¿Te has sentido atrapado en la rutina?
A veces, la vida puede sentirse como un ciclo interminable de responsabilidades: despertarse, trabajar, cumplir con las obligaciones, dormir y repetir. En medio de este ritmo acelerado, es fácil perder el sentido del propósito y pasar de vivir plenamente a simplemente sobrevivir cada día.
Pero hay una buena noticia: Jesucristo ofrece una vida llena de gozo, paz y esperanza. No estamos destinados a solo resistir los días, sino a experimentar una vida abundante y plena.

Jesucristo te invita a una vida plena
El Salvador mismo nos dejó una promesa poderosa:
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Esta no es una invitación a una vida perfecta o libre de desafíos, sino a una vida con propósito, donde cada día tiene un significado más profundo al caminar con Él.
Vivir con propósito y esperanza
Cuando centramos nuestra vida en Jesucristo, las dificultades no desaparecen, pero recibimos la fortaleza para enfrentarlas con esperanza. El Libro de Mormón también nos enseña que el plan de Dios es que “los hombres existen para que tengan gozo” (2 Nefi 2:25).

Ese gozo no es superficial ni depende de las circunstancias. Es un gozo duradero que proviene de saber que somos hijos de un Padre Celestial amoroso y que, gracias a Jesucristo, podemos encontrar paz en medio de cualquier tormenta.
¿Cómo pasar de sobrevivir a vivir plenamente?
Aquí hay tres formas en las que Jesucristo puede ayudarte a encontrar una vida más plena y feliz:
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Encuentra paz a través de la oración
Cuando te sientes abrumado, recuerda que nunca estás solo. Jesucristo comprende cada una de tus cargas. Él nos invita:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
Habla con Él en oración. No necesitas palabras perfectas, solo un corazón sincero dispuesto a buscar Su paz.
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Abraza el poder del perdón
A veces, lo que nos impide vivir plenamente es el peso del pasado. Jesucristo no solo puede perdonarnos, sino que también puede sanar las heridas que otros nos han causado. En Mosíah 26:30, el Señor declara:
“Sí, y cuantas veces mi pueblo se arrepienta, le perdonaré sus transgresiones contra mí”.
Cuando elegimos perdonar y aceptar Su perdón, encontramos una libertad que nos permite avanzar con ligereza y alegría.
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Sigue el camino del convenio
Al hacer convenios con Dios, como el bautismo, no solo recibimos Su guía, sino también el don constante del Espíritu Santo, quien nos fortalece y consuela. Como dice Isaías 41:10:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalezco”.
Caminar con Cristo no significa una vida sin pruebas, pero sí una vida con propósito, poder y paz.
Una invitación a vivir de verdad
Si sientes que estás sobreviviendo en lugar de vivir, Jesucristo te extiende una invitación amorosa: Ven a mí. En Él puedes encontrar la verdadera felicidad y la fortaleza para enfrentar cada día con esperanza renovada.

Hoy es un buen momento para preguntarte: ¿Estoy viviendo de verdad? Si buscas una vida más plena, comienza por acercarte a Jesucristo. Él está esperando con los brazos abiertos para darte una vida llena de gozo, paz y propósito.
No estás destinado a solo sobrevivir. En Cristo, puedes encontrar la fuerza para vivir plenamente.
Para saber cómo llevar una vida más cerca de las bendiciones que Jesús puede ofrecerte, escríbenos en los comentarios.