¿Masacre liderada por Brigham Young? Esto dice Nat Geo sobre la serie de Netflix

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“Algunas de las jóvenes suplicaron a los asesinos que no las mataran. Pero no tuvieron piedad de ellas, las apalearon [con] sus armas y les sacaron los sesos” (Nancy S. Cates, sobreviviente de la masacre de Mountain Meadows).

El 11 de septiembre de 1857, se vivió uno de los episodios más trágicos en la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Un total de 120 personas perdieron la vida a manos de una milicia conformada íntegramente por Santos de los Últimos Días, junto con indígenas nativos que ellos reclutaron. Un triste y sangriento acontecimiento que la Iglesia ha reconocido en su sección Historia de la Iglesia.

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La Iglesia ha reconocido su responsabilidad en la masacre. Imagen: The Salt Lake Tribune

Hablamos de la masacre de Mountain Meadows: el suceso central de la nueva miniserie de Netflix, “American Primeval”, donde el profeta Brigham Young y muchos pioneros Santos de los Últimos Días son personajes recurrentes en la saga de 6 episodios.

Esta violenta matanza es la ‘inspiración’ del reciente drama de Netflix, que si bien se vende como ficción, también asegura que se basa en hechos reales, como la referida masacre.

Mientras que algunos Santos de los Últimos Días consideran malintencionada la puesta en escena en perjuicio de la Iglesia, otros creen que es necesario asumir y visibilizar los errores para conseguir una verdadera reconciliación.

¿Pero, históricamente, cuál es la realidad detrás de la masacre de Mountain Meadows? National Geographic nos da su versión de los hechos en un último reportaje.

Hostilidad en contexto

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Más de 100 personas murieron en la masacre. Imagen: The New York Times

Mientras que la serie de Netflix apenas nos brinda algunos detalles de la persecución que sufrieron los Santos de los Últimos Días en sus inicios, National Geographic inicia su artículo explicando la razón detrás de la actitud defensiva de los líderes de la Iglesia en su misión de establecer Utah como su territorio.

Este reconocido medio de comunicación, relata:

“Los pioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días llegaron por primera vez a Utah en 1847 en busca de libertad para practicar su religión. La hostilidad los había acosado durante mucho tiempo, y los ‘mormones’ habían huido de Nueva York, Misuri e Illinois. 

“José Smith, el fundador del movimiento religioso, había sido asesinado por una turba ‘antimormona’ en Illinois en 1844. Ahora Brigham Young, el nuevo líder ‘mormón’, dirigía a sus seguidores hacia la frontera”.

Si bien hay distintas referencias en la serie de Netflix sobre Santos de los Últimos Días que llegan desde Nauvoo o Illinois y su larga travesía en búsqueda de un territorio propio, quien no conoce la historia de hostigamiento de los pioneros, difícilmente entienda los episodios de violencia, desdén y marginación que sufrieron y trataron de dejar atrás para asentarse en Utah. 

Especialmente si la imagen de la Iglesia es representada como una secta fundamentalista con enseñanzas cuestionables, puesto que son más recurrentes las menciones sobre la práctica de la poligamia o un fanatismo ciego hacia la figura del profeta. 

Un contexto que si bien jamás va a justificar la masacre —donde ciertamente se visibiliza la violencia y hostilidad que se vivía en la época— permitirían tomar la historia con mayor realismo histórico.

Postura de Brigham Young

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No hay evidencia que inculpe al profeta en la masacre. Imagen: The Salt Lake Tribune

Otro de los puntos más controvertidos sobre esta masacre es la responsabilidad del profeta Brigham Young como presidente de la Iglesia.

Mientras que en la serie de Netflix se retrata que la matanza fue impulsada por una legión de Santos de los Últimos Días, quienes utilizan la figura de Brigham Young para intentar ahuyentar a esta caravana que estaba de paso en Utah, no se implica directamente al profeta en la brutal ejecución que ocurriría después.

Ahora bien, cuando se le informa a Brigham Young sobre la masacre, su reacción podría generar polémica:

“¿Nuestras manos muestran manchas de sangre?”, pregunta al informante. Sin ningún pudor, pide que se desvíen las versiones que podrían inculpar a la Iglesia, antes de reprochar la violencia.

Una versión que la Iglesia de Jesucristo condena rotundamente, indicando que —de manera explícita— el profeta ordenó “no interferir” con las caravanas de paso. Una afirmación en base al trabajo exhaustivo de historiadores y la revisión de documentos históricos.

¿Y qué señala National Geographic sobre la responsabilidad de Brigham Young

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Diferentes versiones explican esta masacre, ¿cuál es la verdad? Imagen: The Salt Lake Tribune

Según sus investigaciones, no hay evidencia que inculpe al profeta sobre la preparación de esta masacre:

“¿Qué ocurrió realmente aquel día de 1857? ¿Fue la brutalidad consentida o incluso planeada por los líderes ‘mormones’? ¿Fue Mountain Meadows una anomalía brutal o una prueba del peligro de la teocracia y la intolerancia religiosa? Dada la falta de pruebas, es posible que esas preguntas nunca tengan respuesta”.

Aunque, reiteramos, el director Peter Berg y los productores han asegurado que muchos relatos en “American Primeval” son ficción, al estar basados en un acontecimiento real y trágico, su distorsión o inexactitud puede conducir a juicios precipitados sobre la Iglesia de Jesucristo.

No olvidemos que 2 miembros fueron excomulgados por su participación en la masacre pocos años después del sangriento suceso y, además, la Iglesia de Jesucristo ha reconocido su responsabilidad, acercándose a la familia de las víctimas para alcanzar una reconciliación:

“El evangelio de Jesucristo que hemos aceptado aborrece el asesinato a sangre fría de hombres, mujeres y niños. Lo que aquí hicieron miembros de nuestra Iglesia hace mucho tiempo representa un horrible e inexcusable abandono de las enseñanzas y la conducta cristianas”.

Esas fueron las sentidas palabras del presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia, cuando se cumplieron 150 años de la cruel matanza. Una postura que representa la verdadera posición de la Iglesia acerca de esta o cualquier masacre: injustificable y alejada del mensaje de paz y esperanza del evangelio de Jesucristo.

Fuente: National Geographic

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