“Ustedes son la nueva generación y están criando a la siguiente generación”, dijo el Presidente Oaks en un devocional del sábado para los jóvenes casados.
CHICAGO – Los jóvenes casados Santos de los Últimos Días están sirviendo “en el frente” en los asuntos de gran importancia para la Iglesia.
“Ustedes son la nueva generación y están criando a la siguiente generación”, dijo el Presidente Dallin H. Oaks en un devocional del sábado para los jóvenes casados. “Están haciendo lo que es de vital importancia para la Iglesia en nuestros días. Les amamos por eso y por su fidelidad al seguir adelante con lo que es más importante para todos nosotros.”
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Una multitud inmensa llenó el Centro de Reuniones de Clark Street en una parte del centro de Windy City. Las temperaturas bajo cero en la región han captado el centro de atención de los titulares en los últimos días, y para los Santos de los Últimos Días locales la alegría de recibir a un miembro de la Primera Presidencia quizás se vio aumentada el pasado sábado gracias al las temperaturas más cálidas de esos primeros días del mes.
Muchas parejas jóvenes casadas enfrentan desafíos aparentemente insuperables, dijo el Presidente Oaks en sus comentarios. Están criando niños en entornos que van a menudo en contra de la misión y enseñanzas de la Iglesia. Un entorno donde las instituciones y líderes respetados cuestionan la existencia de lo correcto y lo incorrecto, junto con los estándares honrados por el paso del tiempo con respecto al comportamiento y las normas civiles.
Tales desafíos preocupan a la Iglesia.
“Su generación ha crecido con una avalancha de información sobre la historia de la Iglesia que es nueva para muchos y preocupa a algunos”, dijo. “Algunos de ellos cuestionan los principios honrados por el tiempo, de depender y confiar en el Señor y en sus siervos.”
Además, muchos miembros, “y seguramente ustedes están entre ellos”, viven en áreas donde son una pequeña minoría. Cada día ellos se relacionan, y a veces se rigen, por personas que tienen creencias y estándares “radicalmente diferentes”.
“Se nos enseña a amar a nuestro prójimo, pero no es fácil amar y vivir con quienes tienen estándares diferentes y, a veces, nos desafían y a nuestros estándares de manera persuasiva o incluso amenazadora”, expresó.
El Presidente Oaks dijo que los líderes de la Iglesia saben y se preocupan de las parejas de jóvenes casadas con hijos. Oran por ellos y están atentos a sus circunstancias cuando reflexionan sobre los problemas de la Iglesia.
“Por ejemplo, las voces de madres jóvenes que tuvieron grandes dificultades al cuidar a sus hijos durante las 3 horas de reuniones dominicales fueron un punto importante al considerar reducir nuestras reuniones de adoración a dos horas y la duración de las clases de la Primaria de manera proporcional.”
Las Autoridades Generales, agregó, valoran “la experiencia, la voz y la sabiduría” de las hermanas líderes, en particular la de las líderes generales de las presidencias auxiliares.
“Estas hermanas fueron consultadas con frecuencia sobre los importantes puntos de desarrollo anunciados durante el año pasado, y sus consejos estaban incorporados en todas ellos.”
El Presidente Oaks exhortó a los jóvenes padres a “elevarse a la altura de sus responsabilidades”, a guiar a sus familias con rectitud y a ser uno con sus esposas e hijos.
Reconoció que algunas parejas de Santos de los Últimos Días enfrentan conflictos sobre importantes valores y prioridades. La historia de la Iglesia y las preguntas doctrinales son temas que han llevado a algunos esposos a la inactividad. Algunos cónyuges se preguntaron cuál es la mejor manera de investigar y responder a tales preguntas.
“Yo sugiero que ‘investigar’ no es la respuesta”, dijo.
La Iglesia ofrece respuestas a muchas preguntas familiares a través de sus Ensayos sobre temas del Evangelio que se encuentran en lds.org.
“Pero la mejor respuesta a cualquier pregunta que amenaza la fe es esforzarse por aumentar la fe en el Señor Jesucristo”, dijo. “La conversión al Señor precede a la conversión a la Iglesia. Y la conversión al Señor viene a través de la oración, el estudio y el servicio, fomentada por una paciencia amorosa por parte del cónyuge y otros preocupados miembros de la familia.”
El Presidente Oaks también ofreció sugerencias sobre cómo enseñar a los niños. Responder a las preguntas difíciles de un niño es una de las cosas más importantes que un padre puede hacer.
“Cuando una pregunta se les haga difícil [de responder], como una pregunta sobre la historia de la Iglesia, sean honestos y, si es necesario, díganle que no saben la respuesta. Pero luego asegúrense de decir lo que saben: ‘Sé que José Smith fue un profeta de Dios’”.
Los padres deben administrar cuidadosamente el tiempo que pasan con sus hijos, agregó. Tengan cuidado de no concentrarse en las cosas que están “bien” y dejen poco tiempo para lo que es “muy bueno o mucho mejor”.
“Las actividades en familias numerosas pueden ser buenas para los niños, pero no siempre son las mejores en cuanto a pasar tiempo uno a uno con ellos como un padre amoroso.”
El Presidente Oaks también alentó a los padres a estudiar los muchos consejos en cuanto al tema sobre las familias del Presidente Russell M. Nelson, que incluyen “contenido valioso” que se puede enseñar a los niños.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está centrada en la familia. Sus mayor aspiración es perpetuar las relaciones familiares a lo largo de la eternidad.
“En nuestra teología y en nuestra práctica, la familia y la Iglesia tienen una relación que se refuerza mutuamente”, expresó. “La familia depende de la Iglesia por sus actividades y por sus doctrinas y ordenanzas gobernadas por las llaves del sacerdocio. La Iglesia existe para proporcionar esos recursos únicos que perpetuarán las relaciones familiares en las eternidades. El sacerdocio preside en cada uno [de ellos].”
Los líderes de la Iglesia y los maestros deben aprovechar cada oportunidad posible para reconocer su preeminencia y fortalecer la posición del hogar y la familia.
Una Iglesia fuerte, concluyó, primero requiere familias fuertes.
La esposa del Presidente Oaks, la hermana Kristen Oaks, también compartió algunas breves observaciones y su testimonio. Ella aconsejó a las jóvenes parejas casadas que se esforzaran por mantener una actitud positiva y apoyarse mutuamente. Ella dijo: “Busquen oportunidades para adorar juntos y hacer del hogar un aula de aprendizaje del evangelio.”
El Elder Wilford W. Andersen, una Autoridad General de los Setenta, y su esposa, la hermana Kathleen Andersen, junto con el Elder K. David Scott, un Setenta de Área, y su esposa, la hermana Auralee Scott, se unieron al Presidente y la hermana Oaks en el tiempo otorgado a responder preguntas.
El panel respondió a las preguntas de la audiencia sobre una variedad de temas relacionados con la familia, incluidas las consultas sobre cómo encontrar el equilibrio entre la familia y la Iglesia y los principios de los matrimonios felices.
El Elder Andersen señaló que Chicago es “un lugar especial” para el Presidente Oaks, donde estudió, enseñó y trabajó en leyes durante más de 16 años.
“Su amor por los Santos y los de ellos por él fue palpable. Su testimonio sincero y poderoso del Salvador nos alentó y fortaleció a todos. Qué privilegio fue que nos enseñara el Presidente Oaks.”
Este artículo fue escrito originalmente por Jason Swensen y fue publicado originalmente por thechurchnews.com bajo el título “President Oaks’ advice to young married couples in Chicago on how to tackle faith-threatening questions”