Una pregunta que a veces surge al estudiar el Libro de Mormón es si Lehi y su familia vivieron físicamente en Egipto. La respuesta directa es: no hay registros que indiquen que vivieron allí. Sin embargo, existen vínculos importantes entre Lehi y la cultura egipcia, especialmente en lo económico, político y lingüístico.

Egipto. Imagen: Canva

Un comerciante con conexiones internacionales

Lehi era un hombre adinerado. El Libro de Mormón dice que poseía “oro, plata y toda clase de riquezas” (1 Nefi 3:16). Estas riquezas probablemente provinieron de actividades comerciales, y es muy posible que Egipto haya sido uno de los destinos clave en sus rutas de negocio. En esa época, existían rutas de caravanas bien establecidas entre Palestina y Egipto, por donde se transportaban telas, especias, metales preciosos y más.

Los arqueólogos han hallado registros egipcios que mencionan a comerciantes provenientes de Palestina, lo cual refuerza esta posibilidad. Lehi, como hombre de negocios, debió haber conocido estos caminos y los desafíos que implicaban, desde desiertos hasta tensiones políticas.

¿Qué papel jugaba Egipto en la vida de Jerusalén?

Imagen: «Jerusalem Temple» por Alex Levin

El contexto en el que vivió Lehi era complejo. Jerusalén estaba dividida política y espiritualmente. Había facciones que apoyaban a Egipto y otras que se oponían a su influencia. Lehi fue uno de los que advirtió sobre la destrucción de Jerusalén y, según 1 Nefi 7:14, se opuso claramente a los que defendían alianzas con Egipto.

Sus palabras no fueron bien recibidas, especialmente por quienes querían mantener el poder o se beneficiaban del caos. Incluso dentro de su propia familia, sus hijos mostraron posturas distintas, reflejando la división social que vivía la ciudad en ese momento.

El idioma egipcio en el Libro de Mormón

Uno de los datos más llamativos del Libro de Mormón es que parte de los registros fueron escritos “en el idioma de los egipcios” (Mosíah 1:4). Esto muestra que Lehi y su familia conservaban conocimiento de esta lengua, lo cual era clave para su época, ya que facilitaba el comercio, la escritura y la conexión con otras culturas.

Este detalle no es menor. Significa que Lehi y sus descendientes valoraban preservar su herencia cultural, incluso mientras comenzaban una nueva vida en una tierra desconocida.

Un hombre de muchas culturas

Lehi y su familia leyendo las planchas de bronce. Imagen: Captura de pantalla de los Videos del Libro de Mormón

Lehi vivía en una región donde se cruzaban varias culturas e identidades. Podemos decir que era un hombre que, en cierto sentido, pertenecía a tres mundos: el egipcio, el israelita y el nómada (o beduino). Su historia refleja cómo, incluso en la antigüedad, las personas vivían con identidades mezcladas, influenciadas por los idiomas, las rutas comerciales y las tensiones políticas.

El propio texto del Libro de Mormón contiene nombres de origen egipcio, hebreo e incluso hitita, lo cual sugiere que los pueblos del libro estaban conectados con un mundo más amplio de lo que a veces imaginamos.

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Una historia de fe y conexión

Aunque Lehi no vivió en Egipto, su historia está entretejida con esa cultura de forma significativa. Su dominio del idioma, su actividad comercial y su oposición a ciertas alianzas muestran que el evangelio se desarrolló en medio de culturas vivas y en constante interacción.

Esta historia nos recuerda que, aun en tiempos de crisis y cambio, el Señor guía a quienes lo siguen con fe. Lehi no fue solo un profeta en medio del caos; fue un hombre preparado, con visión, con herencia cultural y con un profundo deseo de obedecer a Dios en todo lugar.

Fuente: Ask Gramps

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