos conocido. Desde este descubrimiento, de hecho he querido animar a las jóvenes a salir de misión, porque sé del crecimiento personal y la madurez que viene de servir al Señor durante 18 meses.
Hay una chica con la que he salido un par de veces que tiene 19 años y me agrada. Ella es súper genial, pero yo tengo 22 años y, a veces, desearía que ella fuera un poco más madura y más fuerte espiritualmente. A pesar de que me gusta ahora, yo sé que ella crecería y se convertiría en una mejor persona luego de su misión y me gustaría animarla a ir (aunque yo no quisiera dejarle ninguna expectativa de que la esperaría si fuera a servir a una misión).
En mi opinión, ella es muy parecida a mí antes de que yo saliera a mi misión. Yo había salido con un montón de diferentes mujeres jóvenes, pero sabía que no podía tomar en serio a ninguna de estas chicas porque la misión siempre ha estado ahí esperando por mí, a que tuviera la edad suficiente para ir. No es que sea obligatorio para las chicas servir en una misión de ninguna manera, pero creo que deben considerarlo seriamente, no sólo por el bien que puede hacer servir en la viña del Señor, sino también por el crecimiento espiritual y la madurez que proviene de servir a Dios con toda nuestra alma, mente, y fuerza.
Major Cohen
La oportunidad de servir en una misión tan joven es una gran bendición para todos los que aceptan el llamado y me he dado cuenta ahora de que esos 18 meses o 2 años que cualquier misionero pasa lejos del “mundo de las citas” aumenta la felicidad de su matrimonio futuro exponencialmente, más que el tiempo que se perdieron. Animo a todas las mujeres jóvenes a considerar y orar sobre esta magnífica oportunidad de salir y ser la mayor bendición posible en la vida de los demás. Podrían sentir como que están perdiendo el tiempo, pero es el mismo que cualquier otro que se utilice en el servicio, en realidad sólo estarán invirtiendo en felicidad para ustedes, para los que las rodean, y sobre todo para su futura familia eterna.
Este artículo invitado fue escrito por Major Cohen. Major Cohen nació en California pero se crio en Alabama. Pasa su tiempo libre pensando en cosas nuevas e interesantes para hacer en su tiempo libre. Por el momento lo hace sobre todo viajando y adquiriendo experiencia laboral para su profesión deseada, ser un empleado del zoológico. Actualmente está trabajando para un viaje a Utah en la primavera y una nueva visita a Albania en la primavera de 2015.
Artículo escrito por
Major Cohen
