Como personas que formamos parte de la gran obra de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, creemos en la naturaleza eterna de nuestras almas y en el gran papel que tiene el Templo para concedernos una unión junto con nuestro amado Padre Celestial.
Dentro de la Iglesia se piensa de que Dios no cambia su naturaleza, Él otorga siempre el mismo nivel de bendiciones para todos sus hijos, no importa el momento o contexto en el que se encuentren viviendo, mientras ellos regresen a vivir con Él. Lo que significa de que podemos ser merecedores de las bendiciones divinas mediante el poder del sacerdocio, el cual le otorga a los miembros varones de la Iglesia la autoridad para ejercer en el Nombre de Dios siempre con rectitud.
El poder del sacerdocio nos otorga un Profeta viviente y a su vez líderesa nivel mundial y local, los cuales nos muestran la forma de retornar a la presencia de nuestro amado Padre Celestial mediante su liderazgo y guía. Otra labor que tiene el poder del sacerdocio es que se puede usar dentro del Templo para hacer convenios con nuestro Padre Celestial.
Entonces, ¿cuál es la comprensión que tienen los miembros de la Iglesia sobre el Templo? ¿Qué parte ocupa en sus vidas y en sus corazones? Puede y debería ser un sitio al cual vamos a visitarlo a menudo con la intencion de reconectarnos al cielo. Debería identificar nuestros sueños,esperanzas e ideales para tratar de llegar a ser más similares a nuestro Salvador. Es una muestra de Su infinito amor hacia nosotros.
Aun a una edad temprana Jesucristo nos dio a entender la gran relevancia que tiene un Templo. Él permanecio allí, progresando y madurando en los temas basados en el Espíritu, se volvía con frecuencia santificando el sitio donde se hallaba el Templo dentro de la religión judía. Lo purificó en el momento en que el Espíritu de Su Padre le indicó que debía realizarlo por todos los que lo tomarían a la ligera y cometerían profanación en contra de su sagrado propósito. Jesucristo le dio una gran importancia al templo, lo mismo debería hacer su pueblo.
Esta es una de las más valiosas y conmovedoras historias de las que he estudiado con mi guía Helamán, dentro de la cuidad de Tulúm, el templo es el sitio que se encuentra situado hacia el oriente y el foco de atención de todo el pueblo, que se levanta en un acantilado. También se puede presenciar una vista del mar caribe, y también señala el único camino seguro que une al océano con el pueblo. Los conquistadores españoles perdieron una gran cantidad de tiempo para encontrar un modo de atravesar la barrera de arrecife que se encontraba alrededor debido a que desconocían la importancia de la construcción que se encontraba sobre la montaña. Quienes habitaban el lugar sabían que si se deseaba cruzar por el camino seguro se debía contemplar el templo.
Este mensaje es vigente hasta nuestros días. Un discípulo de Jesucristo anhela encontrarse cada vez más cerca de su presencia como nuestra debilidades nos lo permitan, la mejor solución para hacerlo es tener nuestras miradas fijas hacia el Templo. Un templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no se encuentra abierto para todas las personas. Para algunos el Templo es un símbolo de belleza, y a lo mejor secretos, pero la realidad es que tiene muy poca relación en base a los secretos. Esto lo digo en una forma totalmente personal. Las pesonas podrían encontrarse con momentos difíciles cruzando por caminos escabrosos en sus vidas por el hecho de que les hace falta descubrir las maravillosas cosas que se hacen ahí dentro, y lo que éstas podrían hacer por ellos. Incluso quienes son miembros de la Iglesia no pueden accesar libremente esos lugares, es un honor y privilegio que se obtiene mediante un alto grado de dignidad a través de la obediencia a los mandamientos del Señor. ¿Por qué es así? Por el mismo motivo por el que cristo se quedó y purificó el Templo. El Templo es la morada de Dios en la tierra, es el sitio donde nosotros como sus hijos podemos estar a su lado y entender lo que representamos y valemos para Él. Es el lugar en que hacemos nuestros convenios con Él, de que viviremos nuestras vidas como Él quiere que lo hagamos. Es donde nos unificamos a nosotros mismos para crear nuevas familias, es el lugar en el que nace nuestra salvación. Es nuestro refugio que nos brinda seguridad, y es el punto central de nuestra responsabilidad con el evangelio de Jesucristo .
Si no es en este instante, quizás deberíamos buscar en nosotros mismos y reorientarnos hacia lo que es importante en esta vida. Los mayas siempre lo han sabido. Incluso después de perder todo recuerdo sobre la pureza del evangelio de Jesucristo, aun así comprendían la importancia de un Templo edificado.
Por Alison Palmer el 9 de marzo de 2008.
Traducido por Juan José Valenzuela