He estado pensando bastante en cuanto al tipo de legado que dejamos cuando pasamos a mejor vida. Cuando nuestra obra sobre esta tierra se termine, ¿se nos recordará como queremos que se nos recuerde?
Recuerdo haber visto un programa de televisión hace tiempo en el que una madre y su hijo pasaban un tiempo muy difícil. La madre admitió que nunca había sido una verdadera madre para su hijo. Su hijo, ahora un joven adulto, era una persona amargada y no quería ningún tipo de relación con su madre. La madre estaba desesperada por hacer una conexión con su hijo y ser parte de su vida nuevamente. Uno de los consejos que la madre recibió del terapeuta fue de escribir so propio discurso fúnebre. Se le pidió que lo escribiera específicamente desde el punto de vista de su hijo. El propósito del ejercicio (como yo lo entendí) era que esta madre viera exactamente lo que necesitaba mejorar como madre con las esperanzas de inspirarla para esforzarse por lograrlo.
Así que estos últimos días mientras meditaba en los tipos de legados que dejamos, no pude evitar pensar en lo que se dirá de nosotros cuando ya no estemos aquí. ¿Se nos recordará como padres amorosos que enseñaron a sus hijos a amar al Señor? ¿Hablarán bien de nosotros nuestros hijos por nuestros ejemplos justos en sus vidas? El ser padre es difícil. De hecho es el trabajo más difícil que conozco. Por otro lado, es el trabajo más gratificante que yo he tenido.
¿Qué dirán de nosotros nuestros hijos cuando ya no estemos? ¿Nos recordaran cariñosamente como “no completamente perfectos” pero aun así padres maravillosos? Encontramos un ensayo que escribió nuestro hijo cuando estaba en su último año de secundaria en el que escribió acerca de su padre. Intituló su ensayo: “No completamente perfecto, pero todavía lo quiero.” Mi esposo atesora este ensayo como uno de los más altos elogios que jamás ha recibido.
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo (también conocidos como mormones) consideran el criar a los hijos como un llamamiento o un deber sagrado. En una proclamación titulada: “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, la primera presidencia aconsejó:
“El esposo y la esposa tienen la solemne responsabilidad de amarse y cuidarse el uno al otro, y también a sus hijos. “He aquí, herencia de Jehová son los hijos” (Salmos 127:3) Los padres tienen la responsabilidad sagrada de educar a sus hijos dentro del amor y la rectitud, de proveer para sus necesidades físicas y espirituales, de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, de guardar los mandamientos de Dios y de ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los esposos y las esposas, madres y padres, serán responsables ante Dios del cumplimiento de estas obligaciones.”
Dentro de nuestras comunidades, ¿se nos recordará como personas que vivieron una vida de servicio y caridad hacia todos? “La misión más importante de la Iglesia es invitar a todos a venir a Cristo” (Élder David A. Bendar). Como mormones, nuestro deseo sincero es compartir el gozo del Evangelio de Cristo con todos los que quieran escuchar.
Amigos, en las palabras de Moroni en el Libro de Mormón, les extendemos esta invitación: “Y otra vez quisiera exhortaros a que vinieseis a Cristo,y procuraseis toda buena dádiva y que no tocaseis el don malo ni la cosa impura” (Moroni 10:30)
Siento que debo explicar la razón por la que he estado pensando de estos asuntos últimamente es el fallecimiento reciente del Presidente Gordon B. Hinckley. ¡Qué legado ha dejado! Ha dejado un legado de esperanza, un legado de servicio a Dios y sus semejantes, un legado de justicia, un legado de inclusión en vez de exclusividad. En pocas palabras, ha dejado atrás un legado de amor. Era muy querido por su familia inmediata y por su familia de la Iglesia. Los jóvenes y los ancianos lo querían. Lo querían los que estaban cerca y los que estaban lejos.
Hay excelentes tributos en video al Presidente Hinckley disponibles en YouTube y otras páginas en línea. Muchas de ellas incluyen citas y mensajes del presidente Hinckley. Si no las ha visto todavía, por favor hágalo. Tambien quiero compartir algunas presentaciones del Presidente Hinckley que quizás no ha tenido la oportunidad de ver. Una viene de la Universidad de Brigham Young (Provo) y la otra viene de la Universidad Brigham Young (Hawaii).
Gordon B. Hinckley 1910-2008
Presidente Hinckley
Tal vez no dejemos un legado tan grande como el del presidente Hinckley pero todos podemos dejar un legado de amor.
Por Moira Tyrell el 13 de febrero de 2008 .