En esta lección de la escuela dominical estudiaremos Jacob 1-4 y aprenderemos a sentir un mayor deseo de magnificar nuestros llamamientos, de ser castos y de invitar a otras personas a buscar el Reino de Dios. Es necesario que entendamos que magnificar significa engrandecer, aumentar en importancia, hacer que se tenga mayor estima o respeto y que todo esto conduzca a encontrar el reino de Dios.
Antes de que Nefi muriera entregó a sus hermanos menores, Jacob y José, la responsabilidad del bienestar espiritual de los nefitas. Jacob sintió el peso de su llamamiento y se lamentó por el creciente orgullo que hacía que su pueblo fuera codicioso e inmoral. Les exhortó firmemente a arrepentirse, o sea, a reconciliarse con Dios a través de la Expiación.
Para mayor información puedes estudiar la clase anterior: Seguir adelante en Cristo
Jacob magnifica el llamamiento que recibe del reino de Dios.
Analicemos el primer capítulo de Jacob. Teniendo en cuenta que, Jacob era hijo de Lehi y Saríah y que nació en el desierto. El vio al Salvador en su juventud, y fue ordenado al sacerdocio. Llegó a tener a su cargo el cuidado de las planchas menores y sucedió a Nefi en el ministerio y reino de Dios.
- Nefi le entrega a Jacob las planchas menores dando instrucción que grabe y persevere información. (Jacob 1:5-8) ¿Qué nos enseñan estos versículos en cuanto a algunas de las cosas de nuestra vida de las cuales debemos dejar un registro?
- Jacob escribió que su pueblo “amaba a Nei en extremo” (Jacob 1:10) ¿Qué han sentido ustedes por las personas que han trabajado para servirles?
- ¿Qué quiso decir Jacob cuando dijo que primeramente había “obtenido su mandato del Señor” antes de enseñar al pueblo? (Jacob 1:17-18) Nosotros obtenemos mandato del Señor cuando somos llamados y apartados.
- ¿Qué dijo Jacob que sucedería si él y José no enseñaban al pueblo con diligencia? (Jacob 1:19)
Jacob amonesta contra el amor a las riquezas, el orgullo y la falta de castidad
Analicemos Jacob 2-3 encontraremos como las riquezas terrenales y el orgullo son un gran impedimento para buscad el reino de Dios.
- Al predicar al pueblo de Nefi, Jacob dijo que “más que nunca le agobiaba el peso de un deseo y afán mucho mayor” (Jacob 2:3)
- ¿Por qué se convirtió la búsqueda de riquezas materiales en una piedra de tropiezo para los nefitas de la época de Jacob?
El presidente Spencer W. Kimball enseñó:
“La posesión de riquezas no constituye un pecado necesariamente. Son embargo, el pecado puede resultar de la adquisición y el uso de las riquezas… ‘Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre’ (2 Timoteo 6:10-11)
“La historia del Libro de Mormón elocuentemente manifiesta el efecto corrosivo de la pasión por las riquezas… Si el pueblo hubiera usado sus riquezas para buenos propósitos, podrían haber disfrutado de una posteridad continua, pero parecía que no eran capaces de ser al mismo tiempo ricos y justos durante largos periodos” (El Milagro del perdón, páginas 45-46).
- Después de amonestar al pueblo en cuanto al orgullo y al amor las riquezas Jacob los llamó al arrepentimiento por su conducta inmoral. ¿Cómo justificaban los nefitas su conducta moral y cómo la justifican en estos tiempos? Jacob 2:23-24.
El presidente Ezra Taft Benson sugirió cinco pasos que se deben tomar para recibir el perdón por la falta de castidad:
- Termine con cualquier situación que los haga pecar o que los pueda llevar al pecado.
- Pidan al Señor que les dé el poder para vencer la tentación.
- Permitan que sus líderes los ayuden a resolver la transgresión y a volver a tener una relación con el Señor.
- Beban de la fuente divina y llenen su vida con fuentes positivas de poder.
- Recuerden que por medio del arrepentimiento sincero pueden volver a estar limpios.
Jacob testifica de la expiación de Jesucristo
Escudriñemos el capítulo 4 de Jacob
- Como lo hacen los líderes inspirados por el Señor, Jacob terminó de exhortar al pueblo al arrepentimiento y testificó de la esperanza de recibir perdón por medio de la Expiación.
¿Cómo nos ayudan las Escrituras y los profetas a obtener un testimonio de la Expiación?
- A los judíos les encantaba explicar textos de Escritura difíciles, pero no los podían entender por falta de fe y por no contar con la ayuda del Espíritu Santo. Despreciaban las palabras de claridad de las Escrituras y buscaban la salvación de alguna otra manera que fuera Jesucristo. Ellos traspasaban lo señalado. (Jacob 4:14)
- ¿En qué forma a veces “traspasamos lo señalado” en el diario vivir? ¿Cómo podemos ser más diligentes para recordar la importancia que tiene el Salvador en nuestra vida?
“Y además, te digo que no se dará otro nombre, ni otra senda ni medio, por el cual la salvación llegue a los hijos de los hombres, sino en el nombre de Cristo, el Señor omnipotente, y por medio de ella.” (Mosíah 3:17)