Si sientes que ningún lugar es tu lugar, que ningún espacio visitas te da calma y gozo, este corto pero poderoso mensaje del élder Dieter F. Uchtdorf es para ti:
“Después de que Cristo se apartó de Sus discípulos y fue “llevado arriba al cielo” (Lucas 24:51), los discípulos volvieron a Jerusalén “con gran gozo” (Lucas 24:52) y “estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios” (Lucas 24:53).
En la actualidad, Dios bendice a los miembros fieles de la Iglesia restaurada de Jesucristo en todo el mundo mediante la guía divina, dada por medio de Su profeta, para edificar templos.
Los templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son espacios sagrados donde uno puede sentirse especialmente cerca del cielo y regocijarse en la influencia del Espíritu Santo.
En nuestros viajes recientes por todo el mundo, Harriet y yo visitamos templos en distintas etapas de construcción. Cada visita nos bendijo con sentimientos de paz y gozo, ya sea que entráramos en la Casa del Señor o pasáramos tiempo en los jardines circundantes. Cuando conversamos con líderes gubernamentales o religiosos de esos países, siempre había un sentimiento de respeto, asombro y gratitud por nuestra doctrina de unir a las familias mediante la bendición de los templos.
La construcción de templos en todo el mundo nos ayuda a acercarnos más a Jesucristo. Él está en el centro de cada templo. Jesucristo será nuestro guía y el arquitecto principal para reconstruir, restaurar y renovar nuestra propia vida de acuerdo con el plan de felicidad de Dios.
Los convenios que se realizan y los principios que se enseñan en los santos templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son la aplicación práctica del amor de Dios por cada uno de Sus hijos. Aceptar ese amor en nuestra vida diaria, incluso en pequeños pasos diarios, nos conducirá a un lugar de refugio y pertenencia en tiempos difíciles”.
¿Qué tan pronto asistirás al templo para desconectarte del mundo y conectarte con los cielos?