MONTREAL – Nancy Landrigan estaba leyendo en Internet una biografía del Presidente Russell M. Nelson unos días después de que fuera ordenado y apartado como presidente de La Iglesia, en enero, cuidadosamente atenta a su intervención en la investigación y el desarrollo de la máquina del corazón y los pulmones que mantiene vivos a los pacientes durante las cirugías a corazón abierto.
La miembro del barrio The LaSalle (Quebec) se encontraba a solo dos días de una cirugía que exigía la realización de una complicada y extensa reparación valvular. La idea del procedimiento y los posibles resultados la consumían en un terror absoluto y una ansiedad extrema. Sin embargo, cuando la hermana de 55 años, que tiene tres hijos y dos nietos, leyó sobre los logros del Presidente Nelson como cirujano cardiotorácico, Landrigan sintió que se llenó de consuelo.
“Mi profeta desarrolló la máquina que me mantendría viva mientras detuvieran mi corazón en dos días y sabía que el Padre Celestial me cuidaría y me mantendría a salvo,” dijo. “Luego, supe que el Presidente Nelson en verdad era un profeta de Dios.”
Durante la devocional del sábado por la noche en el auditorio Palais des Congrès en Montreal, Landrigan se sentó entre las 4 000 personas que escucharon al Presidente Nelson compartir verdades del evangelio y sus perspectivas médicas sobre el corazón.
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“Sentí amor y familiaridad con él no solo por trabajar para mantenerme viva espiritualmente sino también por su parte en mantenerme viva físicamente durante mi cirugía a corazón abierto,” dijo. “Contuve todo lo que sentía para evitar correr hasta ahí, darle un abrazo y agradecerle por salvar mi vida.”
¿Por qué Canadá?
Salvar una vida o salvar un alma – la suya solo fue una de las muchas conexiones sinceras que miles de los Santos de los Últimos Días experimentaron durante el viaje del Presidente Nelson, en tantas noches, a tres devocionales en el centro y este de Canadá, con el itinerario del 17 al 19 de agosto que incluía paradas en Winnipeg, Manitoba; Montreal, Quebec y Hamilton, Ontario.
Junto con el Presidente Nelson y su esposa, la hermana Wendy Nelson, estuvo el Élder Neil L. Andersen del Quórum de los Doce Apóstoles y su esposa, la hermana Kathy Andersen. El Élder Randall K. Bennett, un Setenta Autoridad General y el Presidente del Área Noreste de América del Norte, y su esposa, la hermana Shelley Bennett, participaron en las dos últimas reuniones.
El viaje reflejó un itinerario similar de tres devocionales en la provincia canadiense de Alberta en junio. Además, con un cambio de dos ciudades en setiembre para reuniones similares en Seattle y Vancouver, Columbia Británica, Canadá, representará casi la mitad – o siete – de las 16 ciudades donde dichas devocionales generales se han celebrado o planificado en lo que va del año, en Gran Bretaña, Israel, Kenia, Zimbabue, India, Hong Kong y los Estados Unidos.
Entonces, ¿por qué Canadá?
“Podría ser porque estoy casado con una dama canadiense,” dijo el Presidente Nelson con una sonrisa, teniendo en cuenta las raíces en la ciudad de Alberta de la hermana Nelson. “Pero, no.” Por otro lado, su personal pensó rápido, se podrían realizar viajes internacionales cercanos mientras se siguen realizando los preparativos para la conferencia general de octubre y otros asuntos apremiantes actualmente.
“Canadá realmente no está muy lejos y no llegan a tener líderes de La Iglesia en algunos de estos lugares tan a menudo como en los Estados Unidos,” explicó. “Realmente, deseamos llegar a cada país, cada persona. No será posible, pero lo intentaremos.”
Ver al profeta
El Élder Bennett comprendió de primera mano cuan especiales fueron las visitas de las devocionales para los Santos de los Últimos Días. “Crecí en Canadá y mi única interacción con los miembros de la Primera Presidencia o el Quórum de los Doce fue al escuchar sus voces en la radio familiar durante la conferencia general,” expresó, indicando que la única excepción fue cuando un apóstol visitó una conferencia de estaca, cuando tenía seis años.
“El recuerdo de verlo y escucharlo en persona profundizó en mi alma y nunca olvidé esas dos horas desde hace más de media década.”
El Élder Andersen dijo que de las experiencias en Winnipeg, Montreal y Hamilton, resultarían impactos similares para toda la vida.
“Para los Santos de los Últimos Días, ver al profeta del Señor cara a cara, escuchar su voz y sentir su poderoso espíritu va más allá de las expresiones,” dijo, agregando específicamente los momentos “que nunca olvidarán” los niños y los jóvenes. “Siempre valorarán haber tenido el privilegio de ver al profeta del Señor, sentir su Espíritu y saber que lo que enseña es verdad.”
En diversos lugares, las devocionales de fin de semana coincidieron con las conferencias de estaca de los jóvenes, proporcionando finales únicos. Por ejemplo, la Estaca Montreal Quebec Mount Royal realizó una conferencia de tres estacas, junto con las estacas de Concord New Hampshire y Montpelier Vermont que terminó el sábado a las 4 p.m., justo a tiempo para transportarse a la devocional en el Palais des Congrés de Montreal a las 6 p.m.
“Nunca nadie ha tenido un mejor discursante especial al final de una conferencia de jóvenes,” dijo el Presidente de la Estaca Mount Royal, Jay Glowa. “Las fechas para la conferencia se escogieron antes de saber que el Profeta vendría, este es un testimonio para mí de que el Señor conoce a Sus hijos y organiza eventos en Su Iglesia con el fin de avanzar Su obra.”
Testimonios del profeta
La hermana Andersen y el Élder y la hermana Bennett compartieron mensajes breves en la devocional, que combinaron su agradecimiento por acompañar a los Nelson en el viaje, sus testimonios sobre el profeta y las lecciones importantes de vida que obtuvieron al escudriñar las enseñanzas y el ejemplo del Presidente Nelson.
El Élder Andersen hizo lo mismo en discursos más largos, compartió parte de su mensaje en Montreal en francés. En cada lugar, se identificaba a sí mismo como un testigo presencial del espíritu y el poder de la ordenación y el apartamiento del Presidente Nelson como presidente y profeta de La Iglesia, que efectuaron los Apóstoles.
“Ese día, el salón estaba como leemos en Hechos 2 – el día de Pentecostés – cuando se dice que el salón estaba lleno del Espíritu Santo y el poder de Dios estaba sobre el Presidente Nelson como fuego.”
La hermana Nelson detalló haber visto y sentido el espíritu de inspiración y la obra de la guía divina sobre su esposo durante sus siete meses sirviendo como profeta-apóstol, un mensaje que ha compartido en todo el mundo. Además, testificó de una experiencia única y especial que tuvo dos días después del fallecimiento del Presidente Thomas S. Monson respecto a la función nueva y sagrada del Presidente Nelson, “me informó que el manto del profeta estaba sobre él,” dijo.
“Cada detalle singular de ese evento se grabó en mi corazón,” agregó, y esa experiencia – tan sagrada y personal de describir – se repitió dos días después. “Nunca puedo olvidar y nunca lo negaré; puedo tomar toda posición de testigo, en toda nación de la tierra.”
Una ciudad del templo
Con el Templo de Winnipeg Manitoba en fase de construcción, el Presidente Nelson centró su mensaje en el templo de esa ciudad: la preparación, las ordenanzas y los convenios que se realizan en su interior. El Presidente Nelson y su grupo itinerante hicieron una parada en el sitio del templo antes de la devocional de la tarde.
“A medida que se preparan los templos para las personas, las personas necesitan prepararse para el templo,” dijo, explicó que cada ordenanza del templo no es una ruta por la que cruzar sino un acto de promesa solemne con Dios. “Los convenios no limitan pero protegen; no refrenan sino que posibilitan y elevan.”
En las devocionales en Montreal y Hamilton, el Presidente Nelson habló durante unos minutos sobre la importancia de utilizar el nombre correcto y completo de La Iglesia – La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días – en lugar de recurrir a los sobrenombres y abreviaciones que se usan con frecuencia y son incorrectas.
En Montreal, enumeró “Las 10 cosas que sé con seguridad” y dio pequeños sermones sobre cada punto: Dios es nuestro Padre, Jesucristo es nuestro Salvador, somos creados a Su imagen, Dios se comunica a través de los profetas, las escrituras son verdaderas, la Iglesia es verdadera, se permite que Satanás actúe, la juventud de Sion es una generación escogida, la felicidad proviene de guardar los mandamientos y, La Iglesia y sus miembros están comprometidos en la obra de salvación y exaltación.
“Un hijo de Dios”
En Hamilton, les pidió a los niños de una multitud de 8 000 personas que se pusieran de pie y se unieran a él, saludando con sus manos sobre sus cabezas. Una vez que obtuvo su atención así como la de sus padres, el Presidente Nelson enumeró nuevamente los principios y las enseñanzas que sus padres y líderes deben proporcionar a la generación más joven.
Muchos de los temas fueron similares a su lista de “10 cosas” en Montreal, pero incluyó otros, como: ayudar a entender a los niños qué significa cantar “Soy un hijo de Dios” y la importancia de la Santa Cena, sus dos emblemas, la oración, las bendiciones del Padre y fortalecer a la familia por medio de los cuadros, las historias y las fotografías recopiladas por la obra de historia familiar.
“Estas solo son algunas ideas que podrían ser de gran ayuda para ustedes, ya que provienen de mi maestro y mentor, mi Señor Jesucristo. Es un honor ser su servidor,” Dijo el Presidente Nelson en conclusión, agregando “Siento que Él desea que les dé una bendición” antes de pronunciar una bendición apostólica sobre aquellos que se reunieron, como también lo hizo al final de las devocionales en Winnipeg y Montreal.
El recogimiento de Israel
De manera similar a las devocionales anteriores en Canadá y en todo el mundo, el tema del recogimiento de Israel se presentó a través de los mensajes del Presidente Nelson y el Élder Andersen – cómo no solo la obra misional reúne a las personas de todo el mundo en La Iglesia, sino también como el recogimiento lleva a las personas a las familias a través de las ordenanzas y los convenios del templo en preparación a la Segunda Venida del Señor y para ser recibidas como la propia familia eterna del Padre Celestial.
Durante la devocional en Winnipeg, el Élder Andersen compartió un ejemplo de dicho recogimiento, al recordar a la familia Thébault que se unió a La Iglesia en Angouleme, Francia, apenas unas semanas antes de su asignación como misioneros a ese lugar, en 1972. La hija de 17 años de Armand y Annie Thébault, Brigitte, que estaba estudiando en un internado, tuvo problemas con la conversión y el alejamiento de las tradiciones católicas de su familia, cuando regresaba a casa los fines de semana. A pesar de tomar charlas con “los estadounidenses,” como llamaba a los élderes, Brigitte no se unió a la fe de su familia.
Un año después, los Thébault emigraron a Alberta para acercar a la familia a un ambiente más fuerte en el evangelio. La pareja del internado de Brigitte, Yves Nobles, siguió a la familia hasta Calgary. Ahí, ambos continuaron aprendiendo sobre el evangelio, se bautizaron en marzo de 1974. Luego, se casaron ese verano y el siguiente año, se sellaron en el Templo de Cardston, Alberta.
Entonces, el Élder Andersen volteó y señaló a Yves y Brigitte Noblet, que estaban sentados en el estrado, una fila detrás de los Nelson – después de su conversión hace más de 40 años, [Yves] sirve como presidente de la Estaca Regina Saskatchewan, y ambos viajaron seis horas hasta Winnipeg con otros 80 miembros de la estaca para estar presentes esa noche.
El Élder Andersen detalló la fidelidad y el testimonio de muchas generaciones de las familias Thébault y Noblet así como la obra de recogimiento al otro lado del velo, con la obra de historia familiar realizada por Annie Thébaul (ahora tiene 88 años), que ha resultado en unos 26 000 nombres preparados para las ordenanzas del templo.
Con las ciudades de Ontario y Alberta reconocidas durante mucho tiempo por sus roles en la historia de La Iglesia primitiva, el recogimiento y el evangelio se han fortalecido en Montreal, que cuentan con una estaca donde hablan francés y una estaca donde hablan español, así como en Winnipeg, donde una rama de solo 60 años se ha convertido en una estaca, una sede de misión y un templo en construcción – y ahora, una devocional 2018 con el Presidente Nelson, que disfrutaron los miembros de Manitoba y Saskatchewan.
“Es la confirmación de que estamos haciendo las cosas bien,” dijo el Presidente de la Estaca Winnipeg Manitoba, Joshua M. Gruninger. “Solo tenerlo en presencia de los miembros reafirma su fe y su compromiso.”
Diversidad en La Iglesia
El recogimiento de Israel en Canadá no solo se encuentra entre los mismos canadienses, sino entre los inmigrantes y refugiados que llegan a esa ciudad de todo el mundo – Europa, África, Asia, América del Sur. No solo a los principales crisoles metropolitanos de Toronto y Montreal, sino también a Winnipeg, que tienen incluso una actitud más receptiva respecto a la inmigración.
El Presidente Nelson destacó los sistemas de audiofrecuencia de la devocional de Montreal en cuatro idiomas – inglés, francés, español y mandarín – y el coro de la estaca que se presentó ahí con significado simbólico de esa diversidad racial, étnica, lingüística y cultural representada en La Iglesia del centro y este de Canadá.
Uno de los desafíos del mundo es cómo las personas pueden amar a su prójimo y ser amigos de aquellos con quienes tienen poco en común, expresó. “Observen el coro de esta noche, representó cada color del arcoíris además de los idiomas y las culturas diferentes. Sin embargo, cantaron en armonía – eso es muy significativo. Esto demuestra que el evangelio está en acción, trayendo armonía y paz entre los hermanos y las hermanas.”
El sábado por la mañana, 19 de agosto, dos líderes de La Iglesia visitaron dos reuniones sacramentales de barrio antes de partir de Montreal. Los Nelson y los Bennett visitaron el barrio Montreal, una unidad donde se habla inglés, mientras que los Andersen fueron al barrio Longueuil, donde se habla francés.
El obispo Luis Amado del barrio Montreal dijo que los miembros allí se sintieron privilegiados de recibir al profeta además aprendieron del amor y la atención personalizada de los Nelson. “Los miembros del barrio Montreal fueron elevados y estuvieron dispuestos a hacer todo para edificar el Reino de Dios en nuestra área,” dijo el obispo Amado. “Los mensajes de los Bennett y los Nelson fueron lo que nuestros miembros necesitaban escuchar, y como consecuencia, se puede sentir mayor amor y unidad en nuestro barrio.”
Artículo originalmente escrito por Scott Taylor y publicado en ldschurchnews.com con el título “Why President Nelson, Elder Andersen visited Canada and what it meant to Church members.”