Aunque todos conocemos su nombre, la mayoría de la gente sabe muy poco sobre Cristóbal Colón y el modo en que le dio forma al mundo moderno. Menos aún aprecian el papel que desempeñó en la restauración y en la apertura de la última dispensación.
Al mediodía de la quincena de marzo de 1493, una pequeña nave de madera llegó al Puerto de Palos, España. No era un gran buque, su cubierta era de sólo unos 55 metros de largo. Estaba desgastada pero construida sólidamente y parecía que acababa de ser pulida. Se la llamó Santa Clara, pero por lo general le conocía como la “Niña” debido a su dueño; Juan Niño de Moguer. La Niña había sido vista por última vez en Palos el 3 de agosto de 1492, navegando por la marea baja con otras dos naves; la Pinta yla Santa María, como parte de un intento por llegar al Oriente, navegando hacia el oeste a través de las aguas inexploradas.
Una multitud se congregó rápidamente para recibir a la tripulación que remaban hasta la orilla en un pequeño bote. El viaje por mar más trascendental en la historia terminó donde comenzó, en un pequeño pueblo de la costa Atlántica de España. La ciudad de Palos en la frontera con Portugal permanece relativamente desconocida, pero el nombre del capitán de marina genovés que volvió, es uno de los nombres más extensamente reconocidos en la historia: Cristóbal Colón.
“Un hombre entre los Gentiles”
En las últimas décadas, la historia de Colón ha sido bastante olvidada. Se ha convertido en parte, como un símbolo de todo lo mal que ha pasado en el mundo moderno. Se ha convertido políticamente en algo malo en todos los sentidos, hasta el punto en que en muchas universidades, el Día festivo asignado a Colón ha pasado a denominarse “caída.” Pero para los Santos de los Últimos Días, Colón siempre tendrá lugar especial. 
Cuando por primer vez leí el Libro de Mormón como un adolescente joven, la profecía de Nefi sobre Colón era uno de los pocos versos que claramente entendí:
“Y miré, y vi entre los gentiles a un hombre que estaba separado de la posteridad de mis hermanos por las muchas aguas; y vi que el Espíritu de Dios descendió y obró sobre él; y el hombre partió sobre las muchas aguas, sí, hasta donde estaban los descendientes de mis hermanos que se encontraban en la tierra prometida.” (1 Nefi 13:12)
Años más tarde, como Presidente de Misión en España, llevaba a todos los misioneros que recién llegaban directamente del aeropuerto o de la estación del ferrocarril, hacia la cumbre de un castillo grande con una vista de Barcelona y el Mar Mediterráneo. Mirando el “campo de la misión”, leíamos juntos el corto versículo de Nefi sobre Colón, que, como estos nuevos misioneros, vino a una tierra extranjera con una idea valiente pero impopular y encontró el éxito.
Al regreso triunfal de su gran viaje de descubrimiento, Colón viajó a Barcelona donde el rey Fernando y la Reina Isabel se mantenían en la Corte. Allí, en el antiguo Palacio del Reino, informó a los Reyes sobre su viaje que cambió el mundo. A menudo, visito la pequeña plaza frente al viejo Palacio e imagino a Colón de cabellos plateados, espléndido como un senador romano, subiendo las gradas para saludar a los Reyes, seguidos de un desfile que incluyó loros vivos, indios exóticos y maravillosos artefactos de oro.
Fue en Barcelona donde leí, por primera vez, una declaración por Colón en el que declaró que fue inspirado y motivado por el Espíritu Santo para llevar a cabo su travesía por el mar. Me impresionó su declaración de la guía divina, como parecía describir el cumplimiento literal de la profecía de Nefi. Quedé intrigado por este hombre que es tan ampliamente reconocido, pero tan poco conocido, y comencé a leer y a investigar la vida de este famoso descubridor.
Porque Colón Navegó
Nefi nos dice qué Colón cruzaría el gran océano de la tierra de los Gentiles hacia la tierra de Lehi. Que Colón hizo en realidad esto, es uno de los hechos más ampliamente conocidos de la historia. No puede haber sido el primer europeo en cruzar el Atlántico, pero ningún viaje anterior tuvo ningún impacto duradero en la historia.
“Sólo con la empresa de Colón,” escribió el historiador italiano Paolo Taviani; “hizo que Europa, Islam, India, China y Japón conozcan la existencia de un nuevo mundo. Y eso cambió profundamente el curso de la historia humana.”
Mientras todo el mundo sabe lo hizo Colón, por qué lo hizo es objeto de muchas especulaciones y discusiones entre los historiadores. ¿De dónde vino la idea de alcanzar el Este navegando hacia el Oeste? ¿Por qué siguió insistiendo con tal convicción después de que su oferta se rechazó una y otra vez tanto en Portugal como en España?. Cuando su oferta le trajo la burla y el rechazo, ¿por qué siguió insistiendo en que podría cruzar el océano? ¿Y por qué estaba tan firmemente seguro que podría hacer lo qué nadie más había hecho y qué todos los demás pensaban que era imposible?.
Nefi nos dice por qué Colón navegó; “Contemplé el Espíritu de Dios, que bajó y trabajó sobre el hombre”. Y mientras que los historiadores pueden debatir los motivos de Colón, desde su escritura parece que Colón mismo sabía por qué hizo lo que hizo:
“Con una mano que se sentía, el Señor abrió mi mente al hecho de que sea posible navegar, y había abierto mi voluntad de desear poder llevar a cabo el proyecto. . . . Este fue el fuego que ardía dentro de mí. . . . Quién puede dudar de que este fuego no fue sólo mío, sino también del Espíritu Santo . . . Exhortándome a seguir adelante?”
Aunque Colón nunca tuvo acceso a la profecía de Nefi durante su tiempo, la cual fue escrita en un idioma desconocido y en planchas de oro enterradas en una colina en un continente que Colón todavía iba a descubrir, sus palabras dejan a muchos convencidos de que creía que su viaje era el cumplimiento de la profecía:
“El Señor propuso que debería existir algo milagroso claramente en este asunto del viaje a las Indias…. Pasé siete años aquí en [la] corte real discutiendo a este tema con las principales personas en todas las artes aprendidas, y su conclusión fue que todo fue en vano. Ese fue el final, y se rindieron. Pero luego todo salió tal como nuestro Redentor Jesucristo había dicho, y como él había hablado antes por boca de sus santos profetas.”
Quizás el aspecto más notable de la vida de este hombre notable es realmente cuánto parece que entendió su misión profética y su lugar en la historia.
¿Por qué Nefi seleccionó sólo a Colón?
En los 42 versiculos de 1 Nefi 13, Nefi identifica a una sola persona: el “hombre entre los Gentiles” que conocemos como Cristóbal Colón. ¿Por qué Nefi se centró en Colón y no en Martin Lutero, George Washington u otras personas que desempeñaron un papel importante en la preparación del camino de Joseph Smith?
Una posible respuesta parece encontrarse en la historia. Colón no sólo descubrió América; Él descubrió la vía hacia América. Abriendo el secreto de los vientos alisios, hizo el viaje entre Europa y el nuevo mundo predecible y comercialmente viable.
Y eso cambió todo.
En nuestro mundo moderno, donde podemos ver todos los rincones del mundo en línea, es difícil apreciar el impacto del descubrimiento de Colón de un continente nuevo e insospechado. Colón cuenta que su primer viaje, publicado justo semanas después de su regreso, se convirtió instantáneamente en un best-seller, pasando a través de tres impresiones en Roma antes del final del año. Sus descubrimientos encendieron un reguero de pólvora intelectual que se extendió por toda Europa.
Sólo 11 años después de la muerte de Colón en 1506, Martín Lutero envió a sus 95 tesis al obispo de Mainz, iniciando la Revolución Protestante. Siete años después de Lutero, William Tyndale tradujo la Biblia al inglés. La Biblia en inglés inspiró el movimiento separatista de Inglaterra, llevando a la travesía de los peregrinos en 1620 y la gran migración puritana hacia América a principios de 1630. En 1776, los descendientes de aquellos primeros inmigrantes declararon una nación independiente y defendieron esa declaración por medio de una guerra en la que milagrosamente derrotaron a la mayor potencia militar del planeta en ese momento. Fue en esta nueva nación que un joven; Jose Smith fue a un bosque de árboles temprano en la mañana de un día de primavera en 1820 y más tarde recibió y tradujo un antiguo registro que contenía la profecía de Nefi sobre Cristóbal Colón.
¿Entonces, por qué seleccionó Nefi a Colón? Tal vez fue porque ninguna otra persona tendría un impacto de este tipo de preparar al mundo para la Restauración. Al igual que los historiadores marcan 1492 como el año comenzó la edad moderna, es en muchos aspectos el año que la Restauración comenzó. Ningún viaje de ningún hombre en toda la historia registrada desde Noé, cambiaría el mundo ciertamente y totalmente como el gran viaje del descubrimiento de Cristóbal Colón. Este descubridor abrió lo que Jehová había encerrado, la tierra prometida de las Américas, y puso en marcha una serie de acontecimientos que culminarían con Jose Smith y la restauración. Incluso sin el conocimiento de la restauración, el historiador del siglo XVI Francisco López de Gómara proclamó que el viaje de Colón era; “el evento más grande desde la creación del mundo, a excepción de la encarnación y muerte de el que lo creó”.
Colón, el Hombre
La opinión popular de Colón hoy es que él era un ávido buscador de oro, empeñado en esclavizar al pacifico pueblo nativo, estropeando el medio ambiente sin contaminación, y de establecer la esclavitud en el Nuevo Mundo. Pero esta opinión contradice los propios escritos de Colón. Hugh Nibley comentó; “la mayor parte de lo misterioso y contradictorio de la historia de Colón, proviene de la negativa de los expertos de creer lo que él les dice. ¡Dicen que era un mentiroso escandaloso cuando realmente decía la verdad!”
Cuando uno acepta las palabras de Colón por su valor nominal, un Colón muy diferente surge del hombre vanidoso, arrogante, codicioso y autopromocionado en gran parte de la literatura actual. Lo que surge es un hombre que, en lugar de arrogante, es firme en sus convicciones; un hombre no tan codicioso y vanidoso como interesado en la equidad y la justicia; un inmigrante en España que hace una contribución inestimable a su país de adopción, sufriendo gran riesgo personal para hacerlo, pero que nunca logra la aceptación otorgada a los hijos nativos, que hacen más daño que bien. Y más que nada, lo que emerge es un hombre de gran fe, inspirado por el Espíritu Santo para hacer una gran cosa y que, contra todo pronóstico, logra su misión divina y cambia el mundo.
En fin, Colón y los logros de su fama universal son un reflejo de su fe personal. “Pedro salió sobre el agua”, escribió, “y en la medida en que su fe se mantuvo firme, anduvo sobre el mismo. . . . Nadie debe tener miedo de emprender cualquier proyecto en el nombre de nuestro Salvador, si es una causa justa y si tiene la intención pura de su santo servicio.” La fe de Colón permaneció lo suficientemente firme para permitirle, como Pedro, salir sobre el agua.
“La Historia”, señaló Felipe Fernández-Armesto, autor de Colón, en sí mismo, “tiene las mejores historias de todo el mundo y la vida del hijo de la tejedora que descubrió que América, apenas podría ser igualado ni siquiera por la imaginación más inventiva”. Es una historia que vale la pena descubrir de nuevo.
Para saber más sobre Cristóbal Colón y su papel divino en: “Cristobal Colón: un hombre entre los gentiles” , disponible en Deseret Book y deseretbook.com.
Escrito por:Clark B. Hinckley
Fuente: http://ldsliving.com/story/77060-what-you-should-know-about-christopher-columbus-and-the-restoration
