Cada semana, los Santos de los Últimos Días se reúnen en congregaciones de todo el mundo y participan de la Santa Cena.
Este acto se remonta a la Última Cena del Salvador, cuando mandó a sus discípulos a que comiesen pan y bebiesen vino como símbolos de su cuerpo y sangre, en “memoria” de Él (Lucas 22: 19–20) . En las oraciones sacramentales registradas en las Escrituras de la restauración, también se nos manda “recordar siempre” al Salvador (DyC 20:77, 79).
Claramente, uno de los propósitos centrales de la Santa Cena es ayudar a los discípulos de Cristo a que se acuerden de Su sacrificio. Pero, ¿alguna vez te has puesto a pensar en lo que realmente significa “recordar”? ¿Acaso es simplemente recordar quién es Jesús y narrar los pasajes de Su expiación que se encuentran en las Escrituras? ¿O significa algo más?
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Las oraciones sacramentales provienen del Libro de Mormón (Moroni 4: 3; 5: 2) y fueron inspiradas directamente por las propias palabras del Salvador a los nefitas cuando instituyó esta ordenanza entre ellos (3 Nefi 18: 7–11).
Siendo ese el caso, podemos entender mejor cómo se supone que debemos “recordar” a Cristo observando cómo los profetas del Libro de Mormón usaron la palabra “recordar”.
Según Louis Midgley, “El Libro de Mormón usa términos relacionados con la palabra recordar y olvidar más de doscientas veces”. Midgley hizo varias observaciones sobre lo que significa la palabra “recordar” en el Libro de Mormón:
- Recordar hace referencia a la acción. El rey Benjamín le enseñó a sus hijos sobre cómo sus antepasados pasaron aflicciones en el desierto “para hacerles recordar sus deberes” (Mosíah 1:17).
- El llamado a recordar es a menudo una súplica enérgica para ver cómo la mano de Dios libera a Su pueblo de la esclavitud y el cautiverio (Alma 29: 10–12). Los actos formales de recordar, como la realización de ordenanzas o rituales, nos permiten sentir como si estuviésemos realmente participando de acontecimientos pasados, como la liberación de Dios a Su pueblo.
- El recordar incluye cierta forma de participación activa; significa elevar nuestro corazón hacia Dios, es decir, arrepentirnos.
- Recordar a Dios nos lleva a prosperar y ser elevados en el último día (3 Nefi 15: 1; Alma 38: 5). Por otro lado, olvidar a Dios nos lleva a perecer y a ser separados de Él (Alma 37:13; 42:11). Los que lo olvidan se encuentran en un sueño terrible (2 Nefi 1: 12–13); sufren de ceguera espiritual e incredulidad (3 Nefi 2: 1–2).
- Recordar es también guardar los mandamientos de Dios (Helamán 5:14). De hecho, recordar y guardar a veces se usan indistintamente tanto en el Antiguo Testamento como en el Libro de Mormón (Deuteronomio 5:12; Éxodo 20: 8; Jarom 1: 5; Mosíah 18:23).
- Recordar, en el Libro de Mormón, es mantener los términos del convenio entre Dios y Su pueblo (1 Nefi 2:24; Alma 37:13; Mosíah 1: 5–7).
El objetivo principal de todos estos puntos es que recordar no es simplemente pensar en algún evento pasado. Significa hacer algo. Es muy parecido a cuando un padre le pregunta a un niño si se recordó hacer un quehacer de la casa, como sacar la basura. El padre no sólo pregunta si el niño ha recordado mentalmente ese quehacer; a cambio, ¡el padre quiere saber si el niño ha realizado ese quehacer!
En el Libro de Mormón, Midgley enfatizó, que recordar y actuar crean una espiral ascendente de obediencia a Dios (Mosíah 13: 29-30).
“Desde la perspectiva del Libro de Mormón, uno no actúa sólo para recordar. Las dos ideas están conectadas en ambas direcciones: una persona recuerda en el sentido más profundo sólo actuando de conformidad con la voluntad de Dios, y la acción luego despierta el recuerdo, y sigue y sigue el ciclo.”
Una ilustración convincente de este espiral ascendente se encuentra al final del libro de Alma, donde leemos sobre cómo recordar al Señor nos conduce a una prosperidad cada vez mayor (Alma 62: 48–51).
Gran parte de esto se relaciona con nuestra participación en la Santa Cena, que tiene la intención de recordarnos nuestros convenios hechos en el bautismo y de ayudarnos a volver a comprometernos a guardar los mandamientos de Dios.
“Recordar siempre” a Cristo no sólo significa recordar quién es. Significa seguirlo siempre, hacer las cosas que Él quiere que hagamos en todas las circunstancias y vivir de acuerdo con Sus principios. El hacer estas cosas, a su vez, nos recordarán más a Él y nos ayudarán a seguirlo constantemente, creando un ciclo ascendente que nos acerca cada vez más a Cristo y a nuestro Padre Celestial.
Esta semana, cuando participes de la Santa Cena, trata de recordar verdaderamente al Salvador y de comprometerte a hacerlo durante toda la semana y “siempre”.
Este artículo fue escrito originalmente por Neal Rappleye y fue publicado originalmente por bookfmormoncentral.org bajo el título “What Does it Mean to Remember?”