Según George W. Givens, un autor Santo de los Últimos Días, en un solo párrafo de la biografía de la mamá del profeta José Smith, Lucy Mack Smith, se cuenta la historia de cómo alguien intentó matar a su hijo unos meses antes de la Primera Visión.
Lucy Mack Smith registró esta experiencia poco conocida:
“Cuando [José] tenía catorce años, ocurrió un incidente que nos alarmó mucho, pues no sabíamos la causa de lo sucedido. Como José era un niño notablemente tranquilo y bien dispuesto, no sospechamos que alguien tuviera algo contra él.
Una noche José salió para hacer un recado y, al regresar a casa, cuando pasaba por el patio de la puerta, alguien disparó un arma en su dirección con la clara intención de herirlo. Muy asustado, él saltó hacia la puerta .
Inmediatamente salimos en busca del asesino, no pudimos encontrar rastro alguno de él esa noche. A la mañana siguiente encontramos sus huellas debajo de un carruaje donde se encontraba cuando disparó.
Al día siguiente, encontramos las balas que habían sido descargadas del arma, las cuales estaban incrustadas en la cabeza y el cuello de una vaca que se encontraba frente al carruaje en un rincón oscuro.
Hasta ahora no hemos descubierto al hombre que intentó asesinarlo, ni hemos podido descubrir la razón”.
Uno podría preguntarse cuál sería la preocupación de un joven de 14 años en la actualidad; definitivamente no sería evitar ser asesinado.
Continuando con la historia, Lucy Mack cuenta otra experiencia totalmente ajena inmediatamente después de esta.
Resulta que los años de adolescencia de José pueden haber sido aún más agitados de lo que pensábamos.
Aunque no hay mucha información sobre esa época, su madre registró muchos eventos que tuvieron lugar en la vida del joven José, por ejemplo, la profecía que tuvo sobre un hombre llamado Deacon Jessup.
Después de que José atestiguó la Primera Visión, Lucy Mack aún no entendía totalmente su significado y quería que su familia se uniera a una iglesia local.
José, sin embargo, no deseaba asistir, ya que el Señor le había dicho explícitamente que no se uniera a ninguna de las iglesias existentes.
De hecho, José le dijo a Lucy Mack que ella “no se quedaría con [ninguna de estas iglesias] por mucho tiempo”, porque estaba “en error”; un hecho que él le demostraría, dijo, con una profecía.
En el lugar donde su familia vivía, había un hombre religioso llamado Deacon Jessup que hablaba “muy piadosamente” y de quien todos tenían en alta estima. Pero José, según Lucy Mack, tenía algo diferente que decir sobre él:
“Supongamos ahora que uno de sus vecinos pobres le debe [a Jessup] el valor de una vaca, y que este pobre hombre tiene ocho hijos pequeños; Es más, este hombre se enferma y fallece dejándole a su esposa solo con una vaca, desprovista de todo otro medio para mantenerse a sí misma y a su familia.
Ahora les digo, que Deacon Jessup, aunque sea religioso, no dudaría en tomar la última vaca de la viuda pobre y sus hijos para saldar la deuda a pesar de que él mismo tiene abundancia en todo”.
Lucy, posteriormente, escribió:
“En ese momento, aquello nos parecía imposible, pero apenas había transcurrido un año cuando vimos que la profecía de José literalmente se cumplió”.
En otras palabras, José profetizó que este hombre aparentemente piadoso en la comunidad religiosa se aprovecharía de una viuda con ocho hijos y, un año después, esto sucedió.
Desde muy joven, queda claro que el adversario quería destruir a José. Afortunadamente, sin embargo, fue preservado por la mano del Señor hasta que se cumpliera su misión, y nos dejó con muchas historias y profecías sorprendentes en el camino.
Fuente: Third Hour