El siguiente es un extracto de la nueva historia de los orígenes de la Iglesia, Santos: El Estandarte de la Verdad. Léelo gratis a través de la aplicación Biblioteca del Evangelio y en saints.lds.org.
Al domingo siguiente de haberse organizado la Iglesia, Oliver predicó a la familia Whitmer y a sus amigos en Fayette. Muchos de ellos habían apoyado la traducción del Libro de Mormón pero aún no se habían unido a la Iglesia. Cuando Oliver terminó de hablar, seis personas le pidieron que los bautizara en un lago cercano.
A medida que se unían más personas a la nueva Iglesia, más agobiaba a José la inmensidad del mandato del Señor de llevar el Evangelio al mundo. Había publicado el Libro de Mormón y organizado la Iglesia del Señor, pero el libro no se estaba vendiendo bien y quienes deseaban bautizarse eran en su mayoría sus amigos y familiares. Y José todavía tenía mucho que aprender sobre el cielo y la tierra…
El primer milagro en la Iglesia
Después de los bautismos en Fayette, José emprendió el viaje de regreso a su granja en Harmony, a ciento sesenta kilómetros de distancia. Tan ocupado como estaba con la nueva Iglesia, él aún tenía que plantar sus campos, y pronto, si quería tener una cosecha productiva en el otoño. Se había retrasado con los pagos por la granja y, si fallaban sus cosechas, tendría que encontrar otra manera de pagar su deuda al padre de Emma.
De camino a casa, José se detuvo en la granja de Joseph y Polly Knight en Colesville, Nueva York. Los Knight lo habían respaldado por mucho tiempo, pero aún no se habían unido a la Iglesia. Joseph Knight, en particular, quería leer el Libro de Mormón antes de abrazar la nueva religión.
José se quedó unos días en Colesville, predicando a la familia Knight y a sus amigos. Newel Knight, uno de los hijos de Joseph y Polly, a menudo hablaba con el Profeta acerca del Evangelio. Un día, José lo invitó a orar en una reunión, pero Newel dijo que prefería orar solo en el bosque.
A la mañana siguiente, Newel fue al bosque e intentó orar. Una sensación incómoda le invadió, la cual empeoró cuando quiso volver a casa. Para cuando llegó, la sensación era tan opresiva que le rogó a su esposa, Sally, que buscara al Profeta.
El primer milagro realizado en la Iglesia
José fue corriendo a ver a Newel y encontró a los familiares y vecinos contemplando atemorizados mientras el joven sufría violentas contorsiones en su cara, sus brazos y piernas. Cuando Newel vio a José, gritó: “¡Echa fuera al demonio!”.
Hasta entonces, José nunca había intentado reprender al demonio o sanar a alguien, pero sabía que Jesús había prometido a Sus discípulos el poder de hacerlo. Actuando rápidamente, tomó a Newel de la mano. “En el nombre de Jesucristo —dijo José—: ¡apártate de él!
Tan pronto como habló José, las contorsiones se detuvieron. Newel se desplomó en el suelo, exhausto pero ileso, murmurando que había visto al diablo abandonar su cuerpo.
Los Knight y sus vecinos estaban asombrados por lo que José había hecho. Mientras llevaban a Newel a la cama, José les dijo que ese era el primer milagro que se había efectuado en la Iglesia.
“Fue hecho por Dios — testificó—, y por el poder de la divinidad”.
A fines de junio de 1830, Emma viajó con José y Oliver hacia Colesville. Las noticias del milagro que José había efectuado esa primavera se habían esparcido por toda la región, y ahora los Knight y varias otras familias deseaban unirse a la Iglesia.
Este artículo fue es un extracto del libro “Santos: El Estandarte de la Verdad” y fue publicado por ldsliving.org bajo el título de “The First Miracle Performed in the Church”