Gerry Avant, una periodista de Deseret News, comparte sus experiencias personales y conmovedoras con nuestro amado profeta Thomas S. Monson antes de su fallecimiento.
“Siempre cómodo en cualquier situación, él podría describirse acertadamente como el amigo de todos”, dijo Avant una vez al observar los actos de servicio del profeta Monson a lo largo de su carrera.
Lo ví desenvolverse con facilidad con personas de todas las edades y épocas de la vida. Por ejemplo, en 1995, tomé una fotografía del presidente y la hermana Monson, con el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y la reina Silvia en los terrenos del templo de Estocolmo, Suecia.
Unos días después, mi cámara lo sorprendió inclinándose para hablar con una anciana viuda, en Goerlitz, una ciudad de la antigua República Democrática Alemana. A medida que comenzó a alejarse, se dio cuenta de que yo había capturado en la cámara una obra de caridad: él le había dado un poco de dinero a la viuda. Con un movimiento de cabeza y una señal esquiva hacia la cámara, él dijo: “No es necesario que pongas eso en un papel”.
Ese día me di cuenta que el presidente Monson, no mostró más amabilidad y respeto por el rey y la reina de Suecia que por la viuda de Goerlitz.
Su nombre siempre estará relacionado con los esfuerzos compasivos, el servicio a los demás y un fuerte deseo de ayudar a los que son indefensos, alimentar a los débiles y elevar a los que sufren aflicciones.
Este artículo fue escrito originalmente por Deseret News y fue publicado en ldsliving.com, con el título: “President Monson Could Aptly Be Described As “Everybody’s Friend”