Los Artículos de Fe son trece declaraciones que contienen las creencias básicas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (conocida como los mormones). Estos fueron escritos como parte de una carta llamada ‘Carta Wentworth‘, escrita por José Smith a John Wentworth del periódico Chicago Demócrata en el año de 1842. Más tarde el compositor norteamericano Vanja Watkins le agregó música a estas breves declaraciones. En esta serie examinaremos las verdades presentes en los Artículos de Fe.
Artículo de Fe 5:
Creemos que el hombre debe ser llamado por Dios, por profecía y la imposición de manos, por aquellos que tienen la autoridad, a fin de que pueda predicar el evangelio y administrar sus ordenanzas.(Los Artículos de Fe, # 5)
En el Cuarto Artículo de Fe aprendemos acerca de ciertas ordenanzas, como el Bautismo, que son muy importantes en la jornada de nuestra fe. Pero, ¿Quién puede administrar estas ordenanzas? Solamente aquellos llamados por Dios. La autoridad que actúa en nombre de Dios es llamada sacerdocio. El antiguo apóstol, James E. Faust, dijo acerca del sacerdocio dentro de la Iglesia moderna de Jesucristo:
“El sacerdocio actúa dentro de un sistema de orden sublime. Sin embargo, éste no es una esencia emergida. Debe ser concedido por ordenación con los oficios específicos. Es dado a hombres bajo el sagrado deber de usar su autoridad para cumplir con la obra de Dios para las bendiciones de hombres, así como también de mujeres y niños. Nadie puede exigir la autoridad del sacerdocio excepto que sea conferido abiertamente por aquellos que poseen la autoridad…la magnificación del sacerdocio es dirigida por las llaves del sacerdocio. Estas llaves descansan sobre la presidencia local y Autoridades Generales de la Iglesia. Aquellos que tienen las Llaves son responsables de guiar con ímpetu y dirección la obra del Señor sobre la tierra.”
En el año 2005, el Presidente Gordon B. Hinckley resumió el origen y papel del sacerdocio de la Iglesia en la actualidad:
“El sacerdocio es la autoridad para actuar en nombre de Dios; esa autoridad es la clave para cualquier religión. Recientemente leí otro libro el cual trata acerca de la apostasía de la Iglesia Primitiva. Si la autoridad de esa Iglesia se perdió, ¿Cómo se habría de restaurar?
La autoridad del sacerdocio provino del único lugar del que podía provenir, o sea, del cielo; se confirió bajo las manos de aquellos que lo poseyeron cuando el Salvador anduvo en la tierra.
Primero, estaba Juan el Bautista, quien confirió el Sacerdocio Aarónico o menor; a esto le siguió una visita de Pedro, Santiago y Juan, Apóstoles del Señor Jesucristo, quienes confirieron sobre José y Oliver Cowdery el Sacerdocio de Melquisedec, el cual habían recibido estos Apóstoles, de las manos del Señor mismo…
Cuán bello es el despliegue del modelo de la restauración, que llevó a la organización de la Iglesia en el año 1830, cumpliéndose esta semana 175 años. El nombre mismo de la Iglesia vino por revelación. ¿De quién era la Iglesia? ¿De José Smith? ¿Era de Oliver Cowdery? No, era la Iglesia de Jesucristo, restaurada en la tierra en los últimos días.” (“Las cosas grandes que Dios ha revelado”, Liahona, Mayo 2005, pág 82)
He sido bendecido por hombres “llamados por Dios”, tal como lo fue Aarón. He visto el poder de esta autoridad guiando, enseñando, sanando y ayudando a otros. Estoy agradecido por esta verdad restaurada.
Escrito por Nathan Howe el 3 de marzo de 2008.