Tú y yo conocemos a muchas personas que se han alejado de la Iglesia. Tal vez eres uno de ellos. Las razones por las que las personas deciden dejar la iglesia varían mucho, pero me atrevo a decir que la mayoría de ellas se pueden relacionar con un solo principio del Evangelio: los profetas modernos.
Algunos miembros caen en la inactividad porque no están de acuerdo con las decisiones tomadas por los profetas en el pasado, algunos pueden ofenderse por algo que dijo un profeta o por una política establecida.
Alejarse de la Iglesia es, por supuesto, una decisión muy personal, pero las expectativas poco realistas de nuestros profetas pueden hacer que esa decisión sea mucho más difícil de lo que debe ser. A veces esperamos que los profetas simplemente sean algo que nunca debieron ser.
Ergo, aquí hay tres cosas que los profetas no son, y una cosa son
1. Los profetas no son omniscientes
… es importante recordar que soy una Autoridad General, ¡pero eso no me convierte en una autoridad en general!
Mi vocación y mis experiencias de vida me permiten responder a ciertos tipos de preguntas. Hay otros tipos de preguntas que requieren un experto en un tema específico. Esto es exactamente lo que hago cuando necesito una respuesta a estas preguntas: busco ayuda de otros, incluidos aquellos con títulos y experiencia en dichos campos.
Me preocupa a veces que los miembros esperen demasiado de los líderes y maestros de la Iglesia, esperando que sean expertos en temas que van más allá de sus deberes y responsabilidades.
El Señor llamó a los apóstoles y profetas para invitar a otros a venir a Cristo, no para obtener títulos avanzados en historia antigua, estudios bíblicos y otros campos que pueden ser útiles para responder a todas las preguntas que podamos tener sobre las Escrituras, la historia y la Iglesia . Nuestro deber principal es edificar la Iglesia, enseñar la doctrina de Cristo y ayudar a quienes necesitan ayuda.
2. Los profetas no son infalibles
No se razgen las vestiduras, porque ya han escuchado esto antes. Incluso los profetas pueden estropear las cosas. Solo recuerda lo que el presidente Uchtdorf dijo en 2013:
… para ser perfectamente francos, ha habido momentos en que los miembros o líderes de la Iglesia simplemente han cometido errores. Es posible que se hayan dicho o hecho cosas que no estaban en armonía con nuestros valores, principios o doctrina.
Supongo que la Iglesia sería perfecta solo si fuera dirigida por seres perfectos. Dios es perfecto, y su doctrina es pura. Pero Él trabaja a través de nosotros, sus hijos imperfectos, y las personas imperfectas cometen errores.
3. Los profetas no son políticos, ni están obligados a ser políticamente correctos
El presidente Oaks puede haber sido un respetado juez y el élder Christofferson puede haber sido un reconocido abogado, pero el papel de un profeta es muy diferente del papel de un político. Los profetas no tienen constituyentes. No toman decisiones basadas en el voto popular. Su propósito no es apaciguar los deseos de las masas o buscar la reelección.
Los profetas no están obligados a ser políticamente correctos ni a tomar decisiones políticamente populares. Abinadi no era políticamente correcto. Moisés no fue políticamente correcto. Jesús definitivamente no fue políticamente correcto. Los antiguos tuvieron dificultades para aceptar eso, y no mucho ha cambiado (ni cambiará).
Aquí hay otra cita del élder Ballard:
Cuando hacemos convenios en las aguas del bautismo para ‘permanecer como testigos de Dios en todo momento y en todas las cosas, y en todo lugar’, no estamos hablando únicamente de reuniones de ayuno y testimonio. Puede que no siempre sea fácil, conveniente o políticamente correcto defender la verdad y el derecho, pero siempre es lo correcto. Siempre.
Sentimientos y estilos de vida pueden ser lastimados, y eso es realmente desafortunado, pero al final del día los profetas están aquí para declarar la voluntad de Dios y edificar la Iglesia, no para satisfacer nuestras sensibilidades políticas (o incluso personales).
Una cosa que los profetas son:
Son siervos mortales de Dios que están haciendo todo lo mejor que pueden. Si hacen algo o deciden algo con lo que no estamos de acuerdo, démosles el beneficio de la duda. Están haciendo lo que pueden con la luz y el conocimiento que se les ha dado.
Son hombres que podrían haberse retirado hace décadas, podrían estar difrustando de sus nietos y de los frutos de su juventud pero en cambio han elegido dedicar su “aliento restante” al servicio de su Dios. Eso tiene que contar para algo.
Este artículo fue escrito en inglés por David Snell para mormonhub.com y fue traducido y adaptado al español por Isaac Angulo.