Mientras hoy leía el comunicado oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la que se declaraba que “Debido a las limitaciones de su edad, el Presidente Monson ya no asiste a reuniones en las oficinas de la Iglesia de manera regular…”, sentía como si estuviera refiriendo a un ser querido y es que los miembros de la iglesia realmente amamos al presidente Monson.
Recordé que cuando mis seres queridos están pasando por un momento difícil, después de orar por ellos, averiguo qué puedo hacer para que se sientan mejor. Esa misma interrogante llegó a mi mente pero esta vez por nuestro amado profeta Thomas S. Monson.
Después de unos minutos, pensé: ¡No puedo hacerlo! Cómo podría si estoy muy lejos de él y no hay forma que pueda preguntárselo, pero en ese preciso momento recordé que él ya había respondido a esa pregunta hace algunos años.
El mejor regalo para el presidente Thomas S. Monson
Cuando le preguntaron al presidente Thomas S. Monson cuál sería el regalo ideal de cumpleaños para él, nos dijo que “encontráramos a alguien que esté pasando por dificultades… y hagamos algo por esa persona”.
Estoy segura que el presidente Monson, aquel hombre de Dios que se ha caracterizado por ser una de las personas más serviciales en estos tiempos, continúa teniendo ese mismo deseo de cumpleaños.
Tomemos la determinación de inclinarnos y pedir en oración a nuestro Padre Celestial por nuestro querido presidente Monson, y después de eso pidamos también que nos ayude a encontrar a alguien a quien servir.
Sí creen que el profeta no se enterará con exactitud sobre todos nuestros actos de amor a pedido de él, recuerden que Thomas S. Monson es el representante del Señor en la tierra y que Jesús conoce cada una de nuestras intenciones y acciones.