El siguiente artículo fue escrito por Jannalee Rosner y traducido al español por Chelsea West para mormonsud.org
Mientras crecía y hacía bautismos por los muertos, nunca pensé mucho en todas las personas vestidas de blanco que me daban instrucciones y hacían ordenanzas en el templo. Pero esos miembros fieles son de todas las edades y prestan su tiempo y medios de una manera asombrosa. Servir en el templo ha sido una bendición muy valiosa en mi vida que no sabía que era posible para mí. He prestado servicio como una obrera de ordenanzas por más que un año y medio y he visto las bendiciones en mi vida como resultado. Debido a este llamamiento, siempre me preguntan cómo es trabajar en el templo y qué hago durante las seis horas que estoy adentro del templo. A continuación, escribo algunas reflexiones y respuestas a muchas de las preguntas frecuentes que las personas tienen en cuanto la obra en el templo.
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¿Qué tipo de entrenamiento o preparación tienes que hacer para llegar a ser un obrero del templo?
Pienso que uno de los mitos para servir en el templo es que tienes que ser jubilado. Aunque muchos de los obreros del templo son miembros mayores, hay muchos jóvenes también. Ser obrero del templo es, en realidad, un llamamiento y los que trabajan en el templo son apartados por un miembro de la presidencia del templo. Aunque es necesario que seas investido, si tienes interés en servir en el templo, habla con tu obispo para ver cuáles son las oportunidades disponibles en tu distrito del templo.
Debido a que cada templo está diseñado un poco diferente, los obreros mismos están organizados para cumplir con las necesidades de cada Casa Del Señor. Sin embargo, las ordenanzas siempre permanecen exactas y consistentes en cada templo.
Hay diferentes tipos de obreros del templo, están los voluntarios que sirven algunas horas y aquellos que sirven de cuatro a seis horas cada semana. El entrenamiento es una parte regular del servicio en el templo. En el templo de Salt Lake, por ejemplo, los obreros se reúnen antes de su jornada para recibir instrucción espiritual y formación de procedimiento de los líderes del templo. Hay muchas cosas temporales que se debe saber, por ejemplo, dirigir a los miembros a un sellamiento y saber donde queda el botiquín de primeros auxilios, pero el enfoque principal es aprender cómo ser una mejor herramienta en las manos del Señor haciendo de su Casa Santa un lugar de refugio espiritual y aprendiendo para ellos que lo visitan.
Los obreros del templo no reciben entrenamiento especial en los significados de las ordenanzas o en los simbolismos únicos en los templos. Tal vez hemos descubierto algunos conocimientos por nosotros mismos por medio de nuestro propio estudio e inspiración pero también estamos aprendiendo como tú. Entonces, si un obrero te da referencia al Espíritu Santo al contestar tu pregunta, ya sabes por qué.
¿Cuáles son las historias o experiencias más memorables que has tenido?
Trabajar en el templo cada semana me ha dado muchas dulces memorias y experiencias inspiradoras. Una de mis preferidas pasó durante en el transcurso de algunos meses. Durante una de mis jornadas, fui asignada a ayudar a una hermana que entraba al templo por la primera vez. Pude ver por su sonrisa y humilde espíritu que ella estaba lista para tomar el próximo nivel de su educación espiritual. Cuando nuestro tiempo juntas terminó, me sentí emocionada por ella y esperaba que el templo le gustara tanto como gusta a mí. No pensé que la vería otra vez, pero algunas semanas después, cuando estaba sustituyendo a alguien, me fijé en alguien que parecía muy familiar. Era esta querida hermana que ayudé, acompañada por sus padres y sujetando la mano de su esposo después de cumplir una ordenanza juntos. Sigo viéndola de vez en cuando en el templo y no puedo dejar de sentir una paz de felicidad no solo porque hizo convenios en el templo sino porque también ella y su esposo continúan haciendo estos convenios prioridades en sus vidas y en su matrimonio.
He tenido muchas otras experiencias lindas, como mirar a una mujer de cincuenta años llorar lágrimas de gozo después de ser sellada a sus padres fallecidos, o como observar a una pareja de recién casados tomar una pausa juntos para recordar con reverencia el significado del templo en el día de su matrimonio antes de salir a encontrar a su familia.
He sentido la presencia de individuos fallecidos cuya obra ha sido hecha y me asombra el amor y cuidado de los miembros de la Iglesia. Pero la cosa más memorable que he observado es que no importa el lenguaje, edad o raza de aquellos asistiendo, el templo es el gran ecualizador—un lugar donde los lenguajes más comunes siempre son el amor y el Espíritu.
¿Qué pasa detrás de las escenas?
Los templos varían en tamaño y locación, también en la forma en que son organizados y el número de obrero necesarios para mantener el templo. Sin embargo si es pequeño o grande, un número sorprendente de personas ayudan asegurar de que las ordenanzas se administran correctamente y con respeto todos los días. Como uno de los templos más grandes, el templo de Salt Lake requiere cientos de voluntarios, muchos de aquellos tienen varios turnos a la semana, para mantener las ordenanzas en orden y sagradas. Eso no incluye aquellas personas que se les paga para hacer interminables cargas de lavandería, responsabilidades de limpieza y trabajo de mantenimiento requerido para mantener el edificio limpio y funcionando.
Los obreros del templo son responsables por una variedad de cosas. Aparte de sus responsabilidades primarias de administrar con reverencia las ordenanzas, hay obreros que dan direcciones, ayudan a las personas que entran por la primera vez y coordinan sellamientos. Algunos cuidan a los niños mientras que esperan a ser sellados con sus padres y otros anotan ordenanzas y se encargan de mantener los estantes con ropa limpia. En el templo de Salt Lake podemos hacer cualquier cosa desde doblar ropa o llevar a una novia y novio a su cuarto de sellamiento o reemplazar jarras de agua, asignar casilleros o ayudar a repartir ropa en el bautisterio. Todo el trabajo es importante y todos los obreros tienen que tomar turnos con esas responsabilidades.
Tal vez muchos no reconozcan el sacrificio y esfuerzo que hacen los obreros del templo para servir en la casa del Señor o la atención a los detalles y organización que se requiere para hacer del templo realmente una “casa de orden”. Y está bien. Para muchos de nosotros que servimos cada semana, el templo ha llegado a ser una parte inseparable de nuestra vida y somos felices cuando aquellos a quienes servimos en la casa del Señor reconocen y se enfocan más en el Espíritu y en las ordenanzas que en las personas que las administran.
¿Cuáles son algunas cosas que has escuchado de otros o recibiste por ti mismo que te ayudo ver el templo de una manera diferente?
Algunas cosas que he aprendido adentro del templo son resultados de mis propios pensamientos, y otras han llegado al observar y escuchar a otros voluntarios con más experiencia, a continuación algunas que me llamaron la atención:
Mantenimiento de registros y la ley de los testigos
Sabemos de las escrituras la importancia de mantener registros y tener múltiples testigos, el templo no es diferente. Cada ordenanza del templo está registrada con mucho cuidado y de manera inmediata. Siempre hay por lo menos 2 obreros de ordenanzas observando que las ordenanzas sean registradas correctamente y hay otros dos obreros para confirmar que fueron correctas. Los registros son una parte importante de la Iglesia de Dios y de nuestra identidad y son protegidos especialmente en la Casa del Señor.
Junto con el registro de las ordenanzas hay una cosa que personalmente es valiosa para mí y es registrar las cosas que aprendo en el templo. Obviamente hay cosas que deben ser sagradas y solamente deben registrarse en nuestras corazones y mentes. Pero momentos de inspiración, oraciones contestadas, una interacción con un obrero del templo u otro patrón son maneras de ayudarte a recordar las conexiones especiales y celestiales que has pasado en el templo y una forma de pasar tu amor y testimonio del templo a tus futuros miembros de familia.
Conexiones entre ordenanzas
Otra cosa que aprendí es el poder de pensar sobre conexiones. Debido a que cada ordenanza del templo requiere tiempo, la mayoría de nosotros vamos con la intención y tiempo de hacer solamente una. Mientras que es un servicio maravilloso, a veces el hacer todo separado hace más fácil que olvidemos que las ordenanzas funcionan juntas. Toma algunos minutos extra después de una sesión de investidura para pensar cómo los convenios funcionan juntos o anda al salón celestial después de hacer iniciatorias o sellamiento para pensar y reflexionar. Una cosa que me gustaría hacer un día para ayudarme a entender las conexiones es encontrar un nombre familiar y hacer todas las ordenanzas por esa persona en un día. Pero no importa cómo o dónde lo hagas, pensando en el por qué cada ordenanza es necesaria antes o después traerá nuevas reflexiones y contestará muchas preguntas. Sé que cuando he hecho esto, el significado de las ordenanzas para mi fueron mucho más importante.
Recordando convenios
Una de las bendiciones más grandes que he visto en mi vida al servir en el templo ha sido el memorizar las palabras de las diferentes ordenanzas—un requisito para trabajar en el templo. Ahora, cada vez que estoy enfocada y estudiando o simplemente pasando cosas en mi vida diaria, encuentro frases y palabras en mi mente que he memorizado en el templo que me trae paz, nuevo conocimiento, inspiración o en algunos casos, una advertencia.
Sin embargo, aunque no puedas visitar el templo muy frecuentemente o no tienes nada memorizado, todavía puedes pensar en las promesas que has hecho durante la semana. Cuando vayas al templo, procura seleccionar una frase y recordarla. Presta atención en cómo puedes aplicarla en tu vida y te sorprenderá cuántas veces aparece en tu vida diaria. La próxima vez que vuelvas al templo selecciona otra frase. Toma el tiempo para estudiar sobre los templos en las escrituras, especialmente en el Antiguo Testamento (particularmente durante la vida de Moisés y los hijos de Israel) y el libro de Abraham. Hay muchas ideas y detalles importantes sobre el propósito e importancia de los templos en esos capítulos y pueden ayudarte en tus experiencias en el templo.
No importa dónde estés espiritualmente o con qué frecuencia vas al templo, es importante recordar que el templo es una experiencia individual y no debe ser considerada casualmente. He visto a decenas de personas entrar y salir por las puertas del templo. Algunos llevan cargas pesadas y vienen para reflexionar mientras que otros entran corriendo en el último minuto y parecen distraídos. Algunos vienen solos, mientras que otros vienen con amigos y familiares. No importa la razón por la que estés en el templo o con quién llegas, el templo es un refugio. Toma ventaja de su tranquilo ambiente para prestar atención a tus pensamientos e impresiones del Espíritu y encontrarás tu vida ricamente bendecida por ello.