El domingo 24 de noviembre, Casper, Wyoming, vivió un día histórico y espiritual. El élder Quentin L. Cook del Cuórum de los Doce Apóstoles dedicó el Templo de Casper, Wyoming, un lugar donde los cielos y la tierra se conectan para bendecir a miles de Santos de los Últimos Días.
Aquí te contamos cómo este templo, el segundo en el estado, trae promesas de paz, unidad y propósito eterno.
Un día de luz y promesas eternas
Con un espíritu de reverencia y gratitud, el élder Quentin L. Cook presidió la dedicación del Templo de Casper, Wyoming, un momento lleno de esperanza para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Durante la ceremonia, transmitida a todas las unidades dentro del distrito del templo, el élder Cook prometió que quienes se dediquen al trabajo del templo serán bendecidos con protección, paz y unidad, tanto ellos como sus antepasados.
“La juventud de la Iglesia puede encontrar una mayor protección del adversario si buscan a sus antepasados, preparan sus nombres y participan en las ordenanzas sagradas del templo”, aseguró el élder Cook.
Estos actos de servicio vicario, explicó, no solo unen generaciones, sino que también fortalecen a quienes participan, al ayudarles a sentir el amor de Dios de una manera única.
El templo: un refugio de paz en un mundo agitado
El élder Cook recordó experiencias personales de paz al asistir al templo durante momentos de mucho ajetreo en su vida. Contó cómo, al entrar en el Templo de Oakland California, dejaba atrás las preocupaciones del mundo y encontraba tranquilidad.
“Es maravilloso dejar atrás el caos y sentir el amor y la paz de Dios en este entorno sagrado”, expresó.
Además, destacó que el templo es un lugar de igualdad divina. Allí, todos los asistentes visten de blanco, participan en las mismas ordenanzas y reciben las mismas bendiciones, independientemente de su origen o estatus mundano.
“El templo nos prepara para encontrarnos con Dios al vivir en justicia, unidad e igualdad ante el Señor”, afirmó.
Una historia de fe y perseverancia en Wyoming
El lugar donde ahora se alza el Templo de Casper tiene profundas raíces en la historia de los Santos de los Últimos Días. En 1847, la primera compañía de pioneros mormones cruzó Wyoming hacia el valle de Salt Lake, seguida por 60,000 más en los años siguientes.
En 1920, se organizó la primera rama de la Iglesia en Casper, y con los años, la comunidad creció, construyendo capillas y estacas para fortalecer su fe. En abril de 2021, el presidente Russell M. Nelson anunció la construcción del templo, que comenzó en octubre de ese mismo año.
Durante la jornada de puertas abiertas, más de 27,000 personas visitaron el templo, mostrando el impacto de este sagrado edificio en la comunidad.
Un faro de esperanza para Wyoming
El Templo de Casper, Wyoming servirá a más de 15,000 miembros en casi 50 congregaciones, convirtiéndose en un lugar de renovación espiritual y conexión eterna.
Junto al Templo de Star Valley, Wyoming, dedicado en 2016, y el Templo de Cody, Wyoming, actualmente en construcción, Casper se suma como un faro de fe en este estado lleno de historia y espiritualidad.
“Jesucristo es la luz y la esperanza del mundo. Este templo es un recordatorio de Su amor eterno y de las bendiciones que Él nos ofrece al seguir Su ejemplo”, concluyó el élder Cook.
Una invitación a mirar al cielo
El Templo de Casper no solo es un edificio hermoso, sino un recordatorio tangible de que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Al cruzar sus puertas, los fieles encuentran un refugio, una promesa y una guía para vivir con propósito y esperanza. En este lugar, los cielos se abren, y las almas se iluminan.
¿Tú también deseas experimentar esta paz y propósito eterno? El templo está listo para recibirte.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org