Visité una vez la habitación de un joven que meses antes había acabado con su vida, mi amigo que lo había conocido y fue quien me pidió lo acompañe, me comentaba que no sabía que ya había tenido un par de intentos de suicidarse, pero sí que estaba pasando por una etapa particularmente difícil.
Yo era adolescente y mientras caminaba junto a mi amigo y la madre de aquel joven, pensaba en qué habría hecho yo si lo hubiera tenido en frente, qué de lo que yo conocía podría haberlo ayudado. Con el tiempo me convencí de que el Evangelio de Jesucristo tiene todas las respuestas.
“…Quedaos aquí y velad conmigo” – les dijo el Salvador. (Mateo 26:38)
Tres consejos que recibimos a través de los líderes de la iglesia y que podemos compartir con un amigo que esté atravesando por lo más difícil de su vida terrenal.
1.- NO PIERDAS LA FE Y SIEMPRE BUSCA SER FORTALECIDO
Élder Holland nos compartió lo siguiente: “…Ante todo, nunca pierdan la fe en el Padre Celestial, quien los ama más de lo que pueden comprender. Como dijo el presidente Monson a las hermanas de la Sociedad de Socorro, de manera tan conmovedora, el pasado sábado por la noche; ‘Ese amor nunca cambia… Está allí para cuando se sientan tristes o felices, desanimadas o esperanzadas.
El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente siempre está allí’. Nunca jamás duden eso ni nunca endurezcan sus corazones. Fielmente sigan las buenas prácticas de devoción que invitan al Espíritu del Señor a sus vidas. Busquen el consejo de los que poseen las llaves de su bienestar espiritual. Pidan y atesoren las bendiciones del sacerdocio.
Participen de la Santa Cena cada semana y aférrense a las promesas de perfección en la expiación de Jesucristo. Crean en los milagros. He visto suceder muchos de ellos cuando todo otro indicio decía que ya no había esperanza. La esperanza nunca se pierde. Si esos milagros no llegan enseguida, plenamente o nunca llegan, recuerden el angustiado ejemplo del Salvador: Si la amarga copa no pasa de nosotros, bebámosla y seamos fuertes, confiando en días más felices por delante.
Podríamos haber mal entendido el pecado y el arrepentimiento.
…Si las cosas continúan debilitándolos, busquen el consejo de personas certificadas y con buena reputación, aptitud profesional y buenos valores. Sean sinceros con ellos acerca de su historial y sus dificultades. Consideren con espíritu de oración y de manera responsable el consejo que les brinden y las soluciones que les prescriban.” (“Como una vasija quebrada”. Conferencia General Oct. 2013, sesión del Sábado por la tarde)
Jesucristo también buscó fortaleza en el momento más duro de su prueba. Confía en las buenas personas que nuestro Padre Celestial te permitirá hallar para socorrerte: Líderes, amigos, profesionales e incluso personas que no sabrán por lo que estás pasando pero que con sus acciones inspiradas serán de gran ayuda.
Mantente rodeado de lo que es bueno, satanás te tentará con más fuerza al verte en la soledad espiritual y física. Siempre puedes escoger aferrarte y permanecer con Jesucristo: En la Iglesia, el Templo, los Institutos de Religión, en tu estudio personal y familiar, o en una oración simple y constante en tu mente y tu corazón. Mantente a la luz de su mirada, te hallará.
2.- LA TEMPESTAD NO DURARÁ PARA SIEMPRE
Elder Wirthlim nos aconsejó: “…A medida que venzan la adversidad en la vida, se harán más fuertes, y entonces estarán mejor preparados para ayudar a los demás, a los que están trabajando por encontrar un puerto seguro contra las tempestades que rugen a su alrededor.
…Alléguense al Señor Jesucristo; tengan ánimo; guarden la fe; no duden. Llegará el día en que se calmen las tormentas. Nuestro amado profeta, el presidente Gordon B. Hinckley, ha dicho: “No debemos temer; Dios está a la cabeza… [y] Él derramará Sus bendiciones sobre aquellos que caminen obedeciendo Sus mandamientos.
…Cuando nuestras almas estén ancladas en el puerto seguro del Salvador, podremos proclamar como hizo Pablo: “…atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.” (“La búsqueda de un puerto seguro”.Conferencia general Abril del 2000, sesión Domingo por la mañana)
Una estrategia muy útil es andar haciendo bienes como el Salvador. Efectuar servicio aún cuando nuestras fuerzas nos abandonen será un recarga espiritual importante, Te rodearás de buenos sentimientos y buenas personas. Comienza por cosas sencillas, siempre serás una herramienta valiosa en sus manos.
Que las cosas no hayan salido bien no quiere decir que hayas dejado de tener el potencial de siempre poder ser la mejor versión de ti. Siempre serás de ayuda para alguien, siempre serás necesario. ¡Así que levántate! Alguien está orando por ti.
3.- ES EL MEJOR MOMENTO PARA ELEVARTE POR ENCIMA DE LA OSCURIDAD
El presidente Uchtdorf nos enseñó algo valioso de una pintura que recibió como regalo de un buen amigo: “El cuadro muestra una habitación oscura con una puerta abierta por donde brilla la luz. Me resulta interesante que la luz que entra por la puerta no ilumina toda la habitación, sino sólo el espacio inmediato frente a la puerta.
Para mí, la oscuridad y la luz de esa pintura son una metáfora de la vida. Es parte de nuestra condición de seres mortales el que a veces nos sintamos como si estuviésemos rodeados de oscuridad. Quizás hayamos perdido a un ser querido; un hijo quizás se haya descarriado; tal vez hayamos recibido un inquietante diagnóstico médico; podría ser que tengamos dificultades laborales y nos agobien las dudas o temores; quizá nos sintamos solos o no nos sintamos queridos.
Sin embargo, aunque nos sintamos perdidos en las circunstancias que nos rodean, Dios promete la esperanza de Su luz; Él promete iluminar el camino que tenemos por delante y mostrarnos la manera de salir de la oscuridad.” (“La esperanza de la luz de Dios”. Conferencia general Abril del 2013, sesión Domingo por la mañana)
A veces el lugar en el que habitamos está colmado de oscuridad, sin embargo, la Luz que da vida a todas las cosas está a nuestro alcance, debes verla, ella proviene de Dios y hará siempre un esfuerzo por llegar a ti.
Cuando más oscuro es cuando más la necesitas, al tocarte su luz empezarás a verte realmente, poco a poco, volverás a apreciar la verdadera belleza que tienes como hijo o hija de Él. Las tinieblas irán desapareciendo, es su promesa. Así como existe lo adverso en la misma medida también existe lo favorable. Junto con la tentación está la salida.
La Expiación de Jesucristo es lo más importante.
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” ( 1 Corintios 10:13)
El presidente Uchtdorf nos da este consejo:
“El lugar perfecto para empezar es exactamente donde están ahora. No importa cuán incapaces crean que son ni cuán rezagados se sientan con respecto a otras personas. En el preciso momento en que empiecen a buscar a su Padre Celestial, la esperanza de Su luz comenzará a despertar su alma, a darle vida y a ennoblecerla. Quizá la oscuridad no se disipe de golpe, pero así como la noche siempre cede ante el amanecer, la luz vendrá”. (“La esperanza de la luz de Dios”. Conferencia general Abril del 2013, sesión Domingo por la mañana)
El Evangelio de Jesucristo provee el puerto seguro ante cualquier tormenta que podamos enfrentar, cualquier oscuridad por más furiosa que sea y pretenda sujetarse, será disipada y quedará en el olvido. Lleguemos a tiempo con esta verdad, a todo aquel que no la conozca y juntos, permanezcamos con Él.
Artículo escrito por José Verano para mormonsud.org
