“Como la persona que estuvo con José [Smith] desde el principio hasta el final del proceso de traducción [del Libro de Mormón] y que le brindó una asistencia inconmensurable de diversas maneras, se puede decir que Emma Smith estuvo más involucrada en la salida a la luz del Libro de Mormón que cualquier otra persona además de José”, escribieron las eruditas Amy Easton-Flake y Rachel Cope en su artículo, “A Multiplicity of Witnesses: Women and the Translation Process”.
Sin embargo, pocos Santos de los Últimos Días comprenden la profundidad del papel de Emma en la aparición del Libro de Mormón. ¡Echemos un vistazo a lo que hizo Emma Smith y cómo puede inspirarnos hoy!
La “persona correcta”
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Cuando José Smith visitó el cerro Cumorah, se le indicó que el siguiente año llevara a la “persona adecuada” con él para recibir las planchas. El Señor le dijo a José que esta persona era su hermano mayor, Alvin.
Sin embargo, Alvin murió solo dos meses después de que se le diera esta indicación. Entonces, se le ordenó a José que llevara a Emma, su esposa.
Emma acompañó a José el 22 de septiembre de 1827 para que finalmente pudiera recuperar las planchas, lo esperó al pie de la colina en su carro jalado por caballos.
En su bendición patriarcal, el Señor le recordó a Emma el momento sagrado:
“Siempre recordarás la gran condescendencia de tu Dios al permitirte que acompañaras a mi hijo cuando el ángel entregó el registro de los nefitas a su cuidado”.
La voz de advertencia
Debido a la intensa persecución, José se vio obligado a mantener las planchas ocultas hasta que pudiera comenzar la obra de traducción.
Dos días después de recuperar las planchas, un grupo de hombres hizo un plan para encontrarlas y robarlas.
Su suegro le contó a Emma sobre ese plan. Emma no perdió el tiempo y se montó en su caballo para advertir al respecto a José, que se había ido a trabajar a un pueblo cercano.
Regresaron de inmediato y José sacó las planchas de su escondite. Después de múltiples ataques a ellos y sus propiedades, José y Emma se llevaron las planchas a su casa en Harmony, donde comenzaría oficialmente la traducción.
La primera escriba
Emma actuó como la primera escriba de José Smith mientras traducía el Libro de Mormón.
Si bien nunca sabremos qué cantidad registró del Libro de Mormón, los relatos históricos indican que su trabajo fue extenso.
Emma “escribía con frecuencia día tras día, a menudo sentada en la mesa cercana a él [José Smith]… dictando horas tras hora”.
Su trabajo como escriba se erige como una importante testigo femenina de la Restauración. Casi 50 años después, Emma le dijo a su hijo:
“Mi creencia es que el Libro de Mormón es de autenticidad divina; no tengo la más mínima duda al respecto. Estoy convencida de que ningún hombre habría podido dictar los manuscritos si no hubiese sido inspirado…
José Smith no era capaz de escribir ni dictar una carta coherente y bien formulada, ni mucho menos un libro como el Libro de Mormón…
Y, aunque participé activamente en estos acontecimientos tan notorios, y estuve presente durante la traducción de las planchas…, me parece maravilloso, ‘una obra maravillosa y un prodigio’, tanto como a cualquier otra persona”.
Las planchas físicas
Emma no solo recibió un testimonio de la obra divina de su esposo, sino que también fue testigo de la verdad física de las planchas.
Aunque nunca manipuló ni vio las planchas directamente, levantaba y movía las planchas cubiertas al limpiar. Además, las veía constantemente debajo de la cama y en su mesa.
Ella palpaba su contorno y forma con las manos e incluso informó que las planchas “parecían ser flexibles como papel grueso y crujían con un sonido metálico cuando los bordes se movían con el pulgar, como a veces se hace con los bordes de un libro.”
Emma, al igual que muchas otras mujeres, nos proporciona un poderoso testimonio de la veracidad del Evangelio de Jesucristo.
Conocer su historia puede ayudarnos a desarrollar fe y verdad en el Señor, así como lealtad y fuerza inquebrantables.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Aleah Ingram y fue publicado en ldsdaily.com con el título “Emma’s Role in the Coming Forth of the Book of Mormon”.