Si las experiencias vividas durante la Casa Abierta fueron especiales y aunque el Evento Cultural nos haga temblar de emoción, participar de la dedicación, en el templo o en el centro de nuestra estaca o distrito, superará todo lo que podamos imaginar, al ser partícipes de un momento tan sagrado. La preparación espiritual individual y familiar, que alentó tanto la Presidencia de Área, se verá compensada con la oportunidad de escuchar la oración dedicatoria de un Siervo elegido del Señor. La música llenará nuestra alma y las palabras no podrán describir lo que sentiremos durante la sesión.
El siguiente articulo fue publicado originalmente en mormonesdelsur.org
Importante para saber
- Se realizarán tres sesiones de dedicación, que se transmitirán vía satélite a todos los centros de estaca de Argentina. Los horarios de las mismas son: 9:00hs, 12:00hs, y 15:00hs.
- Todo miembro de la Iglesia está especialmente invitado a participar de esta trascendental experiencia espiritual. Los adultos deben tener una recomendación vigente para entrar al templo o la invitación que el obispo o presidente de rama les puede haber entregado luego de entrevistarlos. Los nuevos conversos, jóvenes y niños bautizados de 8 años en adelante, también deben tener la misma invitación.
- Se recomienda estar ubicado por lo menos 30 minutos antes en el centro de estaca/distrito y disfrutar reverentemente del preludio.
- Una vez comenzada la sesión, no se permitirá la entrada.
- Se puede participar de una o de las tres sesiones, según lo deseen.
- Hay que llevar un pañuelo blanco.
- No se puede sacar fotos, filmar o grabar.
- Los centros de estaca y distrito de Argentina, ese día se convierten en una extensión del templo y la actividad es restringida.
- En Argentina no se realizan las reuniones dominicales habituales.
Y después de la dedicación, el templo comienza a funcionar. Los horarios ya fueron publicados y solo hay que decidir que día y en que horario asistiremos.
“El templo es un refugio de las vicisitudes de la vida, un lugar de oración y meditación que brinda la oportunidad de recibir interiormente la paz, la inspiración, la guía, y con frecuencia, soluciones a los problemas que atormentan nuestra vida diaria. El templo es un lugar donde la chispa divina del hombre, o sea lo infinito en él, puede invocar lo infinito de Dios. Al hacer la obra del templo, desarrollamos una afinidad con nuestro Padre Celestial y con nuestro Señor y Salvador Jesucristo, la cual nos brinda paz, felicidad y gozo eterno. En el templo hay una influencia y un espíritu que influyen en la mente, el corazón y el alma de los presentes. Sí, es verdaderamente la Casa del Señor.”
(Elder Franklin D. Richards, Liahona enero 1987, págs. 70,71)