En una publicación en las redes sociales por el Día de San Valentín, el presidente Russell M. Nelson nos invitó a encontrar formas de emular al Salvador al mostrar ‘amorosa bondad’ a todos los que nos rodean.
Al recordar su dolor cuando su esposa Dantzel falleció repentinamente en 2005, solo dos días antes de San Valentín, el líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reconoció que para algunos, la festividad “puede ser un recordatorio de que las cosas no han resultado como lo esperaban”.
Él testificó que “independientemente del estado de la relación, hay una fuente a la que todos podemos acudir para incrementar el amor que sentimos por los demás o sanar nuestros corazones cuando se sienten quebrantados: el Salvador Jesucristo”.
El presidente Nelson se casó con su esposa Wendy Watson Nelson en abril de 2006.
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“En todo el mundo, el 14 de febrero se celebra como el Día de San Valentín. Para aquellos con cónyuges o seres queridos, puede ser un día maravilloso para celebrar y renovar los tiernos sentimientos que unen los corazones en amor y afecto. Pero para otras personas, puede ser un recordatorio de que las cosas no han resultado como las esperaban.
El 12 de febrero de 2005, solo dos días antes del Día de San Valentín, mi amada esposa Dantzel falleció repentinamente. Ese día de San Valentín fue absolutamente doloroso, y los días y meses que siguieron fueron los más difíciles de mi vida. El silencio era ensordecedor, y fue un momento de profundo dolor y soledad para mí.
Afortunadamente, más adelante, Wendy Watson llegó a mi vida. Ella aceptó casarse conmigo. Ella ahora llena mi vida con una tremenda alegría, ¡y espero poder hacer lo mismo por ella!
Independientemente del estado de una relación, hay una fuente a la que todos podemos acudir para incrementar el amor que sentimos por los demás o sanar nuestros corazones cuando se sienten quebrantados: el Salvador Jesucristo. Su ministerio, Sus enseñanzas y Su sacrificio desinteresado nacieron todos de Su infinito amor y tremendo cuidado por cada uno de nosotros.
Al estudiar el Antiguo Testamento este año, mantengámonos atentos a una palabra en particular que aparece más de 25 veces. Esa palabra es “misericordia”.
Ya sea que estemos casados o solteros, encontremos hoy maneras de mostrar “amorosa bondad” a todos los que nos rodean. Más allá de los chocolates o las flores, demos de nuestro tiempo, atención y cariño a quienes más lo necesitan.
Que el Señor nos bendiga en nuestro esfuerzo por tratar de emular Su amor por los demás, hoy y siempre”.
Fuente: Newsroom