Los cielos se regocijan cuando un alma buena regresa, así que ¡puede imaginarse la fiesta que hubo allá con el regreso de nuestro amado profeta y amigo, Gordon B. Hinckley! Finalmente de nuevo él se ha tomado de la mano con su esposa, a quién él llamaba “el amor de su vida”. Seguramente una de las primeras en correr y saludarlo fue su madre quien murió cuando él era sólo un niño. ¿Puede imaginarse las ovaciones y los abrazos entusiastas que le aguardaban de los profetas de la antigüedad? ¡Qué reunión tan alegre debió de ser!
La última vez que vi al Presidente Hinckley fue hace dos semanas en una Conferencia de Estaca transmitida especialmente para los santos en California. Pensé que él lucía cansado y deseoso de ir a casa…su hogar celestial. Así sucedió.
Qué vida tan estupenda vivió él. En sus 97 años, dedicó la mayoría de ellos a la edificación del reino de Dios aquí en la tierra. La mayoría de las personas lo recuerdan por la increíble misión de construcción de templos y por el sentido del humor maravillosamente contagioso. Mis hijos sabían que él diría algo gracioso en la Conferencia General y ellos nunca estuvieron decepcionados. ¿Quién más nombraría un nuevo apóstol con su bastón? Asistí a la Conferencia de Estaca para Mujeres hace dos noches, donde Mary Ellen Edmunds habló. Su personalidad dada a la risa concuerda con la del Presidente Hinckley y cuando compartió su testimonio del Profeta, ella se dijo riéndose, “La única razón por la que el Presidente Hinckley lleva un bastón es para que él pueda hacer tropezar a otras personas.”
Me encanta el video que hicieron juntos los Apóstoles para celebrar la llegada del siglo donde cada uno de ellos compartió su testimonio, estando cerca de lugares importantes de la Iglesia y otros lugares históricos. La declaración final del Presidente Hinckley resumió su inmenso amor por el Salvador y la Iglesia cuando él dijo, “¡Cuánto amo a mi Señor y Salvador, Jesucristo! Su conmovedora comisión y Su divino amor nos motivaron a todos en este trabajo. Amo a mis hermanos. A un hombre ellos son leales. Sin vacilación ellos responden a cada llamado. Ellos son verdaderos discípulos del Señor Jesucristo.
“Es Él, Jesucristo, quien está a la cabeza de esta Iglesia que lleva Su sagrado nombre. Él la vigila. Él la guía.
“Está a la diestra de su Padre, Él dirige este trabajo.
“Unidamente, en calidad de Sus Apóstoles, autorizados y comisionados por Él para hacerlo, atestiguamos que Él vive y que Él regresará otra vez para reclamar Su reino y regirá como Rey de reyes y Señor de señores. De esto estamos seguros y compartimos el testimonio apostólico en Su sagrado nombre,el nombre de Jesucristo, amen.”
Sé que él fue un profeta de Dios. Siempre es fascinante ver la maquinaria de sucesión empezar a funcionar. Cuán consolador es saber que el Creador de todo no deja a sus hijos sin alguien que los guíe, especialmente durante estos últimos días. “¿Por qué decís que, es dura la porción? Es error; no temáis.” (Oh, está todo bien).
¡Celebremos su vida con felicidad y miremos hacia adelante a un nuevo capítulo en el crecimiento de la Iglesia mientras preparamos la tierra para el regreso en gloria del Salvador!
Por Trina Boice el 28 de enero de 2008.