Como todos en la iglesia nos entristece saber que el élder Hales ya no está entre nosotros, él fue miembro del Quórum de los Doce desde 1994, falleció hoy a los 85 años. Recordamos su vida de servicio, así como también algunas de las valiosas lecciones que nos ha enseñado a largo de todos estos años.
Persevera hasta el fin
“Te queremos, Bob.”
Aunque los miembros de la Iglesia no están acostumbrados a oír que a las autoridades generales se les refieran por sus apodos, las palabras de afecto del presidente Monson hacia el élder Robert D. Hales fueron un punto emocional en la conferencia general de octubre de 2011. El élder Hales, que había estado ausente en la conferencia anterior por razones de salud, acababa de pronunciar un emotivo discurso desde su asiento.
A pesar del sufrimiento a través de numerosas luchas de salud durante las últimas décadas de su vida, el élder Hales mantuvo una actitud positiva. Haciendo eco a Job de antaño, recordó haber preguntado al Señor: “¿Qué quieres que aprenda de estas experiencias?”
Para los miembros de la Iglesia que luchan con su salud u otros desafíos continuos, el élder Hales sirvió como un sólido ejemplo de que debemos perdurarár hasta el final. La forma en que encontró consuelo nos enseñó el camino en el que cada uno de nosotros puede encontrar consuelo, confiando en el Señor. Como nos recordó después de uno de sus graves problemas de salud:
“Hijo mía, paz sea con tu alma, tu adversidad y tus aflicciones no serán más que un pequeño momento. Y entonces, si lo soportas bien, Dios te exaltará en lo alto. ”
Regresa con honor
En algunas casas de Santos de los Últimos Días hay un letrero decorativo “Regresa con honor” colgado en algún lugar del hogar. Esta fue una cita cercana y querida para el élder Hales, que una vez sirvió como piloto de aviones de combate en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. El lema de su unidad, “Regresa con honor”, era un recordatorio constante y poderoso para él que debía completar honorablemente cada misión.
Él dijo a los miembros de la Iglesia en abril de 1990 en la conferencia general, “Este mismo lema. . . puede aplicarse a cada uno de nosotros en nuestro eterno camino de progresión. Habiendo vivido con nuestro Padre Celestial y habiendo venido a la tierra, debemos tener la determinación de regresar con honor a nuestro hogar celestial “y en 2010, publicó un libro, Return: Four Phases of Our Mortal Journey Home, sobre este tema.
Elder Hales ahora ha completado su misión y ha regresado con honor, estableciendo un maravilloso ejemplo para nosotros de progresar constantemente.
Pongan al Señor Primero
El Elder Hales poseía un testimonio firme de Jesucristo. Desde los primeros años de su vida, él y su esposa dedicaron sus vidas a poner al Señor primero en todo lo que hicieron. Recordamos el poderoso testimonio del élder Hales,
“Yo testifico que nuestro Salvador vive. Él es el Unigénito del Padre, y Él vendrá otra vez sobre esta tierra para reinar. Él es Jesucristo, el Santo de Israel, lleno de gracia, de misericordia y de verdad. . . Él es el Hijo literal de Dios, que resucitó de entre los muertos al tercer día, trayendo a la realidad a los hombres, la resurrección a todos los que venieran a la tierra. También testifico que Dios nuestro Padre Eterno vive y ama a cada uno de nosotros, porque somos sus hijos. Tan grande es su amor que Él envió a Su Hijo Unigénito al mundo “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
¡Lo extrañaremos, Élder Hales!
Este artículo fue escrito originalmente por LDS Living y fue publicado en ldsliving.com, con el título “3 Unforgettable Lessons from Elder Robert D. Hales” Español © 2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company | English © 2017 LDS Living, A Division of Deseret Book Company