Templos
Escrito por Chad S. Hawkins para LDS LIVING y traducido por Patricia Ortiz R. de Verano para mormonsud.org
Este año se marca un alegre hito en la historia de los templos con la dedicación del Templo del Centro de la Ciudad de Provo como el templo de los Santos de los Últimos Días número 150. Para celebrar, aquí te dejamos 3 historias acerca de estas hermosas y santas estructuras.
1.El Templo de Washington D.C.: Salvado Por un Perro Guardián Enviado del Cielo
A comienzos de 1973, los líderes estaban preocupados por la seguridad del lugar de la construcción del templo de Washington D.C. Un sábado, poco después de que esta preocupación surgiera, un perro pastor alemán callejero apareció cerca de las puertas del templo. Los residentes del área llamaron al Control Animal para que se lo llevaran, pero cuando el trabajo se retomó el siguiente lunes en la mañana, el perro estaba aún ahí.
Sintiendo pena por el hambriento animal, los trabajadores lo alimentaron y decidieron dejarlo en el lugar. Zacarías, como lo llamaban los trabajadores, pronto se convirtió en una parte importante de la seguridad del sitio de construcción.
Después de dormir durante el día, el perro regularmente se levantaba a las 4 pm para ver a los trabajadores irse antes de hacer sus rondas por la propiedad durante toda la noche.
En una ocasión, Zacarías guió a un guardia de seguridad a la oficina del presidente del templo, donde había comenzado un incendio, aparentemente causado por un percance con el equipo de soldadura. Cuando el templo se terminó, uno de los trabajadores se llevó consigo a casa al confiable perro. El capataz de la construcción dijo que él creía que el pastor alemán había sido enviado por el Señor para ayudarlos con la seguridad del sitio del templo.
2.El Templo de la Ciudad de Cebú, Filipinas: Túneles bajo Tierra y Bombas Sin Detonar
Durante la histórica ceremonia de la palada del Templo de la Ciudad de Filipinas en 2007, el Alcalde de la Ciudad de Cebú Tomás Osmena remarcó: “es un gran honor estar aquí para ser testigo de la palada inicial del lugar que será un hermoso templo”.
El alcalde compartió la historia de la propiedad y explicó que el sitio había sido usado en el pasado para defender la libertad y que se rumoraba que se habían enterrado tesoros ahí.
A pesar de que no se encontraron “tesoros”, los comentarios del alcalde Osmena resultaron ser muy ciertos. El templo está localizado en un terreno elevado en la Ciudad de Cebú. Cuando los japoneses invadieron las Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial, ocuparon el área y la fortificaron como una fortaleza.
Durante su ocupación, construyeron un laberinto de túneles subterráneos que facilitaron el movimiento y almacenamiento de municiones y explosivos. Estos túneles de 20 pies de profundidad fueron descubiertos durante la excavación de los cimientos del templo. Se utilizó un equipo de ultrasonido y se tuvo cuidado para determinar la extensión de los túneles y remover el equipo y las bombas no detonadas. El suelo fue estabilizado al rellenar los túneles con al menos 28 camiones de concreto.
3.El Templo de Taipei, Taiwán: Donde solo Una Familia Presentó Más de 100,000 Nombres
En una tierra donde honrar a sus propios ancestros es parte de una larga, rica historia, Taipei Taiwán tiene innumerables templos tradicionales y santuarios donde las personas van a conectarse con sus parientes fallecidos. Su tradicional énfasis en sus ancestros hace que “volver nuestros corazones a nuestros padres” sea una parte natural de la cultura taiwanesa. Algunas familias en Taiwán tienen registros familiares que datan de 2,000 años de antigüedad, y aún antes de la dedicación del templo, unos 12,000 nombres habían sido enviados por miembros para la obra del templo.
Durante los últimos 35 años, el hermano Li Chiun-tsan, un miembro de la Estaca Chung Hsing Taiwán, se había dedicado a la historia familiar y a la obra del templo. Él y su esposa Li-hsueh, había rastreado su linaje cerca de 5,000 años atrás al Emperador Amarillo, de quien se dice ser el ancestro de toda la etnia Han. Ellos han enviado más de 100,000 nombres al templo.