“La Iglesia describe cinco dones específicos que recibimos a través de nuestra investidura del templo.”
En su discurso de la Conferencia General de abril de 2019, el Elder David A. Bednar citó al Presidente Ezra Taft Benson cuando habló sobre la santidad del templo.
“El templo es un lugar sagrado y las ordenanzas que en él se efectúan son de índole sagrada. Por motivo de su carácter sagrado, a veces nos mostramos reacios a decir cosa alguna sobre el templo a nuestros hijos y nietos.
Como resultado, muchos no adquieren un verdadero deseo de ir al templo, o si van, van sin mucho conocimiento, tocante al templo, que les prepare para las obligaciones que allí contraen y los convenios que allí hacen.
Creo que un debido entendimiento o conocimiento servirá de un modo inmensurable para preparar a nuestros jóvenes para el templo… [y] alimentará en el interior de ellos el deseo de procurar sus bendiciones del sacerdocio, tal como Abraham buscó las suyas (Abraham 1:1–4).”
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Pero, ¿cómo podemos hablar del templo con mayor frecuencia y al mismo tiempo mantener sagradas las ordenanzas recibidas dentro del templo? El Elder Bednar proporcionó dos pautas.
“Pauta Nº 1. Debido a que amamos al Señor, siempre debemos hablar sobre Su santa casa con reverencia. No debemos revelar ni describir los símbolos especiales relacionados con los convenios que recibimos en las sagradas ceremonias del templo. Tampoco debemos hablar sobre la información sagrada que específicamente prometemos en el templo que no revelaremos.
Pauta Nº 2. El templo es la Casa del Señor. Todo en el templo nos dirige hacia nuestro Salvador, Jesucristo. Podemos hablar sobre los propósitos básicos, así como de la doctrina y los principios relacionados con las ordenanzas y los convenios del templo.
El presidente Howard W. Hunter aconsejó: “Demos a conocer a nuestros hijos los sentimientos espirituales que hayamos tenido en el templo, y enseñémosles con más diligencia y naturalidad las cosas que apropiadamente se puedan decir en cuanto a los propósitos de la Casa del Señor.””
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha resumido los recursos para ayudar a las familias a hablar sobre el templo de manera sagrada en los templos.
5 dones que se nos da cuando recibimos nuestras investiduras
Bajo el artículo “Sobre la investidura del templo”, la Iglesia describe cinco dones específicos que recibimos a través de nuestra investidura del templo:
“Las ordenanzas del templo, incluso la investidura, nos dirigen hacia las bendiciones más grandes disponibles mediante la expiación de Jesucristo y nos ayudan a centrarnos en el Salvador, Su función en el plan del nuestro Padre Celestial y nuestro compromiso de seguirlo a Él.
La investidura es “un don”. En este contexto, la investidura del templo es literalmente un don de Dios en virtud del cual Él confiere bendiciones sagradas sobre usted. La investidura solo se puede recibir a Su manera y en Su santo templo. Algunos de los dones que recibimos mediante la investidura del templo incluyen:
1. Mayor conocimiento sobre los propósitos y enseñanzas del Señor.
2. Poder para hacer todo lo que Dios quiere que hagamos.
3. Guía y protección divinas al servir al Señor, nuestras familias y los demás.
4. Mayor esperanza, consuelo y paz.
5. Bendiciones prometidas en esta vida y la venidera.”
Las Investiduras
La entrada de la Iglesia sobre la investidura del templo nos dice:
“Cuando usted se unió a la Iglesia, recibió dos ordenanzas: el bautismo y la confirmación. Asimismo, la investidura del templo también se recibe en dos partes:
En la primera parte, de manera privada y personal recibirá una ordenanza preliminar llamada ordenanza iniciatoria. La ordenanza iniciatoria incluye bendiciones especiales con respecto a su legado y potencial divinos.
En la segunda parte, recibirá el resto de su investidura junto con un grupo de otras personas que están asistiendo al templo. Durante esta parte, se presenta el plan de salvación, incluso la Creación del mundo, la Caída de Adán y Eva, la Expiación, la Apostasía y la Restauración, así como también la instrucción de cómo todas las personas pueden volver a la presencia del Señor.
Una porción de la investidura se presenta por medio de un video y otra porción por oficiantes del templo.
En conjunto con estas ordenanzas, se le invitará a hacer convenios específicos con el Señor. Estos convenios incluyen:
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- Obedecer a Dios y guardar Sus mandamientos.
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- Vivir el evangelio de Jesucristo.
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- Mantenerse moralmente puro y virtuoso.
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- Dedicar su tiempo y talentos al servicio de Dios.
A su vez, Dios promete bendiciones maravillosas en esta vida y la oportunidad de regresar a vivir con Él para siempre.
Al finalizar la sesión de investidura, los participantes simbólicamente entran en la presencia del Señor al ingresar al salón celestial. Allí puede pasar tiempo para meditar, orar, descansar, leer las Escrituras o, sin hacer ruido, hablar sobre su experiencia con familiares y amigos. Es un lugar de paz, donde también puede encontrar consuelo y guía divina.”
Un don y simbolismo
Sobre cómo aprendemos en el templo y nos preparamos para recibir nuestra investidura, el presidente Russell M. Nelson enseñó:
“Cada templo es una casa de instrucción. Allí se nos instruye en el camino del Maestro. Su método se diferencia del de los demás. Su método es antiguo y es profuso en símbolos. Podremos aprender mucho si meditamos en la realidad que representa cada símbolo.
Las enseñanzas del templo son hermosamente sencillas y hermosas. Las comprenden los que son humildes y al mismo tiempo estimulan el intelecto de las mentes brillantes. La preparación espiritual se incrementa con el estudio.
Me gustaría recomendar a los miembros que fueran al templo por primera vez que leyesen los breves párrafos explicativos de la Guía para el Estudio de las Escrituras bajo los siguientes temas: Unción, Expiación, Jesucristo, Convenio, Caída de Adán y Eva, Sacrificios y Templo. Ese estudio les proporcionará un fundamento firme.
También se pueden leer pasajes del Antiguo Testamento y los libros de Moisés y de Abraham de la Perla de Gran Precio. El estudio de esas Escrituras antiguas es aÚn más esclarecedor después de que uno se ha familiarizado con la investidura del templo. Esos libros evidencian la antigüedad de la obra del templo.”
Cuando asistimos al templo con frecuencia, podemos entender mejor los dones que recibimos a través de nuestra investidura del templo. Como lo explicó el Presidente Nelson:
“La investidura del templo fue dada por revelación. Por lo tanto, se comprende mejor por la revelación que se busca con oración y con un corazón sincero…
La obediencia a los convenios del templo nos hace merecedores de la vida eterna, el mayor de todos los dones de Dios al hombre. La vida eterna es más que la inmortalidad. La vida eterna es la exaltación en el cielo más alto: la clase de vida que vive Dios.” (“La preparación personal para recibir las bendiciones del templo”)
Este artículo fue escrito originalmente por Lds Living Staff y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “5 Gifts We Are Given When We Receive Our Temple Endowment + What to Expect”