William E. McLellin fue llamado como uno de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en 1835, pero fue excomulgado en 1838. Sin embargo, nunca abandonó su fe en el Libro de Mormón y entre los pilares de esa fe estuvieron sus primeras perspicaces entrevistas con los testigos del Libro de Mormón.
William E. McLellin fue un hombre muy inteligente, que tuvo la intención (y mucho cuidado) de llegar a la verdad. Dejó varias declaraciones con relación a sus investigaciones, incluida una que escribió entre enero de 1871 y enero de 1872, de donde extraje los siguientes fragmentos:
William E. McLellin cuenta una sorprendente historia sobre uno de esos ocho testigos:
Mientras que la muchedumbre enfurecía en Jackson Co. Mo. en 1833, algunos jóvenes atraparon a Hiram Page en el bosque, uno de los ocho testigos, y comenzaron a golpearlo con látigos y palos. Rogó, pero no hubo piedad.
¡Dijeron que era un… mormón, y tenían la intención de golpearlo hasta la muerte! Pero, finalmente, uno le dijo: “Si niegas ese… libro, te dejaremos ir.” [Hiram] dijo, “¿Cómo puedo negar lo que sé que es verdad?” Luego, lo golpearon nuevamente.
Cuando pensaron que estaba a punto de dar su último suspiro, le dijeron: “Ahora, ¿qué piensas de tu Dios que no viene a salvarte?” Dijo: “Creo en Dios.” “Bueno,” dijo uno de los más inteligentes entre ellos, “Creo que… el tonto se aferrará a ello aunque lo matemos. Dejémoslo ir.” Aún así, él estaba a punto de perder la vida. Fue confinado a su cama durante un tiempo. Tanto como lo sabe un hombre por sí mismo. El conocimiento va más allá que la fe o la duda. Es certeza.”
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Finalmente, William E. McLellin relata una experiencia personal con John Whitmer:
Junto con un amigo, visité a uno de los ocho testigos en 1869, el único que ahora está vivo, y compartió un testimonio muy lúcido y racional. Además, compartió con nosotros muchos detalles interesantes. Era joven cuando obtuvo esos testimonios.
En ese entonces, tenía sesenta y ocho años y seguía firme en su fe. Ahora, me preguntaba, ¿qué voy a hacer con semejante sombra de testigos fieles, que comparten un testimonio tan racional y solemne? Estos hombres, mientras estaban en la flor de la vida, vieron la visión del ángel y compartieron su testimonio con todas las personas.
Además, ocho hombres vieron las planchas y las palparon. Por lo tanto, todos estos hombres sabían que todas las cosas que declararon eran verdad. Asimismo, lo sabían cuando eran jóvenes y, ahora, que son viejos, declaran las mismas cosas.
Nota: Las memorias de McLellin se publicaron en “William E. McLellin’s Lost Manuscript”, editado por Mitchell K. Schaefer, publicado por Eborn Books en 2012, páginas 166-167.
Artículo originalmente escrito por Daniel Peterson y publicado en ldsliving.com con el título “The Excommunicated Apostle Who Continued to Share Powerful Witnesses of the Book of Mormon.”