Una de las razones principales para la educación es ayudar a las personas a aprender y aplicar la verdad en sus vidas, explicó Brian K. Ashton, presidente mundial de BYU-Pathway, en un devocional transmitido el 20 de septiembre. Sin embargo, de todas las verdades que se pueden aprender en esta vida, no hay ninguna más importante que la siguiente: “Jesucristo es el Salvador y Redentor del mundo”, testificó Ashton durante su mensaje.
Sentado junto a su esposa, Melinda, el presidente Ashton dirigió sus palabras a los estudiantes, profesores y personal de BYU-Pathway de todo el mundo, alentándolos a “buscar a este Jesús del que los profetas y apóstoles han escrito”(Éter 12:41).
La hermana Ashton recordó a los oyentes que todos vivieron antes de esta vida junto a Dios. “Nuestro Padre Celestial presentó un plan para que viniéramos a la tierra, recibiéramos cuerpos físicos, formáramos familias, fuéramos probados y, si obedecemos las condiciones del plan, pudiéramos volver a vivir con Dios en el reino celestial”, explicó.
Jesucristo: el Salvador necesario para superar la muerte
El presidente Ashton destacó que había dos obstáculos en el plan del Padre Celestial: la muerte física y la muerte espiritual. Ambas requerían de un Salvador que pudiera ayudarnos a superarlas.
“Nuestro Padre Celestial eligió a Jesucristo para ser nuestro Salvador y Redentor”, afirmó. “Él fue el único preparado para esta misión exaltada”. Jesucristo, nacido de un Padre inmortal y de una madre mortal, tenía tanto el poder de Dios como de hombre. Esto le permitió voluntariamente dar su vida y tomarla de nuevo al resucitar.
El impacto de la expiación de Jesucristo
Gracias a la resurrección de Jesucristo, “la muerte no es el fin”, dijo la hermana Ashton. “Podemos volver a ver a nuestros seres queridos y vivir con ellos nuevamente”.
Además, el presidente Ashton enseñó que debido a la Expiación, no solo podemos arrepentirnos de nuestros pecados y obtener misericordia, sino que también podemos recibir el poder de Cristo para “superar todas las cosas”, incluyendo nuestras debilidades, imperfecciones, aflicciones y enfermedades.
La invitación a conocer a Jesucristo
El presidente Ashton testificó que “cuanto más sepamos sobre Jesucristo, mayor será nuestra capacidad de amarlo” y de aprovechar sus poderes de limpieza y perfeccionamiento. Nos instó a seguir el consejo del presidente Russell M. Nelson, el profeta, quien nos ha animado a adorar en el templo, a “pensar de manera celestial” y a convertirnos en pacificadores.
Finalmente, la hermana Ashton concluyó con un mensaje de amor: “Sé que Él me ama a mí y a ti. Mientras sigamos al Salvador, nos volveremos más como nuestros Padres Celestiales, cuyo mayor deseo es nuestro regreso a su presencia”.
El presidente Ashton agregó: “Llegar a conocer a Jesucristo es lo más importante que podemos hacer en esta vida”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org