El Templo de Córdoba tiene un antes y un después. Un “antes” relacionado con los pioneros de la provincia, de los cuáles muchos ya no están, pero que tienen gran responsabilidad en que hoy la zona tenga la gran bendición de un templo. Un “antes” lleno de historias y experiencias personales, de compromiso y sacrificios por la Obra.
El siguiente articulo fue escrito originalemente en mormonesdelsur.org
Elder Richard G. Scott con su familia, cuando estuvo en Córdoba como Presidente de la Misión Argentina Norte (1965-1969) |
Elder D.Todd Christofferson (izq.), con su compañero, como misionero de la Misión Argentina Norte (1964-1966) |
El élder Neil Andersen hizo un reconocimiento a todos ellos en la oración dedicatoria de la palada inicial: “Expresamos nuestro aprecio por los muchos que han hecho este día posible –los Santos justos de la ciudad de Córdoba y de esta región de Argentina– quienes han sido leales y fieles a sus convenios sagrados, incluso la ley del diezmo, lo que permitió a Ti, mediante Tu profeta, el Presidente Thomas S. Monson, comenzar una segunda Casa del Señor aquí en Argentina. Estamos agradecidos por los comienzos de la Iglesia aquí, por los primeros Santos, tanto los que están aquí hoy como los que están al otro lado del velo que aceptaron el evangelio y se regocijaron en este día. También expresamos gratitud por aquellos buenos misioneros, tanto de Argentina como de tierras extranjeras, quienes con fe y valentía y trabajo han ayudado a hacer posible este día.” Los élderes Richard G. Scott (presidente de misión 1965-1969) y D. Todd Christofferson (misionero 1964-1966), hoy miembros del Quórum de los Doce Apóstoles, entran en esa historia tan valiosa.
Este “antes” incluye también a los momentos previos a la dedicación, a todos aquellos que hoy están haciendo grandes esfuerzos llevando adelante una Obra que ha crecido y que requiere mucho. Incluye a quienes están trabajando incansablemente en los distintos subcomités que se formaron para la organización de los distintos eventos relacionados y también a todos los miembros que están haciendo esfuerzos para asegurarse estar en un nivel de dignidad acorde a lo que sucederá el 17 de mayo: la dedicación del Templo de Córdoba.
Durante la ceremonia de la palada inicial del Templo de Córdoba, el élder Walter F. González, que en ese momento era miembro de la Presidencia de los Setenta, y que hoy es el presidente del Área Sudamérica Sur, dijo: “Este es el comienzo de la construcción para nosotros. También puede significar el comienzo para continuar construyendo nuestras vidas basadas en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo. Un comienzo para construir no solamente nuestras vidas personales, sino para construir la vida de nuestras familias”.
Ese concepto tiene la carta que la Presidencia del Área Sudamérica Sur envió recientemente a todos los barrios y ramas alentando a los miembros a poner sus vidas en orden para tener una recomendación para el templo vigente que les permita disfrutar del evento de la dedicación, pero, sobre todas las cosas, de las bendiciones que vienen en el “después” de la dedicación: una Casa del Señor en la que podemos recibir paz, inspiración, fortaleza, a la vez que hacemos ordenanzas sagradas. “Las bendiciones del templo son inestimables”, dijo el Pte. Thomas S. Monson, durante su mensaje en la Conferencia General. Y por ese motivo debemos comprometernos con nosotros mismos, nuestras familias y con el Señor, a asegurarnos un lugar en lo que viene, porque allí está la clave de todo lo que hoy se está viviendo.
Fuente: Mormonesdelsur.org