La prioridad de todas las generaciones. Al dirigirse a los estudiantes de BYU–Pathway Worldwide durante una transmisión el pasado 18 de octubre, el presidente general de los Hombres Jóvenes, Steven J. Lund, comparó la búsqueda de una educación con la carga de un cañón:
“La educación les da voz, valor y poder para defender lo que es verdadero y lo que se necesita”.
Más importante que la educación
A pesar del rol fundamental de los estudios en nuestras vidas, ello no implica que podemos descuidar nuestra responsabilidad familiar. Imagen: Canva
Sin embargo, aunque elogió a los estudiantes por sus esfuerzos, el presidente Lund dijo que deseaba abordar un tema aún más importante que la educación.
“La inversión más valiosa que pueden hacer las personas es fortalecer a sus propias familias”, afirmó.
El presidente Lund recordó una noticia de hace varios años en la que un niño de 7 años iba en bicicleta por el Parque Nacional Everglades en Florida, se estrelló contra un puente de madera y voló sobre las vías hasta caer en la boca de un caimán.
Su madre, sin embargo, luchó contra el animal con tanta convicción que lo liberó y desapareció en el pantano. “Tal es el poder de las familias”, observó el presidente Lund.
“Dios nos envió a este mundo no para estar solos, sino para crear familias que pudieran perdurar. Nos ha dado la capacidad de formar familias capaces no solo de defenderse de los horrores de este mundo, sino de prosperar en el mundo venidero”.
El plan de Dios se centra en las familias
La oración y el estudio familiar de las Escrituras es fundamental para el fortalecimiento del hogar. Imagen: Midjorney
El plan del Padre Celestial para Sus hijos es que aprendan todo lo que puedan aquí en la vida terrenal y luego regresen a vivir con Él y algún día lleguen a ser padres perfectos con hijos perfectos, explicó el presidente Lund. Expresó:
“Esa es la visión, y ese resultado milagroso es completamente posible para cada uno de nosotros por medio de Su evangelio y de Jesucristo”.
Nuestro Padre Celestial proporcionó a Sus hijos el modelo de la familia porque desea que sean felices y tengan el apoyo que necesitan para ser felices.
“El modelo de Dios de hallar gozo en esta vida al cuidar con esmero a nuestras familias se puso como modelo por primera vez en el Jardín del Edén, pero desde entonces ha sido confirmado por la ciencia. Las investigaciones modernas siguen demostrando que las personas tienden a ser más felices y a llevar una vida mejor y más segura dentro de una familia que fuera de ella”, dijo el presidente Lund.
Confiar en los designios divinos
Dios observa cada uno de nuestros esfuerzos, incluso los que nadie más puede reconocer. Imagen: Canva
Añadió que quienes se encuentran en una situación familiar que no es la ideal deben recordar que el Señor compensa lo que el mundo no puede. Si depositamos nuestra confianza y fe en el Señor, podremos tener éxito en nuestra carrera y en nuestra familia. Él siempre nos proporciona un camino.
El presidente Lund señaló que muchos de ellos provienen de los esfuerzos “heroicos” de las familias monoparentales. “No me malinterpreten, de ninguna manera no honraría esos sacrificios que se hicieron por ustedes”, dijo, y enfatizó:
“Ninguno de nosotros puede elegir todas sus circunstancias, pero cuando lo hacemos, podemos tomar una decisión, y para eso estamos aquí. Elijamos la opción que nos lleve a la mayor alegría eterna. La mayoría de las veces, esa no será la opción fácil”.
Fortalecer a las familias significa “orar juntos a menudo; significa estudiar juntos la palabra de Dios para darnos perspectiva; y significa arrepentirnos y perdonar, siempre”, dijo el presidente Lund.
Poner a Dios en primer lugar
Las promesas de Dios se cumplen en este tiempo, pero también por las eternidades. Imagen: Canva
Para disfrutar de la plenitud de las bendiciones que las familias pueden brindar, las personas deben aprender a arrepentirse y poner a Dios en primer lugar. “Él nos ama. Solo tenemos que corresponderle con nuestro amor. Y Él explicó cómo hacerlo. El Salvador dijo sencillamente: ‘Si me amáis, guardad mis mandamientos’” (Juan 14:15).
Las personas también pueden demostrar amor a Dios siendo los mejores padres que puedan ser, continuó el presidente Lund:
“[Dios] se une a nosotros mientras trabajamos, construimos y luchamos en esta vida. Su influencia puede significar todo para nosotros y nuestras familias, especialmente cuando los ‘caimanes’ llegan a nuestras puertas”.
El presidente Lund dijo que hace unas semanas conoció a un obispo y a su esposa, quienes habían perdido trágicamente a su pequeña hija en un accidente automovilístico. Al día siguiente del accidente, la congregación del barrio del obispo se sorprendió al ver al obispo y a su esposa entrar a la capilla para la reunión sacramental.
Los convenios que realizamos con Dios nos brindan la confianza de que nuestras familias serán eternas. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En lugar de sentarse en el estrado, el obispo se sentó con los presbíteros y en el momento apropiado pronunció las palabras del convenio sacramental. “Este buen padre y esta buena madre me testificaron que esa promesa se ha cumplido”, dijo el presidente Lund. “Que, de hecho, para su consuelo eterno, ‘tuvieron su Espíritu con ellos’” (Moroni 5:2).
Para concluir, el presidente Lund señaló: “Es mi oración que su familia y la mía sigan construyendo una vida mejor juntos mediante esta poderosa fórmula de buscar conocimiento, fortalecer a nuestras familias y demostrar nuestra confianza en Dios y Sus promesas a medida que aprendemos y guardamos Sus mandamientos y convenios”.
Fuente: Church Newsroom
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