Hoy es un día muy importante y especial para los Santos de los Últimos Días en todo el mundo, ya que recordamos dos acontecimientos cruciales: El nacimiento de Jesucristo y la Restauración de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El nacimiento del Salvador
Es cierto que los miembros de la Iglesia de Jesucristo también se unen a las celebraciones cada 25 de diciembre por el nacimiento de Jesús, pero según la revelación moderna, es decir, las declaraciones de los profetas y apóstoles, el nacimiento del Salvador en Belén tuvo como fecha un 6 de abril.
También aceptamos como correcto el sistema de Dionisio, lo que quiere decir que creemos que Cristo nació en el año conocido entre nosotros como I antes de J.C.
El presidente Spencer W. Kimball, duodécimo presidente de la Iglesia, declaró:
“El nombre Jesucristo y lo que Él mismo representa, ha quedado profundamente grabado en la historia del mundo para no ser desarraigado jamás. Cristo nació el 6 de abril y, siendo uno de los hijos de Dios y su Unigénito en la carne, su nacimiento es un acontecimiento de suprema importancia”. (Discursos de las Conferencias Generales, 1973-1975, pág. 238).
La Restauración
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se organizó en Nueva York, el 6 de abril de 1830. Cerca de 60 personas presenciaron cómo 6 hombres cumplían con los requisitos para establecer la Iglesia de Jesucristo. Estos acontecimientos están registrados en Doctrina y Convenios 20.
El presidente Howard W. Hunter, explicó:
“Como resultado de esos acontecimientos de revelación, José Smith ya había publicado el Libro de Mormón, que es una historia de la comunicación de Dios con los antiguos habitantes de las Américas. Más aun, el Señor había mandado a este joven, que entonces tenía sólo veinticuatro años, que reinstituyera la Iglesia que existía en los tiempos del Nuevo Testamento y que, en su pureza restaurada, debía designarse de nuevo con el nombre de su piedra angular y cabeza eterna, el Señor Jesucristo mismo.
Un comienzo humilde, es cierto, pero la declaración de que Dios había hablado, de que la Iglesia de Cristo nuevamente se había organizado y que sus doctrinas eran reafirmadas por la revelación divina, fue la declaración más notable pronunciada al mundo desde los días del Salvador mismo, cuando caminó por los senderos de Judea y las colinas de Galilea”.
La importancia de ese día en particular
El presidente Harold B. Lee, undécimo presidente de la Iglesia, manifestó la importancia de ese día en especial: “El 6 de abril de 1973 es una fecha particularmente significativa, pues se conmemora no sólo la organización de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en esta dispensación, sino también el aniversario del nacimiento del Salvador, nuestro Señor y Maestro, Jesucristo”. (En discursos de las Conferencias Generales, 1973-1975, pág. 15).
Probablemente para el mundo, hoy sea un día más, pero para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el 6 de abril es una fecha especial que recordamos con gratitud y amor por acontecimientos importantes pero que se dieron de la manera más humilde.