La primera edición del Libro de Mormón se publicó hace más de 185 años, justo antes de la organización oficial de la Iglesia el 6 de abril de 1830.
E.B. Grandin aceptó publicar el libro poniendo en riesgo su reputación, aunque con la posibilidad de una gran ventaja económica.
Millones de miembros de la Iglesia de todo el mundo consideran el Libro de Mormón como una escritura. Sin embargo, en la actualidad, pocos conocen la historia de su primera publicación.
A continuación, te mostramos una lista de hechos poco conocidos sobre la primera edición del Libro de Mormón.
1. Las primeras partes del Libro de Mormón disponibles para el público fueron pirateadas
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Utilizando la imprenta de E. B. Grandin por las tardes y los domingos, el periodista de Palmyra, Abner Cole, imprimió un periódico que causó cierto revuelo en el vecindario.
Cole se sintió llamado a difundir el pensamiento sabio a los estadounidenses. Escribiendo bajo el seudónimo de Obediah Dogberry, presentó a sus lectores la primera oportunidad de leer partes del Libro de Mormón.
1 Nefi: 1; partes de 1 Nefi: 2; y partes de Alma: 43 se publicaron en tres de sus ediciones de enero de 1830.
Cuando la familia Smith se enteró de que Cole estaba imprimiendo extractos no autorizados del Libro de Mormón, enviaron a buscar a José Smith, que vivía en Harmony, Pensilvania.
José Smith logró convencer a Cole de que dejara de piratear el texto. Sin embargo, los extractos impresos en el Reflector de Cole todavía representan la primera vez en que algún texto del Libro de Mormón estuvo disponible para el público.
2. Un no miembro jugó un papel importante en la forma en que leemos el Libro de Mormón en la actualidad
El manuscrito de la imprenta del Libro de Mormón no tenía signos de puntuación. El tipógrafo que no era miembro de la Iglesia, John H. Gilber, recordó más tarde en su vida que le puso signos de puntuación a la mayor parte del Libro de Mormón; a veces, interpretando la complicada redacción del texto.
La puntuación de Gilbert todavía influye en la puntuación que se encuentra en la edición actual en inglés del Libro de Mormón. Entonces, de alguna manera, un no miembro ayudó a millones de Santos de los Últimos Días a leer esta escritura sagrada.
3. El pedido de copias del Libro de Mormón fue de 5 a 25 veces más grande que el de otros libros de la época
Cuando Joseph Smith, Oliver Cowdery y Martin Harris llegaron a un acuerdo con E. B. Grandin para publicar el Libro de Mormón, acordaron conjuntamente que Grandin publicaría 5,000 copias del libro por $ 3,000.
En una época en que un tiraje era de menos de 1000 copias – y, a veces, de solo unos pocos cientos – este tiraje representaba un compromiso significativo por parte de Grandin y aquellos que respaldaron financieramente la publicación.
Solo la Biblia o textos similares de la época se imprimieron en cantidades tan grandes.
José Smith y otras personas fueron muy optimistas con respecto a que este texto se vendería y sería de gran importancia para sus lectores.
4. La encuadernación del Libro de Mormón fue similar al de la Biblia
A principios del siglo XIX, a veces, los libros se vendían sin haber sido encuadernados. Sin embargo, la forma en que se encuadernó el Libro de Mormón envió una fuerte señal sobre su importancia antes de que los lectores abrieran la tapa: el material, los colores y el diseño de la encuadernación eran similares a una de las encuadernaciones más comunes de una Biblia popular de la época.
Al colocar el Libro de Mormón de 1830 y la Biblia en un estante, ambos habrían lucido similares.
5. Los manuscritos del Libro de Mormón tienen su propia historia interesante
Cuando José Smith terminó de dictar el texto del Libro de Mormón a Oliver Cowdery, le dijo a Cowdery que hiciera una segunda copia. José Smith guardó el manuscrito original del Libro de Mormón hasta que fue depositado en la piedra angular de la Mansión de Nauvoo en 1841. Con el tiempo, gran parte de ese manuscrito fue destruido por el agua o el moho.
Los tipógrafos utilizaron el manuscrito de la segunda copia del Libro de Mormón, a menudo llamado “manuscrito de la imprenta”, para establecer la fuente para la primera edición en 1831. El manuscrito de la imprenta se utilizó nuevamente para la segunda edición, que se publicó en Kirtland, Ohio, en 1837.
David Whitmer, uno de los tres testigos de las planchas del Libro de Mormón, fue el custodio final del manuscrito de la imprenta. Más tarde en su vida, Whitmer disfrutó contándole a la gente cómo el manuscrito se preservó milagrosamente de un tornado y de posibles ladrones.
Finalmente, La Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (ahora, La Comunidad de Cristo) adquirió el manuscrito. Su custodia cuidadosa de este manuscrito a lo largo de las generaciones, ha permitido el estudio de este texto importante.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por los editores de “The Joseph Smith Papers” y fue publicado en ldsliving.com con el título “5 Little-Known Facts About the Publication of the Book of Mormon”.