Los apóstoles y profetas, desde la antigüedad a la actualidad, siempre han compartido su testimonio de Cristo y Su misión divina con el mundo.
Esta época de Pascua, nos recuerda el sacrificio que hizo el Hijo de Dios, el Salvador de la humanidad, Jesucristo. No nos regocijamos en Su sufrimiento, más en Su poder y amor. Él venció la muerte, nos da la oportunidad de volver a empezar, volver a vivir.
Para conmemorar esta maravillosa semana que termina con la victoria de Cristo sobre la muerte, hemos recopilado algunas de nuestras citas favoritas de profetas y apóstoles sobre la Expiación.
Russell M. Nelson
“Meditemos ahora el profundo significado de la palabra expiación. En el idioma inglés, la palabra se compone de tres elementos (at-one-ment) que sugieren ser una persona una con otra. En español, y en algunos otros idiomas, la palabra significa reconciliación. Expiación significa “borrar las culpas por medio de un sacrificio”.
La palabra derivada de las raíces latinas re, que significa “de nuevo”, con, que significa “en compañía de”, y sella, que significa “sentarse”. Por tanto, reconciliación significa, literalmente, “sentarse de nuevo en compañía de”.
Se encuentra un rico significado al estudiar la palabra expiación en los idiomas semíticos de la época del Antiguo Testamento. En hebreo, la palabra básica para expiación es kaphar, un verbo que significa “cubrir” o “perdonar”.
Estrechamente relacionada se encuentra la palabra aramea y arábiga kafat, que significa “un abrazo íntimo”, sin duda relacionada con el abrazo ritual egipcio. En el Libro de Mormón hay referencias evidentes de ese abrazo. Una dice: “… el Señor ha redimido a mi alma … ; he visto su gloria, y estoy para siempre envuelto entre los brazos de su amor”. Otra ofrece la gloriosa esperanza de “ser recibido en los brazos de Jesús”.
Lloro de gozo al contemplar el significado de todo esto. El ser redimido es ser expiado, es ser recibido en el abrazo íntimo de Dios, con una expresión no sólo de Su perdón, sino de nuestra unidad de corazón y de mente. ¡Qué privilegio!”
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Boyd K. Packer
“Cuando estamos siendo atormentados, atribulados o torturados por la culpa o agobiados por las tribulaciones, Él puede sanarnos. Aunque no entendamos cabalmente cómo fue realizada la expiación de Cristo, podemos, sí, experimentar ‘la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento’”.
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Neal A. Maxwell
“Habiendo ‘descendido debajo de todo’, Él ‘comprende’, perfecta y personalmente, la gama completa de los sufrimientos humanos (DyC 88:6; 122:8). Una tonada espiritual afroamericana que se cantaba en otros años contenía estas palabras emotivas e inspiradas: ‘Nadie conoce los problemas que yo he visto, nadie, sino Jesús’”.
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David A. Bednar
“El Salvador no ha sufrido sólo por nuestras iniquidades sino también por la desigualdad, la injusticia, el dolor, la angustia y la aflicción emocional que con tanta frecuencia nos acosan.
No hay ningún dolor físico, ninguna angustia del alma, ningún sufrimiento del espíritu, ninguna enfermedad o flaqueza que ustedes o yo experimentemos durante nuestra vida terrenal que el Salvador no haya experimentado primero.
Es posible que, en un momento de debilidad, ustedes y yo exclamemos: “Nadie entiende; nadie sabe”. Tal vez ningún ser humano sepa, pero el Hijo de Dios sabe y entiende perfectamente, porque Él sintió y llevó nuestras cargas antes que nosotros; y, debido a que Él pagó el precio máximo y llevó esa carga, Él entiende perfectamente y puede extendernos Su brazo de misericordia en muchas etapas de la vida.
Él puede extender la mano, tocarnos, socorrernos, literalmente correr hacia nosotros, y fortalecernos para que seamos más de lo que jamás podríamos ser, y para ayudarnos a hacer lo que nunca podríamos lograr si dependiéramos únicamente de nuestro propio poder”.
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Dieter F. Uchtdorf
“Todos dependemos del Salvador; ninguno de nosotros puede salvarse sin Él. La expiación de Cristo es infinita y eterna. El perdón de nuestros pecados tiene condiciones: debemos arrepentirnos y estar dispuestos a perdonar a los demás…
Recuerden que el cielo está lleno de aquellos que tienen esto en común: Han sido perdonados y perdonan.
Pongan su carga a los pies del Salvador; dejen de juzgar. Permitan que la expiación de Cristo los cambie y les sane el corazón. Ámense el uno al otro; perdónense el uno al otro.
Los misericordiosos alcanzarán misericordia”.
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Tomas S. Monson
“Una de las mayores dádivas de Dios para nosotros es el gozo de empezar de nuevo, porque ningún fracaso tiene que ser definitivo”.
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Dale G Renlund
“En Su misericordia, Dios promete el perdón si nos arrepentimos y nos volvemos de la maldad; tanto así que ni siquiera se recordarán nuestros pecados.
Nosotros, gracias a la expiación de Cristo y a nuestro arrepentimiento, podemos ver nuestros hechos anteriores y decir: ‘Era yo, mas no soy yo’. Sin importar lo malvados que hayamos sido, podemos decir: ‘Ése es quien yo era, pero ese yo malvado de antes ya no es quien soy’”.
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Jeffrey R. Holland
“Hermanos y hermanas, uno de los grandes consuelos de esta época de Pascua de Resurrección es que debido a que Jesús caminó totalmente solo por el largo y solitario sendero, nosotros no tenemos que hacerlo.
Su solitaria jornada proporciona una compañía excelente para la corta versión de nuestro sendero: el misericordioso cuidado de nuestro Padre Celestial, la infalible compañía de este Hijo Amado, el excelente don del Espíritu Santo, los ángeles del cielo, familiares a ambos lados del velo, profetas y apóstoles, maestros, líderes y amigos.
Se nos han dado todos estos compañeros y más para nuestra jornada terrenal por medio de la expiación de Jesucristo y de la restauración de Su evangelio.
La verdad que se pregonó desde la cima del Calvario es que nunca estaremos solos ni sin ayuda, aunque a veces pensemos que lo estamos. Ciertamente, el Redentor de todos nosotros dijo: ‘No os dejaré huérfanos. [Mi Padre y yo] vendremos a vosotros [y moraremos con vosotros]’”
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