Por Terrie Lynn Bittner
Los mormones utilizan varios volúmenes de escrituras, incluyendo la Biblia, el Libro de Mormón, la Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio. El Libro de Mormón le ha dado el apodo que con frecuencia es dado a los mormones, pero el nombre real de la religión es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La primera parte nos dice de quién es la Iglesia. En el Libro de Mormón, Jesús explica que una iglesia pertenece a quien le deba su nombre, así que Su iglesia debe llevar Su nombre. La segunda parte diferencia a los primeros Santos de aquellos en la iglesia restaurada hoy en día.
Los mormones estudian las escrituras en una rotación de cuatro años, con la Biblia ocupando dos años, el Libro de Mormón un año, y la Historia de la Iglesia y Doctrina y Convenios otro año. La Perla de Gran Precio también está incluida en otras clases según sea apropiado.
¿Los mormones creen en la Biblia? Obviamente sí, dado que es estudiada por dos años cada cuatro por los adultos, jóvenes y niños mayores, y cada dos años para los niños menores. Los adolescentes la estudian otros dos años adicionales (están estudiando el Nuevo Testamento este año) en una clase muy temprano en la mañana o en la noche realizada los días de semana.
Traducción de la Biblia
Los mormones creen que la Biblia es correcta hasta donde ha sido traducida correctamente. Algunas personas se ofenden por esta sugerencia como si fuera que su copia puede no ser perfecta. Sin embargo, la Biblia no fue escrita en inglés. Dentro del idioma inglés, ha sido traducida muchas veces y estas traducciones a menudo varían drásticamente. Un sitio web popular de paralelos entre Biblias ofrece treinta versiones sólo en inglés. Cada idioma tiene sus propias traducciones. Los mormones utilizan la Biblia del Rey Santiago en inglés y de Reina-Valera en español.
Si alguna vez ha estudiado otro idioma, sabe que no existe una traducción exacta. A menudo las palabras no tienen una traducción exacta o puede haber múltiples formas de traducir la palabra. Además, las palabras cambian su significado a través del tiempo. El significado de una palabra hoy, puede no ser lo que significaba en el tiempo de la traducción, así que aun si fue traducida con precisión en el momento en que se realizó la obra, los lectores pueden malinterpretar el significado.
Una razón por la que Wycliffe, que tradujo por primera vez la Biblia al inglés, fue asesinado es porque la iglesia católica se opuso no sólo a los esfuerzos de traducción, sino a algunas traducciones específicas. Sintieron que las traducciones cambiaban los significados de algunos versículos y que estas traducciones hacían que algunas de sus prácticas ya no fueran sancionadas por la Biblia.
Hay más de una forma de traducir un versículo, y las elecciones tomadas tienen importancia en cómo se ve la doctrina. Es por esto que tantas Biblias ahora incluyen el griego y el hebreo y por qué muchos cristianos deciden estudiar esos idiomas. Desean ver por sí mismos lo que los versículos realmente significaban en los idiomas originales. Todas las traducciones bíblicas que se imprimen hoy en día son diferentes y por esta razón no todas pueden ser exactamente correctas.
Decir que es correcta si ha sido traducida correctamente es simplemente reconocer que existen muchas traducciones y que los hombres son imperfectos. Estas son cosas que todos sabemos.
Cómo llegó a formarse la Biblia
Pocas personas en realidad comprenden cómo la Biblia llegó a existir. No fue escrita como un solo libro, transmitido de generación en generación. Había muchos registros diferentes. Fue mucho después que Jesús muriera que se reunieron los distintos rollos y un comité debía decidir qué se incluiría y qué no. No todas las iglesias están de acuerdo en lo que debía ser incluido.
La Biblia católica tiene libros diferentes a la Biblia protestante, por ejemplo. Las elecciones fueron realizadas por las personas, no por revelación directa de un profeta de la época, dado que no había profetas en ese tiempo. A decir verdad, había gente inspirada, como lo fueron los traductores del Rey Santiago, pero seguían siendo personas. Incluso el Libro de Mormón, el cual fue transmitido como un documento único y traducido por un profeta, incluye un descargo de responsabilidad por los autores originales de que puede haber imperfecciones humanas.
La gente no es perfecta. Además, los libros de la Biblia fueron a menudo escritos mucho después que los sucesos ocurrieron. Adán no escribió el libro de Génesis. Los historiadores en aquellos días no trabajaban de la misma forma que los historiadores hoy en día. Su meta era mostrar las interacciones entre Dios y el hombre, para ayudarnos a comprender nuestra relación y nuestra responsabilidad con Dios y Jesucristo.
Si usted lee cuidadosamente la Biblia, notará que Génesis tiene dos versiones de la creación. Los capítulos uno y dos relatan la historia, pero las historias no concuerdan. El orden de la creación es diferente. ¿Esto significa que la Biblia es falsa? Claro que no. El propósito del relato de la Biblia de la creación es explicar quién hizo la tierra y por qué. Esto es doctrina. Lo demás es interesante, pero no doctrina porque no afecta nuestra salvación eterna.
Los relatos son complementarios, pero cada uno está intentando hacer un punto de diferencia, así que el autor contó la historia de diferente manera. Los mormones no aceptan que esta clase de detalles hagan falsa a la Biblia, ni tampoco los errores de traducción.
Cuando fue escrito por sus autores originales, fue un documento perfectamente inspirado en todo lo que es importante. Los errores se han deslizado y algunas traducciones son más precisas que otras, pero si leemos nuestra Biblia cuidadosamente y la estudiamos, y si oramos para saber la verdad, no debemos preocuparnos demasiado por estos errores o incluso por los desacuerdos sobre qué libros aceptar.
Los mormones sostienen que la Biblia es una escritura sagrada, aunque a menudo no la tratan como absolutamente literal; lo que una persona no puede hacer si ha de aceptar ambos capítulos de Génesis, 1 y 2, por ejemplo. Sin embargo, sí consideran las traducciones de la versión del Rey Santiago como altamente calificada y muy inspirada.
Escrituras perdidas
Desafortunadamente, no tenemos una colección completa de todas las escrituras de profetas antiguos. La Biblia misma menciona a varios profetas de quienes no tenemos registros y libros que los pueblos antiguos tienen y que nosotros no. Por ejemplo, en 2 Cronicas 9, versículo 29, leemos:
“Los demás hechos de Salomón, los primeros y los postreros, ¿no están escritos en los libros del profeta Natán, y en la profecía de Ahías, el silonita, y en las profecías del vidente Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat?”
No tenemos el libro de Natán como referencia. De acuerdo a este versículo, nos falta un poco acerca de Salomón. Algunos capítulos después, en el capítulo 13, versículo 22, vemos a Iddo mencionado nuevamente:
“Los demás hechos de Abías, sus caminos y sus palabras, están escritos en la historia del profeta Iddo”.
¿Qué valiosas doctrinas se perdieron a causa de que estos libros no están? También nos faltan los escritos de Jehú y Enoc y la profecía de Ahías. Aún más importante, tal vez, no tenemos todos los escritos de Pablo. Pablo menciona en 1 Corintios 5:9 que había escrito una epístola que no tenemos. Los mormones no creen que la Biblia tenga todo lo que Dios pretendía que tengamos.
¿Es la Biblia la palabra final de Dios?
Los mormones no creen que Dios haya decidido que ahora que Jesús ha venido, Dios se rehúse a hablarnos nuevamente. No nos ha dado la espalda, dejándonos desconcertados mientras nos preparamos para la Segunda Venida. En un mundo que es muy distinto de aquel en el que la Biblia fue escrita, necesitamos guía y dirección.
La existencia de tantas iglesias demuestra la necesidad de un profeta moderno que pueda ayudarnos a comprender cómo aplicar las enseñanzas de Dios al mundo de hoy. Si la Biblia fuera todo lo que necesitamos para estar totalmente seguros de toda doctrina, sólo habría una denominación en todo el mundo. Aún dentro de la tradición protestante, hay fuertes desacuerdos sobre la doctrina. Sin un profeta, estamos abandonados a suponer lo que es verdadero.
La Biblia enseñó la palabra de Dios por medio de Sus profetas y nos asegura que Dios siempre enviará profetas. Aunque es verdad que en ocasiones hemos rechazado a los profetas y hemos tenido períodos de apostasía, Dios siempre ha reabierto los cielos.
“Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Los mormones no creen que Dios no esté haciendo nada hoy en día, así que debe estar hablando a sus profetas.
Una referencia más importante sobre este tema está en Efesios 2:19-20:
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios;
20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
Esta referencia nos dice que la Iglesia de Dios debe ser edificada sobre un fundamento de profetas y apóstoles, algo que pocas iglesias declaran tener hoy en día. La piedra del ángulo debe ser Jesucristo, que estableció el ejemplo para nosotros al elegir apóstoles para ayudarlo como testigos de Cristo.
Algunos han dicho que Jesús fue el último profeta. Sin embargo, la Biblia sugiere que la profecía continuó por un tiempo luego de la muerte de Jesús:
Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, exhortaron y fortalecieron a los hermanos con abundancia de palabras (Hechos 15:32).
Dios nos ama y entiende cuán complicado es el mundo actual. Él proporcionó profetas en tiempos bíblicos para brindar guía específicamente para el período de tiempo en el cual cada profeta vivió, así como para nuestros días. Ahora, Él continúa enviando profetas para ayudarnos a navegar en estos últimos días.
La idea de revelación continua de ninguna manera reduce el impacto de la Biblia, más de lo que tener a Moisés siendo llamado como profeta reduce la importancia del tiempo de Noé como profeta. Es simplemente una prueba más del continuo amor de Dios por todos Sus hijos, no sólo por aquellos que vivieron antiguamente. Escrituras adicionales, tales como el Libro de Mormón, deben ser bien recibidos con gozo como una mayor prueba de la divinidad de Jesucristo.
Ahora sabemos que no fue sólo un pequeño grupo de gente que vio a Jesús y pensó que era divino. Su aparición a otro grupo de gente; luego de Su muerte; es el segundo testimonio esencial de la divinidad de Jesucristo. Los cristianos deberían celebrar este testimonio adicional.