El Templo de Salt Lake y la Manzana del Templo, los lugares más icónicos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, están siendo sometidos a un intenso proceso de renovación que ya lleva cuatro años y medio, y con varios años más por delante.
Agujas centrales del icónico Templo de Salt Lake
Este proyecto es un ejemplo del compromiso de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no solo con la preservación de sus lugares históricos, sino también con la modernización y seguridad de este emblemático edificio.
Un templo que demoró 40 años en construirse
La construcción original del Templo de Salt Lake, iniciada en 1853 y finalizada en 1893, tomó cuatro décadas, reflejando los sacrificios y el compromiso de los pioneros mormones.
La renovación actual, aunque extensa, no solo busca restaurar y replicar la artesanía pionera, sino también preservar la santidad del edificio que ha sido un símbolo de fe y dedicación para los Santos de los Últimos Días durante más de 170 años.
Un templo que pueda resistir los terremotos
Brent Roberts, director general del Departamento de Proyectos Especiales de la Iglesia, y Andy Kirby, director de proyectos históricos, han proporcionado actualizaciones detalladas sobre el progreso y los objetivos del proyecto. El enfoque principal es realzar la misión y el ministerio de Jesucristo, honrar la belleza histórica del templo y asegurar su papel continuo en la realización de convenios sagrados con Dios.
La renovación incluye mejoras mecánicas, eléctricas y de plomería, así como una crucial actualización sísmica para garantizar la estabilidad del templo durante un terremoto. Entre las reformas estructurales más destacadas se encuentra la colocación de aisladores de base y la inserción de cables de post-tensión en vigas de transferencia, procesos que ayudan a que el templo se mueva menos que el suelo adyacente durante un terremoto.
21 salas de sellamiento
El proyecto también implica una significativa expansión del templo. Se está construyendo una adición norte de varios niveles que incluirá nuevas instalaciones auxiliares. El templo pasará de tener 1 baptisterio a 2 y de 9 a 21 salas de sellamiento.
Salón de sellamientos del Templo de Taylorsville, Utah. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Además, las salas de dotación se equiparán por primera vez para presentaciones en vídeo en múltiples idiomas, lo que permitirá a más personas experimentar las ordenanzas en su idioma nativo.
Conservar el trabajo que hicieron los pioneros
Un aspecto esencial del proyecto es la preservación de la artesanía pionera. Los trabajadores han retirado y reemplazado meticulosamente piedras exteriores de las seis agujas del templo, reconstruyéndolas con cerchas de acero para mayor estabilidad.
La estatua del Ángel Moroni ha sido renovada y reinstalada, simbolizando la continuidad y el respeto por el legado histórico del templo.
La renovación del Templo de Salt Lake forma parte de un esfuerzo mayor que incluye otros templos de la era pionera en St. George, Logan y Manti. Estos proyectos buscan mejorar la experiencia de los visitantes y asegurar que estas estructuras históricas puedan perdurar a través del tiempo.
Con la renovación del Templo de St. George completada y la de Manti en curso, la Iglesia demuestra su compromiso con la preservación y mejora de sus sagrados edificios.
Más que un esfuerzo arquitectónico
La renovación del Templo de Salt Lake no es solo un esfuerzo arquitectónico, sino una manifestación de fe y dedicación que honra tanto el pasado como el futuro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Este proyecto monumental no solo preservará la belleza y la historia del templo, sino que también mejorará su funcionalidad y accesibilidad para las generaciones venideras, asegurando que siga siendo un lugar de culto y devoción sagrado y seguro.
Fuente: The Church News
