Aquí les compartimos unos destellos preciosos de la vida del presidente Monson, como padre, abuelo y siervo de Dios.
Con motivo de su cumpleaños número 90, los hijos y los nietos del presidente Monson, compartieron buenos recuerdos del profeta, quien fue siempre un padre y un abuelo amoroso y tierno.
Su hijo mayor Tom dijo: “después de que a mi padre se le asignó la supervisión de la iglesia en Europa Occidental, comenzó a viajar con una maleta mucho más grande. Esto fue durante la época de la “Cortina de Hierro” cuando Alemania fue dividida por el Muro de Berlín. Para cada viaje a Europa, mi madre siempre le empacaba una maleta grande con mucha más ropa de la que mi padre podría necesitar. La maleta era pesada. Después de cada regreso, la maleta era mucho más ligera, porque estaba casi vacía.
Mi padre apreciaba y respetaba mucho a los santos que residían en la República Democrática Alemana (Alemania Oriental). Él fue testigo de sus dificultades y pobreza mientras vivía bajo el régimen comunista. Debido a que la ropa del domingo era extremadamente difícil para ellos, mi padre siempre llevaba trajes extra, camisas de vestir y zapatos y los dejaba para que fueran usados por los hermanos del sacerdocio”.
Su hija Ann M. Dibb dijo que para su padre el cumplir con sus responsabilidades del sacerdocio era siempre esencial para él.
“A pesar de que este servicio requirió tantas horas y viajes extensos, nuestra familia fue inmensamente bendecida. Recuerdo cuando viajaba en el carro con mi mamá mientras ella llevaba a mi padre al aeropuerto o cuando lo recogía. Papá siempre llegaba con muchas historias que contar. Eran historias de fe en las que siempre había alguien que necesitaba una bendición especial, alguien a quien debía visitar o agradecer, o alguien a quien el Señor quería servir en una ocasión específica”.
Este artículo fue escrito por lds.org y fue publicado por ldsliving.com, con el título: “President Monson’s Family Recalls Priceless and Heartwarming Memories of the Prophet”.
