Hace poco me convertí en mamá, así que está demás decir que consulto al menos unas 5 veces al día en Google si lo que estoy haciendo está bien para mi bebé. Me he pregunto a menudo, ¿qué espera el Señor de mí y de mi esposo al ejercer la paternidad?
En esta búsqueda, encontré la declaración del élder Dieter F. Uchtdorf, uno de los principales líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que dijo:
“¿Alguna vez se han puesto a pensar en el gran riesgo que nuestro Padre Celestial toma cada vez que envía a uno de Sus hijos a la tierra? Estos son los hijos e hijas que Él ha procreado como espíritus. Tienen un potencial ilimitado; están destinados a convertirse en seres gloriosos de bondad, gracia y verdad.
Sin embargo, vienen a la tierra completamente indefensos, incapaces de hacer cualquier cosa excepto llorar para pedir ayuda. El recuerdo del tiempo que pasaron en la presencia de Dios está cubierto por un velo, al igual que el conocimiento de quiénes son realmente y quiénes pueden llegar a ser.
Forman su entendimiento de la vida, el amor, Dios y Su plan basándose en lo que observan en las personas que los rodean, especialmente sus padres, que, sinceramente, también están tratando de entender todas esas cosas. Eso basta para mantener despiertos incluso a los mejores padres durante la noche.
Mi mensaje a todos los padres es este: el Señor los ama. Él está con ustedes. Está a su lado. Él es su fortaleza para que guíen a sus hijos a tomar decisiones correctas.
Ayuden a sus hijos a edificar la fe en Jesucristo, a amar Su evangelio y Su Iglesia, a prepararse para toda una vida de decisiones correctas. De hecho, ese es el plan de Dios para los padres. Busquen Su ayuda. ¡Consulten al Señor!”
Creo que no necesito adicionar nada más a lo que el élder Uchtdorf ha enseñado en estas cortas pero profundas líneas. Solo me queda invitar a los lectores que hayan o estén aplicando la guía del Señor en su paternidad a compartir sus experiencias en los comentarios de esta publicación.