Sabemos que la relación entre la gracia y las obras es importante para nosotros, y una manera de aprender más acerca de ellas es entendiendo la diferencia entre salvación y exaltación.
La inmortalidad, la salvación y la vida eterna se usan indistintamente en el cristianismo y, a veces, los mormones también los usan indistintamente.
Pero no son lo mismo.
Comprender su verdadero significado nos permite entender mejor los mandamientos y a otros cristianos. Pero lo que es más importante, comprender la diferencia entre salvación y exaltación es clave para entender la relación entre la gracia y las obras.
“Los cristianos a menudo han discutido sobre si lo que conduce al cristiano de vuelta a casa son las buenas acciones, o la fe en Cristo … me parece algo así como preguntar cual de las dos cuchillas de una tijera es la más útil”.
C.S. Lewis, Mero Cristianismo
Inmortalidad
La inmortalidad es el estado de un cuerpo resucitado.
Por Jesucristo, todos los que han recibido un cuerpo serán resucitados y recibirán un cuerpo inmortal.
Estos cuerpos serán cuerpos de carne y hueso como el cuerpo que Jesucristo tuvo cuando resucitó (Lucas 24:19).
Este don es dado a todos, incluso a aquellos que se convierten en hijos de perdición en esta vida, serán resucitados. (Ver Guía de las Escrituras, Hijos de la Perdición)
“La buena noticia es que todos serán resucitados. ¡Todos volverán a vivir!”
Élder Hartman Rector, Jr.
Salvación por medio de la Gracia
Debido a que todos pecamos, todos necesitamos ser salvos de los efectos del pecado. La salvación es vencer el pecado a través de la gracia de Jesucristo. La Salvación general está en entrar a cualquiera de los Tres Reinos del Cielo.
A causa de la gracia de Cristo, todos los que reciben la inmortalidad serán salvados de esta segunda muerte y entrarán en el reino de los cielos, excepto los pocos hijos de perdición (DyC 76: 32-39).
Recientemente le pregunté a un evangélico: “¿Cómo uno puede salvarse?”, él repondió: “Por medio de la gracia”. Cuando le pregunté qué significaba, me explicó que cuando aceptas a Cristo y te arrepientes, eres salvo por la gracia.
Tiene razón, la Salvación general requiere dos cosas: aceptar a Cristo (fe) y arrepentirse de sus pecados.
Jesucristo enseñó que arrepentirse es “confesar” y “abandonar” el pecado. (DyC 58:43). Esto es lo que la mayoría de las iglesias cristianas enseñan.
Esto los calificará para el reino terrestre del cielo.
“Su gracia es el poder habilitador que permite el acceso a los reinos de Dios de la salvación. Por Su gracia, todos seremos resucitados y salvos en un reino de gloria “.
Vida eterna alias Exaltación
Como Santos de los Últimos Días, no solo buscamos la salvación general en cualquier reino de los cielos. Deseamos una plenitud de salvación, que es ser exaltado o en otras palabras, recibir la vida eterna en el Reino Celestial.
Para recibir la plenitud de la salvación debemos aceptar la plenitud del Evangelio con todas sus ordenanzas. Sólo en este contexto es posible reconciliar la necesidad de la gracia y las obras. Uno podría decir con razón, “somos exaltados por la gracia, después de todo lo que podemos hacer”.
El Padre Celestial nos ama. Debido a Su amor, Él desea que cada uno de Sus hijos disfrute no solo de la Salvación, sino que desea que sean exaltados y disfruten de la vida eterna.
Dios declaró a Moisés “Porque he aquí esta es mi obra y mi gloria, llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39).
Así como un profesor enseña cómo obtener una A + y no una B – o una C + Dios no suele enseñar los requisitos para que no nos quedemos cortos de alcanzar la vida eterna.
Debido a esto, los profetas, modernos y antiguos, solo enseñan los requisitos para la exaltación.
Sobre este punto, Bruce R. McConkie enseñó en el Ensign de abril de 1971 dijo, “casi sin excepción, cuando las escrituras hablan de salvación, significan salvación completa; con este entendimiento, las ordenanzas de la salvación podían ser llamadas con exactitud las ordenanzas de la Exaltación, y el tercer artículo de la fe podía ser leído, “Creemos que a través de la Expiación de Cristo, toda la humanidad puede ser exaltada , por obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio “.
No sólo creemos que todos los hombres pueden ser exaltados, sino que creemos que Dios quiere que todos sus hijos sean exaltados en el reino celestial. Por lo tanto, Él nos manda construir templos para ofrecer estas elevadas ordenanzas a todos los que han vivido.
Él también envía a Sus profetas y apóstoles y misioneros a declarar la plenitud del Evangelio a toda nación, tribu, lengua y pueblo; incluso a otros cristianos que ya creen en Jesucristo y Su gracia.
Todo lo que hacemos en la Iglesia es posibilitar que todos participen no solo de la gracia y la salvación sino también en la exaltación en el Reino Celestial. Por lo tanto, uno podría decir con justicia, que es la gracia de Dios la que nos salva, y nuestras obras que nos permiten ser exaltados.
De ahí que el apóstol Santiago escribió que “la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” Porque la salvación sin exaltación es insuficiente para el plan que Dios tiene para nosotros.
“Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, aspiramos a algo inimaginablemente mayor. Es exaltación en el reino celestial “.
Este artículo fue escrito originalmente por My Life By Gogogoff y fue publicado en ldsliving.com, con el título How Understanding the Difference Between Salvation and Exaltation Helps Us Understand Grace Español © 2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company | English © 2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company